Capítulo 34: Entre Ex-Novios

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Charlie POV

—Iré a visitarte en Nueva York.—Kyle confesó—. No te librarás de mí.—Me amenazó y yo reí.

—¿Acaso sería de otra forma?—Pregunté sonriendo, mi rostro cambió y cerré mis párpados—. Ojalá también así fuera con Dylan.

—Sí...—Se lamentó Kyle, él de verdad entiende que quería a Dylan—, lo siento mucho.

—No es como si fuera tú culpa.—Me encogí de hombros.

Estábamos en la sala de su casa viendo una película. Y por más que quisiera, no podía concentrarme. Faltaba tan poco.

—Vamos, Tay-Tay. No me gusta verte así.—Suplicó Kyle mirándome fijamente.

—Perdón.—Sacudí los problemas e inquietudes que tenía y decidí concentrarme en otra cosa—. ¿Qué harás tú?—Indagué.

—Me quedaré aquí, créeme, una vez que estás en casa luego de dos años, no quieres irte.—Se encogió de hombros y volví mis ojos a ver la película que se reproducía en la televisión. Ni siquiera Ashton Kutcher podía alegrarme ahora.

Dylan POV

—¿Podré ir a visitarte?—Thom, mi hermano pequeño, dejó de jugar a su videojuego y me observó.

Extrañaría a este pequeño enano.

—Por supuesto que sí.—Exclamé revolviendo su cabello—. Cuando quieras.

—¿Y no te olvidarás de mí?

—¿Tengo otra opción?—Bromeé y él dio una pequeña sonrisa.

El timbre de la casa sonó y volteamos nuestras cabezas. Le di una mirada a Thom por si esperaba a uno de sus amigos pero él solo negó con su cabeza.

Fui hacia abajo y abrí la puerta. Esta sería la persona que menos quisiera ver ahora. Y no, no hablaba de Grayson.

—Hola, cariño.—La chica de la que una vez me enamoré, habló. Yo solo me quedé mirándola, estático en la puerta. ¿Qué quería con esto?—Sé lo que estarás pensando...

—Créeme, si lo supieras no estarías aquí, hablándome.—Le dije a Sabanna. Estaba alterado, estaba molesto. ¿Qué hacía ella aquí?

—Solo quería...

—Cualquier cosa que quieras, no la obtendrás conmigo.—Insistí, no podía creer que no le haya cerrado la puerta en la cara todavía.

—...quería decirte lo siento.—Bien, esto no me lo esperaba. Si hay algo que aprendí de Sabanna, ella no se disculpa por sus acciones. Siempre busca excusas y justificaciones—. De verdad, lo siento.

—Lo que pasó en esa fiesta...—Prosiguió y escuché con atención.—Ella nos era de esas malas personas a simple vista, como Scarlet o esas chicas que son crueles con todos. Sabanna era diferente, ella atacaba en silencio. Una vez que te dabas cuenta de que no era lo que pensabas, ya estabas atrapado en su telaraña—, no besé al primer chico que vi. Tú no estabas prestándome atención por días, y estábamos teniendo estas peleas todo el tiempo. Así que...

Ahí estaba la Sabanna que conocía. La que excusa todo y ella jamás era la culpable. Siempre tan Madre Teresa.

—...lo besé, sí. Pero tú estabas tan diferente, no eras el mismo que conocí, ese chico con el que me tocó hacer el proyecto de ciencia...

—Yo nunca cambié, Sabanna, yo descubrí quién eras. Una persona manipuladora y obsesiva. Y extremadamente, territorial.

—Cariño...—Ella negó con su cabeza y alzó sus cejas, pareciendo sorprendida—, yo no soy nada de eso.

—Sí, lo eres. Y creo que ni siquiera lo sabes.—Le respondí.

—Supongamos que lo fuese, ¿No crees que Charlie lo es también?—Preguntó condescendiente—. Sé que salió con William, si ella estuvo con él para darte celos, no me imaginó que podrá hacer...

—Charlie no sabía quién era Grayson, ella no sabía que él y yo tenemos nuestras cosas.—La defendí. Aunque no era necesario, no con Sabanna—. Y no fue por celos, fue por qué le rompí él corazón gracias a ti. Y ella hizo lo que pudo para...

—¿A mí?—Ella rió en seco—. No soy la villana aquí. Y te recuerdo que no sufriste mucho por ese estúpido beso, ya que estabas muy ocupado con esa chica. Así que piénsalo bien, no soy la mala aquí.

—¿Tratas de convencerme mí o a ti misma?—Pregunté antes de cerrar la puerta.

Sí, esa noche tal vez fue un error, tal vez no tuvo que haber pasado, después de todo me acosté con otra chica que no era mi novia y aunque era muy difícil de admitir que lo hice, no me arrepentía de Charlotte. En fin, no desperdiciaría mi tiempo con chicas como esa, Sabanna, no cuando tenía a alguien llamada Charlotte.

Mi Error FavoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora