MÚSICA, JAMÁS OLVIDAS

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Obviamente no todo en este mundo es malo, no. Y pues como ya dije la música era y es mi mayor motivo para vivir aunque a veces me producía depresión infinita en las noches, sin embargo esta me acompañaba todas las noche malas o buenas. Con más de mil temas diferentes y unos pocos iguales pero en diferentes versiones. Con no sólo Metal y rock, si no que también electro, clásica, hip hop, reggae, pero ni un sólo reggaetón. Eso jamás.
Diré una cosa, antes, más antes de esto, yo escuchaba reggaetón, si, pero ¿saben por qué era que escuchaba eso? Por el simple motivo de que es la moda y yo no conocía nada más, aparte de eso.

Ahora mi pasión era y es el metal, el rock del diablo como dicen por ahi, pero pues eso me daba igual y si, me sigue dando igual, yo sólo escucho porque en serio es algo muy bueno, no porque tiene que ver con Satán, y eso, porque el black metal es el único más que todo el que sólo habla de satanismo. Los demás tienen letra normal, y si, mejor que todo el reggaetón, y no sólo lo digo yo, lo dicen muchos, si alguna mujer lee esto, vamos, entiendan, en el reggaetón y ofenden y te llaman puta, ahí creen que el amor es sólo el sexo, el amor es mucho más que eso, es estar cogidos de la mano el uno al otro, es tener abrazos sinceros, es dar besos apasionados, es escribir cartas, dar flores, chocolates, salir a caminar, estar sentados riendo toda una tarde, es consolar el uno al otro cuando esté mal, sea por lo que sea, es escuchar horas y horas así sea de pendejadas o cosas interesantes, es estar amandose de verdad, no sólo con el sexo, entiende, en el reggaetón te llaman ¡¡puta!!. En fin, es una mierda total para mi.

Luego del 24 de diciembre estaba ya bien, y las noches eran buenas, no hablaba con nadie pero me sentía bien, no se por qué. Sólo escuchaba mi música cada rato sin motivo alguno, y era feliz.

En momentos en que escuchaba thrash metal lo que quería era pogear, si, la danza del metal, y se me dio por ir a un toque a gozar de la vida, esperé demasiado pero valió la pena, fue un gran toque, aunque no iban bandas muy conocidas ni famosas, estaba las locales y no eran malas, tenían buena energía.
Al acabarse el toque, salí hacia donde un primo, otro amigo, con el también había pasado la mayor parte de mi vida, y pues iba allá porque yo vivia lejos, a las afueras de la cuidad y el en el centro por decirlo así. Entonces al salir me dirigí allí, de milagro estaba porque siempre se acostumbra a salir y no para en la casa, a mi la calle me da fastidio, ver tanta gente que es feliz o aunque sea aparentan serlo, o que simplemente ya han superado mi problema, pues yo aún no lo hacía.
Entré y de una a robarle WiFi, y estar buscando nueva música, nueva para mi, descargando hasta donde de la memoria del celular. Nunca me cansé de descargar música, yo tenía esa frase metida en la cabeza, "entre más música conozcas, más feliz serás", y pues no era suficiente para mi, nunca lo fue, siempre quería más y más, supongo que era una obsesión, un vicio, pero el mejor vicio que puede existir, y aún soy así, adicto a la música, siempre será mi motivo para vivir, o hasta algunos momentos, porque aveces la música me ayudaba a deprimirme más y más.

En la casa no tenía mucha interacción personal, siempre estaba en mi cuarto o afuera de la casa escuchando música, mirando los árboles moverse por la brisa, mirando sin mirar, sumergiendome en la música, tocando guitarra imaginaria o batería, la mayor parte era la batería, siempre quise tocar la batería. Y si, lo hice.

También aveces en el colegio iba era por escuchar música sin que nadie me jodiera, sentado en mi pupitre sin hacer nada más que eso, escuchar musica, sin embargo no faltaba el o la que viniera a joder y interrumpir la gozadera, en fin, actuaba como si nadie me importara, y lo peor de todo es que así era. Aveces se burlaban de mi pero me daba igual, sólo me ponía mis audífonos, cantaba con voz gutural, tocaba la guitarra aérea, movía mi cabeza de lado a lado. La sensación de hacer eso era y es muy buena.

Muchas veces me hablaban chicas y yo fingia que las escuchaba, ni las mujeres me interesaban, se les notaba a leguas el interés. En fin. Más o menos así era mi vida antes de cambiar, durante toda esa mierda que pasé, pero esto era lo bueno, o eso creía.

En El Fondo De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora