Mi Error Favorito

Capítulo 20: Momento "hermanal"

Todo se volvió  negro. Duró apenas un segundo. Alguien estaba sobre mí. No tuve oportunidad de formular mi pregunta completa. Era William. William estaba besándome. Le devolví el beso pero me detuve para conseguir aire, él bajó su mano a mi cadera y siguió desplazándola.

—Will, yo no...—Su olor a alcohol me impregnaba y era asqueroso. Agrio. No me permitió, nuevamente, terminar la oración. Mi corazón se comenzaba a acelerar, traté con mis manos empujarlo. Pero no podía, él tenía una fuerza importante, después de todo era un jugador de fútbol—. Mierda, William.—Pude decir para que se apartara. Para decirle de una vez por todas que nosotros no éramos nada, en absoluto.

Pero el efecto no fue el deseado. Él se apretujo más hacia mí. Traté de buscar con mis ojos algún testigo pero estaba oscuro y con la tenue luz no divisé nada.

Cansada de ser la princesa en espera de su rescate, actué. Hice lo que tenía que hacer. William saltó hacia atrás, retorciéndose en el suelo, agarrando dolorosamente sus partes íntimas. Gruñendo.

—Aléjate de mi hermana, estúpido.—Golpearon a William en la mejilla, luego de un segundo, el movimiento se vuelve a repetir. Aiden estaba golpeándolo, repetidamente.

Luego, paró. Will sangraba por su nariz y seguía manteniendo sus manos sobre su pantalón.

—¿Hermana?—Pregunté enarcando una ceja una vez que Aiden me miró. Él se encogió de hombros.

—Un gracias estaría bien.—Contestó.

—Te lo diría, pero en realidad ya lo había golpeado en sus bolas. No necesitaba tu ayuda.—Dije todavía mirándolo ceñuda—. Pero gracias.—Admití terca. Él sonrió con suficiencia pero no dijo nada al respecto.

—¿Necesitas algo?–Preguntó.

—Que me lleves a casa.—Dije frunciéndole el ceño a mi ex-conductor, que estaba tirado en el suelo. Volví mi vista hacia mi hermanastro, este miraba hacia dentro de la fiesta—. Oh, claro. Estás con alguna de tus novias.

—No importa.—Dio como respuesta luego de unos segundos. Sacó de su bolsillo unas llaves y me las dio—. Ve al auto, en seguida voy.

Con esto último, ingresó en la fiesta y yo, como él dijo, fui al auto.  En él, encendí la calefacción y tomé mi celular. Leí el mensaje de Dylan que había recibido hace unos minutos.

¿Hablaste con él?

Con mis dedos en el teclado, escribí la respuesta.

Créeme, quedó más que claro.

Terminé de escribir el mensaje en el segundo en el que Aiden entraba al auto. Su mejilla estaba marcada con unas líneas rojas y era de suponer que Sierra o su otra novia lo haya abofeteado por abandonarla en la fiesta.

Aiden encendió el auto y condujo por varias calles. Ninguno hizo algún comentario.

—Gracias.—Suspiré luego de un gran silencio. Esto era incómodo. Demasiado.

—De nada. Si me dieras una oportunidad para dejar de juzgarme, te darías cuenta de que puedo ser un gran hermano.—Dijo serio mirando la carretera—. Eres mi hermana y te quiero.

Lo miré atónita. Sin poder decir nada a sus palabras. Él me miró un segundo y luego una sonrisa burlona se formó en su rostro y soltó una carcajada.

—Nah, mentira.—Dijo riendo—. Me enteré que Grayson estaba mirando más de lo permitido a Sierra y no iba a permitir eso.—Asentí entendiendo. Esa razón parecía más lógica.

Llegamos a nuestro destino, nada menos que nuestra casa. Aiden apagó el motor y abrió su puerta.

—Pero tampoco iba a dejar que ese tarado te hiciera algo.—Dijo sin mirarme y salió del auto. Yo también lo hice, sonriendo mentalmente.

Ja, yo le importaba a Aiden. Aunque sea mínimamente, lo hacía. Tuvimos nuestro momento hermanal.

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Hola, este capítulo les dejara conocer más  a Aiden. También, sabrán que Grayson sí resultó ser un idiota, pero Charlie lo sabe manejar sin ayuda de ningún héroe. Me gusta Aiden, no sé por qué, Jajajaja. Gracias por leer.
Adiós, Mitch.