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Tras la larga charla entre el joven lobo y su prometida, los demás se adelantaban, cuando habían llegado de nuevo a su territorio donde un alfa furioso los esperaba al lado de una madre preocupada y un chico con la sonrisa en todo su esplendor.

Su padre con suma furia se acercó a donde se encontraba mientras el joven lobo no reflejaba temor alguno.

- Quiero saber por qué hablaste con ese chico - exige su padre.

- Eso es algo que no te diré - mirándolo a los ojos.

- Claro que lo harás, estamos hablando del bien de tu manada, ¿acaso crees que está bien lo que haces?, ¿crees que está bien visto eso?, ¿qué puedes hacer lo que quieras sin repercutir en tu manada?

- No entiendo porque te empeñas tanto en que me aleje de él, de ellos, ¿por qué quieres que me case con Kate?

- Cielo, por favor - habla preocupada la madre.

- No madre, ya estoy cansado de reprimir esto, estoy cansado de desearlo durante un año y no poderlo tener, de recordar cuando tenía 5 años y no poder regresar, porque se ha ido, no puedo soportar eso ya mamá.

El joven alfa de la manada visitante solo observaba detenidamente lo ocurrido, solo pensaba en lo equivocado que estaba de su primo, en lo que había causado al contarle a su tío de lo ocurrido, mas no podía entender por qué no dejaba de pensar en aquel chico zorro, entendía que era un chico muy apuesto más a él no le gustaban los chicos, ni mucho menos de otra manada, más no podía evitar que le había gustado esa mirada determinada que tenía.

- Tío, tal vez solo necesita tiempo para entender las cosas - menciona Theo.

- ¡Tu cállate! - habla molesto el joven lobo.

- Escucha Derek, esto ha llegado demasiado lejos, como tu padre y tu líder te prohíbo rotundamente que lo vuelvas a ver y para que así sea serás encerrado en cuatro paredes para que no vuelvas a encontrarlo, serás vigilado las 24 horas del día, no saldrás de ese lugar hasta que no entiendas que eso no está bien, que tu futuro no será con él, el haber roto tu compromiso con Kate Argent no será válido, seguirá en pie porque soy tu padre - la chica sonríe- Te casaras con ella en un mes, cuando todo esté listo saldrás, te casaras y se mudaran lejos de aquí, todo estará planeado, así que será mejor que pienses bien las cosas - habla determinado el líder de los lobos.

- Cielo, no lo hagas por favor - suplica la madre.

- No Talía, he tenido muchas consideraciones con él, ya es tiempo que entienda que algunas cosas no son como uno quiere.

- Sabes que, aunque lo hagas no cambiara nada - al borde del llanto el joven lobo.

- ¡Llévenselo! - habla alto mientras cuatro miembros de la manada se lo llevan del lugar, no había marcha atrás, la decisión de su padre estaba tomada, tenía que afrontarla mas no permitiría que de nuevo decidiera por él, pensaría en algo para salir de ese lugar, pensaría en algo para superar lo que en ese momento le causaba mucho dolor.

[...]

El joven zorro se encontraba caminando con los demás miembros de su manada, todos en silencio dirigiéndose a su destino, todos con la intriga de lo que había sucedido, más nadie se atrevía a alzar la voz y preguntar, al llegar los demás miembros de la manada se encontraban a espera de su regreso, quienes al verlos llegar se acercaron para recibirlos.

- ¿Qué ha pasado? - pregunta su padre hacia el castaño.

- Hemos hablado con ellos, se retiraron y prometieron jamás volver - respondió el castaño.

- ¿Tan simple? - cuestiona un miembro de la manada.

- Si, tan simple - responde Scott.

- Me cuesta trabajo creerte por completo ya que su actitud es otra, además del olor que desprenden, es completamente de lobo, cuéntenme ¿qué ha pasado exactamente? - pregunta el líder de los zorros.

- Solo accedieron a retirarse señor, no se opusieron en lo absoluto a como pensaríamos que lo harían - habla Isaac.

- Cierto, solo se marcharon - responde Lydia.

- No mientan por favor - menciona cabizbajo el castaño - La verdad es que he visto de nuevo a Derek Hale.

Todos sorprendidos mientras uno tras otro susurraba.

- ¿Cómo es posible que me lo digas con tal cinismo?, sabes que está prohibido que lo vuelvas a ver, más aún se adentraron a nuestras tierras cuando se había hecho un tratado para ello.

El joven lobo levantó la mirada para encarar a su padre.

- No papá, solo entraron para apoyarnos en llevarse a los intrusos ya que son parientes, es por ello que tuvieron que entrar, más pidieron disculpas y dijeron que jamás regresarían.

- ¿Cómo es que estas tan seguro de ello? - pregunta el líder.

- Porque de volver tendremos que sacarlos a la fuerza - determinado.

- ¿Estás seguro que es todo lo que pasó?

- Es todo lo que tengo que decir - con eso se marchó del lugar, dejando atrás a los miembros que en realidad sabían lo que había pasado, los que sí sabían lo que habían dicho y lo que en ese momento pasaba, a un líder desconcertado mas no dispuesto a discutir, a una madre que lo seguía preocupada y a una manada feliz por los intrusos que se habían marchado.

- Stiles, hijo - trata de alcanzarlo, pero el castaño no se para.

- Déjame solo mamá - salió corriendo a toda velocidad para adentrarse de nuevo al bosque, donde sacaría todo el dolor que sentía en ese momento, el odio que también sentía, de sacar todo sentimiento reprimido de un año, de aceptar la decisión que había tomado el mismo para seguir adelante, dónde sacaría toda una sola noche a la luz de la luna y a orillas de un río.