Cuando me preguntaron si quería formar parte de la cuarta edición de Tu Cara Me Suena no me lo creía. Un programa donde te diviertes, cantas, bailas, estás con amigos, ayudas a varias ONG y encima cobrando. ¿Cómo decir que no?
Luego me enteré de que cierta morena había aceptado justo después de mí por el hecho de que yo también iría. Mi Silvia. ¿Qué decir de ella? Juntas de nuevo.
Al poco salió el casting completo y la verdad es que estaba muy contenta; conocía a unos, otros sería la primera vez que los vería... Pero todos parecían buena gente y estaba deseando trabajar con ellos.
Al llegar al hotel, que sería mi casa tres días a la semana, me dieron la llave de la habitación: 44. Cogí el ascensor y subí hasta mi planta. Al llegar a mi puerta, dejé el bolso de viaje en el suelo y me dispuse a meter la llave en la cerradura. Antes de poder hacerlo, alguien salió de la habitación de al lado, la 43. Imagínate mi sorpresa cuando veo a la mismísima Ruth Lorenzo salir y mirarme a los ojos con una sonrisa preciosa. Cerró su puerta, metió la llave en el bolso y se acercó a mí, que seguía en posición de abrir la puerta.
-- Ana Morgade, por fin nos conocemos-- dijo sonriendo aún más.
-- Eh... Sí, claro. Bueno...-- Ana, por Dios. Va a parecer que eres tonta. Bueno, más.
Ruth, aún con la sonrisa en su rostro (¿no se cansaba de sonreír tanto?) se colocó a mi lado, cogió mi mano con la suya y abrió la puerta. Luego, aún sujetando mi brazo, me hizo un gesto para que entrara con la otra mano.
Cogí la bolsa y entramos en la pequeña habitación. Volví a dejar la bolsa, esta vez al lado de la cama y me giré hasta estar cara a cara con Ruth.-- Eh, siento lo de antes. Me ha sorprendido verte. A pesar de ser famosa, me impacta conocer a otras personas y más aún cuando me gustan tanto-- confesé mirándola a los ojos.
-- Vaya, muchísimas gracias. Me alaga de digas todo eso de mí. Cuando quieras nos tomamos un café y me dices qué es lo que más te gusta de mí-- dijo guiñándome un ojo.
Al instante noté mi cara caliente.
-- No quería decir que... Osea, sí pero... Soy Ana Morgade, un placer-- cambié de tema rápidamente recordando que no me había presentado.
-- Ruth. Ruth Lorenzo. Te daría la mano, pero ya están juntas-- habló levantando nuestras manos aún unidas.
Rápidamente la retiré, notando frío en ella, y me disculpé.
-- Justo me dirigía a plató, que en media hora nos quieren a todos ahí, ya sabes. Silvia me espera abajo. ¿Te vienes?-- preguntó señalando fuera.
-- Claro, estoy deseando ver a Silvia. Somos íntimas, pero el trabajo nos distancia, ya me entenderás. Dame un segundo, que coja un bolso-- murmuré buscando en mi maleta.
-- Por ser tú, te doy dos-- hizo el gesto con la mano.
-- Muy amable-- sonreí mirando esos orbes marrones.
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Al bajar a la planta baja, vimos en recepción a Silvia, la cual hablaba por teléfono con alguien. Nos dirigimos a ella y, al vernos, se despidió y sonrió. Rápidamente se abalanzó a mí y me estrujó como nunca lo había hecho.
-- Ana, cuánto tiempo sin verte, joder. ¿Cómo te va la vida? Sigues viva, eso es bueno. Uy, te han crecido las peras ¿no? -- dijo rápidamente mirándome de arriba a abajo.
-- Ruth, no te asustes. Es así siempre. Está loca, pero es un amor de persona. La adoro-- me disculpé con la morena.
-- Las mejores personas están mal de la cabeza. Es ley de vida-- me contestó levantando los hombros.
-- Vaya, ¿ya os conocíais?-- preguntó Silvia mientras nos dirigíamos al taxi, que estaba en la puerta esperándonos.
-- Resulta que Ana y las cerraduras no se llevan bien; he tenido que abrirle la puerta de su habitación-- explicó la joven entrando en el asiento del copiloto.
Silvia rápidamente empezó a reír entrando en la parte de atrás. Yo la seguí murmurando un "muy graciosa" a Ruth.
Durante el camino, hablamos un poco de todo. Ruth parece ser un encanto de chica. Es simpática, siempre sonriendo, guapa... Ojalá cierta persona pudiera ser así conmigo.
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Al llegar a plató conocimos al resto de concursantes, al jurado, bailarines y profesores. Luego nos dieron un recorrido por las instalaciones y nos hablaron un poco del formato del programa.
Esta semana teníamos que rodar nuestras pequeñas presentaciones y el miércoles que viene la primera gala. Mentiría si dijera que no estoy nerviosa. Puede que salga en la televisión cada día, pero los nervios siempre estaban presentes.
Esa noche todos los concursantes cenamos en el hotel juntos. Todos hicimos buenas migas rápidamente, parecía que nos conocíamos desde siempre. Ah, y no podía falta el grupo de whatsapp para contar nuestros rollos. Edu lo creo llamándolo "Tuh karah me suena, surpreemoh". Muy original, oye. Luego nos hicimos todos una foto y la pusimos de perfil.
La noche acabó con todos algo bebidos de más arrastrándonos a nuestras respectivas habitaciones.
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La semana se me pasó bastante rápida entre el rodaje de la presentación, ensayos y reuniones.
Antes de que me diera cuenta, ya era miércoles y estaba en maquillaje en proceso de transformarme en Katrina.
-- Va chicos, la primera porra. ¿Quién va a ganar esta noche?-- preguntó Pablo.
-- Ruth, por supuesto-- respondí rápido de más.
-- ¿Cómo estás tan segura?-- preguntó esta vez Falete levantando una ceja.
-- Em... ¿Intuición?-- respondí de nuevo.
-- Va, va. Tranquilos. Da igual quién gane, la fiesta nos la pegamos luego igual-- habló Ruth ya medio Gagaficada.
-- Claro, como sabes que vas a ganar...-- rió el Sevilla.
-- Qué Ruth ni qué mierdas. Hoy gano yo-- se nos rebeló Silvia.-- Bueno, hoy y siempre. Por favor, superadlo ya, chicos.
-- Lleva razón, lleva razón. Perdónenos, su majestad-- se disculpó irónicamente Vicky.
Silvia asintió con orgullo mientras Adrián y Edu se partían la caja.
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Segundas oportunidades.
FanfictionUna nueva etapa en la vida de Ana va a comenzar. ¿Podrá Silvia ayudar a su amiga? Y ¿qué pintan Anna y Ruth en todo esto? [2015-2016]