Capítulo 3.

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El profesor comenzó a asignar los sitios y compañeros.
- Susan, usted irá con el señorito Gilbert.
- Genial, el empollón de la clase, woah qué divertido me lo voy a pasar este año... —Musitó Susan—.
- Señorita Luisa, usted que parece hablar a toda persona que le habla, le pondré con Adam, el chico nuevo, puesto que es callado, y eso le ayudará a no desconcentrarse y ponerse a hablar.
(Sí, seguro que no me desconcentra nada...) —Pensó Luisa—.
Cada alumno se sentó en su sitio, y Luisa llevó sus cosas al pupitre que estaba al lado de Adam.
- Hola, yo me llamo Luisa, y... Parece que voy a ser tu nueva compañera.
- No me gustan las charlatanas. —Dijo Adam—.
- Ni a mí los que van de chulitos, ¿sabes?
- Genial, entonces no nos llevaremos bien y podremos seguir con nuestras vidas. Simplemente haz como que no existo, ¿vale? Yo haré lo mismo contigo.
- Vale. —Dijo Luisa—; no le gustaba nada la actitud de Adam. Pensó que todo lo que tenía de guapo lo tenía de estúpido. Genial, así estaría atenta a las clases. Aunque pensó que eso no sería muy fácil.
- Por cierto, —dijo Luisa—, podrías ser más simpático, ¿no? Que yo sepa no te he hecho nada. ¿Te gusta ir de tipo duro por la vida?
- Soy un tipo duro, no te gustaría estar en mi vida... —Dijo Adam—.
Esas palabras hicieron pensar a Luisa, la cual se calló, y solo se dedicó a atender en clase, aunque miraba de reojo a Adam y este parecía que no miraba otra cosa que a ella. Eso la inquietó, pero le gustó sentirse observada por él.

Un amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora