¿Las personas cambian?// Breddy

Capítulo 09

- ¡Bryan, Freddy! – se escucho a unos metros, me giro para ver de donde venían esos gritos y pude ver a Alonso, quien estaba sonriendo, moviendo su mano de un lado al otro y al lado de el estaba Jos. Nos acercamos caminando a paso lento.

- Me hubiera gustado sentir tu boca húmeda en ya sabes donde – me gire y observe a Freddy, quien estaba enfadado, ya que no lo quise ayudar con su pequeño asunto y tuvo que recurrir a su fiel y buena amiga, su mano. Yo, en cambio, no hice nada. Me duele demasiado, pero mi bermuda es tan grande que no se nota, bueno, obvio, si miras bien te das cuenta que algo sobresale, pero sino no.

- No es mi maldito pro...


- Pero mira quien esta acá – dijo una voz masculina en mi espalda, lo cual hizo que no pudiera completar mi frase a Freddy – tiempo sin verte Bryan

Me gire desanimado y me le quede mirando a aquel chico morocho de ojos marrones. Lo mire durante unos segundos y aunque le veía una cara familiar, no sabia quien era

- ¿te conozco?

- ya no te acuerdas de mi Bryan... eres horrible – y fingió una tristeza – soy James... James Dewees.

- ah... si, no se quien eres, tampoco me importa – me gire para irme, pero aquel estúpido me agarro de la muñeca y me hizo girar, acercando su rostro al mío.

- no te acuerdas de tu tutor de matemáticas en la escuela, y de tu fiel cliente – me susurro en el oído y los recuerdos volvieron a mí como una ráfaga de viento.

- ¡JAMES! – grite, abrazándolo – no te reconocí, estas mucho mas flaco.

- y por lo que veo, tu estas mucho mas tatuado, y los años te han asentado bastante bien – y su mirada me recorrió de arriba abajo, para luego colocarse en mi entrepierna, notando mi pequeño problema - ¿Necesitas ayuda?

- hmm... oferta tentadora, pero no gracias James, sabes que no me acuesto dos veces con la misma persona, además – agarre a Freddy del brazo, acercándolo a mi – Tengo novio

- Me estas Jodiendo, tu Bryan, ¿con novio?

- ¿Quién es él? – pregunto esta vez Freddy, mirando a aquel chico sin ninguna expresión en el rostro. Como si preguntara por compromiso.

- James, un amigo – mentí.

- Jaajajaja, mucho gusto, James Dewees – le tendió la mano y Freddy la acepto, estrechándolas - No creí estar vivo para conocer al novio de Bryan. Es tan difícil de creer.

- ¿A si? – Freddy le seguía la corriente, haciéndose el desentendido.

- Si... muchos amigos se van a poner tristes, yo que pensaba presentarte algunos amigos, como antes.

- vámonos de acá – lo mire furioso, mientras tiraba el brazo de Freddy para irnos, pero el no se movía.

- no me digas, ¿Por qué? – pregunto Freddy, sin moverse y sonriendo.

- Ah... ¿acaso nunca te contó Bry como hizo para tener tantos tatuajes en el cuerpo y comprar su primer guitarra?

- Si supiera no te estaría preguntando

- Pues, veras...

- Cállate James – le dije, enfrente de él, agarrándolo del cuello de su remera, mirándolo con furia en los ojos – segue hablando y despidete de esta vida – le susurre, y me acerque mas a su oído – no sabes cuantas personas harían lo que fuera por que me acueste de nuevo con ellos sin cobrarles – le susurre para que él solamente escuche y al cabo de unos segundos pude sentir su cuerpo temblar.

- Yo... - se soltó rápido de mi agarre y retrocedió unos pasos – me tengo que ir. Chau – se giro y salio corriendo.

Coloque mis manos en los bolsillos de mi bermuda, me gire mirando a Freddy, quien solo sonreía divertido

- ¿Que te pasa idiota?

- Nada, solo que jamás pensé que era cierto que cobrabas por tus servicios, tuve que haber aprovechado cuando fue gratis

- Nunca miento – susurre, mirando al suelo, para luego mirar al frente y ver la cara de sorpresa de Alonso y Jos, quienes desde lejos parecían no entender nada – solo le miento a una persona – lo mira a los ojos y su sonrisa se borro de a poco, dejando una mirada de asombro.

- no vallas a llorar – me advirtió con un deje de preocupación en su rostro.

- no recuerdo como se hace – sonreí de lado tras decir eso, y agarre su mano entrelazando nuestros dedos – terminemos esta cita de una buena vez que tengo que estudiar – dije mientras le sonreía mostrando mi dentadura por completo.

Asintió levemente y comenzó a caminar hacia donde estaban los demás, yo iba detrás de él, sin soltarle la mano.

¿Por qué no quería que Freddy se enterara de eso? Me vino a la mente, supongo que es porque no quiero que sepa mucho de mi. Nadie sabe mucho de mí, solo mi madre sabe de mi infancia, pero nunca jamás le pude contar a otra persona lo que me pasaba. Todos piensan que soy el típico chico que se acuesta con cualquiera y que no le importa nada.

Que gran error, si... es verdad, me acuesto con cualquiera sin importarme ni el sexo ni el lugar, pero cometen el estúpido error de pensar que no me importa nada, Soy una persona, me importa mi futuro, me importa mi madre y aunque no sea mi padre biológico, me importa mi padrastro.

- Hola – dije una vez estuve enfrente de la parejita, me acerque a Alonso, dándole un beso en la mejilla y después a Jos, haciendo exactamente lo mismo – Que emocionante que salgamos en pareja – dije con una sonrisa.

- si, verdad que si – dijo Jos con una gran sonrisa, mientras juntaba sus dos manos – siempre quise salir con mi hermano, mi cuñado y obvio, mi hermoso novio.

- Uff... yo también – le conteste aun sonriéndole.

- ¿Enserio?

- No te das una idea – y mi tono fue completamente sarcástico, pero al parecer solo Alonso y Freddy lo notaron

- y tu decías que no iba a querer venir – le dijo a Alonso, retándolo, en ese momento gire mis ojos hacia el costado y suspire pesadamente.

- Fredd... amor, tengo hambre, ¿me compras algo? – le sonreí dulcemente, mientras le daba un pequeño beso en la mejilla y pude ver como rodaba sus ojos en forma de fastidio.

- Si amor, ya vengo – me contesto con una sonrisa en los labios.

- Te acompaño – le dijo Jos, acercándose a él y ambos se fueron caminando. Me les quede mirando hasta que la mirada penetrante de Alonso me saco de mis pensamientos - ¿Qué pasa?

- ¿Qué fue lo que paso hace un momento Bryan? ¿Quién era ese chico? ¿Qué te dijo para que te enojaras?

- no estaba enojado – me defendí.

- no te conozco hace mucho Bryan, pero se cuando estas enojado y cuando no.

- él solo fue un error en mi vida del cual nunca me voy a arrepentir – le conteste con una gran sonrisa. Y no es mentira.

James fue quien me dio la idea de "venderme" para poder tatuarme mi cuerpo. Él me conseguía los clientes, algunas veces eran viejos, otras adolescentes, algunas otras mujeres. Las edades siempre variaban, y la cantidad también, algunas veces parejas pagaban para tener un "Trío".

Es verdad que no me acuesto dos veces con la misma persona, pero antes, si había dinero de por medio, no me importaba. Ellos compraban mis servicios y yo gustoso aceptaba.

James era uno de los tantos que me pagaban por tener sexo, le encantaba ser el activo, a pesar de que tenia novia, prefería invitarme a su casa con la excusa de que era mi tutor, y cogerme salvajemente. Era bastante bueno, diría que demasiado y MIERDA, recordar viejos tiempos me ha puesto mas duro de lo que estaba y ya dolía demasiado.

- Alon, voy al baño – le dije con una sonrisa en los labios – mándame un mensaje en donde van a estar – después de decir eso, no le di tiempo a contestar y Salí apurado, buscando con la mirada a alguien para calmar este dolor, ya que no me gustaba recurrir a mis manos. Abre estado unos 5 minutos que para mi fueron horas, hasta que tope la vista con una chica que miraba mi entrepierna y se mordía los labios, al levantar la mirada le hice una seña con la mano y después mire hacia donde estaban los baños, ella sonrío, se acerco al chico que estaba al lado suyo hablando con otro y le susurro algo.

Me gire yendo a los baños, observando que no haya nadie, al comprobar que estaba solo, me recosté contra la puerta y cuando aquella chica paso por al lado la agarre de la muñeca y la metí adentro, colocándole traba a la puerta.

- ¿tu novio? – le pregunte con una sonrisa, mientras sentía la mano de aquella chica adentro de mi boxer.

- No se va a enterar – me susurro y me beso.
*
- Entonces Bry, ¿hace mucho que salen con mi hermano? – vieron esos momentos en la vida en que te gustaría golpear a alguien con un hacha, a lo vikingo, bueno, este era ese momento.

- Mmm... - me quede pensando unos segundos y una idea divertida vino a mi mente por lo que le sonreí dulcemente mi "cuñado" – bueno...si, en realidad al principio era solo sexo, sexo, sexo, en la cocina de casa, en el patio, en el auto, en las plazas, en los baños públicos de donde salíamos, a cualquier hora, pero después de tanto buen sexo, también comenzamos a conocernos y bueno... ya ves, ahora somos novios – le conteste sin borrar la sonrisa, mientras veía como la mandíbula de Alonso, Jos y del mismo Freddy habían sucumbido ante la gravedad y sus bocas estaban completamente abiertas. (*)

Jos giro su rostro en dirección a donde estaba Freddy y se le quedo mirando sorprendido. Freddy se sonrojo y bajo la mirada.

- pensé que no te acostabas dos veces con la misma persona – volvió a hablar Jos, mirándome esta vez a mi – por lo menos, eso es lo que se habla de vos.

- Si, bueno... eso era antes – me quede unos minutos en silencio, sin quitar mi sonrisa – obvio, antes de sentir la fuerza y pasión con la que Freddy se de... - no pude terminar de hablar, ya que el mismo Freddy, me tapo la boca con ambas manos.

- Creo que ya hablaste suficiente mi amor – dijo apretando los dientes, con una sonrisa forzada.

Pase mi lengua por la palma de su mano y gemí suavemente, para que solo ellos me escuchen, enseguida Freddy quito la mano de mi boca.

- Mejor vamos a los juegos – Cambio drásticamente de tema mi buen amigo Alonso, mientras se levantaba – ¿por que no vamos a la montaña rusa?

- Me parece bien – le contesto mi "cuñadito" levantándose también de aquel asiento - ¿Vamos? – nos pregunto con una dulce sonrisa.

- me parece bien

- Paso – dije yo, mientras miraba para otro lado desinteresado, observando que una chica que conocía iba hacia el samba – creo que quiero ir al samba primero – dije con una sonrisa, levantándome de mi asiento y caminando a pasos rápidos hacia aquella chica – ¡Ahora no me piensas saludar Jam! – dije una vez estuve a tan solo metros de ella, la nombrada se giro y me quedo mirando y al cabo de unos segundos se le dibujo una sonrisa.

- ¡BRY! – Grito, corriendo los pocos metros de distancia que nos separaban y se tiro encima mío abrazándome – Te extrañe mucho Bry – y me dio un pequeño beso en los labios.

- Yo también – le conteste con una sonrisa – Volviste para quedarte me imagino.

- No Bry, estoy de vacaciones, en una semana tengo que volver a Francia a seguir mis estudios – y se formo un pequeño pucherito en sus labios.

- ¿y por eso no me ibas a avisar que volviste? – le pregunte, haciéndome el enojado y ella solo rió ante mi pregunta.

- Te llame, pero al parecer alguien cambio su numero de celular y no me aviso

Solo volví a reír y le pedí perdón, para luego volver a darle un pequeño beso en los labios.

- ¿Y ahora ella quien es?

Ambos miramos para un costado para ver a Freddy parado al lado nuestro y a diferencia de cuando vi a James, pude notar un poco de enojo en su mirada.

- Hola – le dijo Jamia con una gran sonrisa, dejando de abrazarme – mucho gusto, me llamo Jamia Nelson, y soy la mejor amiga de Bry.

- Déjame adivinar, ¿también te acostaste con él? – pregunto Freddy y Jamia comenzó a reír tras su pregunta.

- no sabia que tenias novio Bry, no me contaste – me dijo dedicándome una gran sonrisa, mientras acariciaba mi mejilla, solo cerré mis ojos y apoye mi cabeza en su mano.

- Sabes que no soy muy amigo del Internet – le conteste, abriendo mis ojos y devolviéndole la sonrisa.

- Jajajaja, tenes razón, no se en que pensaba, pero bueno... Después mándame un mensaje a mi correo y pásame tu numero, ahora me tengo que ir – se acerco de nuevo y me dio otro pequeño beso en los labios, miro a Freddy, le sonrío y se fue caminando.

- Así que el famoso Bryan si esta enamorado – dijo Freddy una vez Jamia se fue.

- no... no es amor lo que siento por Jamia – le conteste, mientras le sonreía dulcemente – es respeto – y di por finalizada la charla, yéndome caminando.

Cuando tenía 15 años, conocí a Jamia, ella es una chica hermosa, o por lo menos, para mis ojos lo es. Nunca fue el prototipo de chica flaca. Tampoco es Gorda, ella era normal, y su sonrisa es perfecta para mí.

La conocí cuando me acosté con su hermana. Ese día recuerdo que después de hacerlo me levante y baje a la cocina a tomar algo y ahí la vi, ella al verme solo sonrío. Me acerque y me senté en el sillón con ella y comenzamos a hablar.

Desde ese día comenzamos a vernos mas seguido, tomábamos un café o aveces un helado, íbamos al parque y a veces me quedaba a dormir en su casa o ella en la mía.

Nunca paso nada.

Cuando cumplí los 17, Jamia me dijo "Bry, deja de lastimarte" me reí y le dije que me gustaba mucho mis tatuajes, ella negó con la cabeza y me acaricio el cabello "No me refiero a eso, me refiero a esto" y toco mi pecho.

Ese día creí estar enamorado de ella, pero cuando le pedí salir, ella se negó diciéndome que no iba a ser una mas de la lista, se acerco a mí y me dio un pequeño beso en los labios, luego me pregunto "¿Sentiste algo?" y no, no había sentido nada tras su pequeño beso. Con el tiempo me di cuenta que lo que siento por ella es parecido a lo que siento por mi madre, tal vez, para mi Jamia es como una hermana.

- si no es amor, ¿por que te beso? – y sin darme cuenta, Freddy me había agarrado de la muñeca y me había acorralado contra un pequeño callejón que había donde estaban los puestos de juego.

- no siento nada cuando lo hace – le confesé sin dejar de mirarlo a los ojos – nunca siento nada, solo cuando tengo sexo, ni siquiera cuando me masturbo siento placer – y dejo de hacer fuerza en su agarre.

Me quedo mirando y pude sentir lastima en su mirada, odiaba que me miraran con lastima. Baje mi mirada y cuando me quise ir de ahí, él no me dejo. Me agarro de la cintura con ambas manos y me acerco a su cuerpo. Alce mi mirada buscando la de él, pero tenia los ojos cerrados.

- ¿Por qué cuando te miro, aunque tus ojos no se enrojezcan, aunque no haya lagrimas, porque parece que estas llorando? – me pregunto y me abrazo – no lo entiendo, ¿Por qué?


Cerré mis ojos y deje que mi cabeza reposara en aquel hombro que tenia enfrente, mientras en mi mente solo había una respuesta "no lo se".