Querido Justin (2da Temporada)

02: Verte de nuevo

A pesar de esta en un centro comercial, la tensión se sentía como si estuvieran en el lugar más pequeño posible.
Ambos se miraban, más ninguno hablaba, Justin al igual que Emma estaba nervioso, los años a su parecer, no habían pasado en ella.

Emma veía diferente a Justin, a pesar de casi llegar a los cuarenta años, estaba muchísimo más guapo que antes, su cuerpo más definido, su rostro más maduro, mas su cabello seguía igual de rebelde que antes.

-Ho... Hola Justin ¿que haces aquí.- Emma se dio cuenta que sus hijos miraban dudosos la escena así que decidió actuar normal.

-Es un centro comercial Emma, vine a hacer lo mismo que tu.- ¿como no lo había pensado? Sentía su cara arder de vergüenza.

-Gracias por ayudar a mi hija, estaba a punto de volverme loca.- paso una mano por su cabello e hizo una mueca, Justin miró a ambos niños y sonrió con gusto.

Le parecieron los niños más hermosos del mundo, desde que Emma le escribió la carta diciéndole que tenía dos niños, pasaba horas imaginandolos, pensaba en si se parecerían a Emma o a Ryan, de lo que estaba seguro es de que sin importar el parecido a otra persona esos niños serían hermosos.

Se sintió honrado al saber que el niño se llamaba igual que el, y se extrañó al saber que Ryan había aceptado, eso hablaba muy bien de el.

-No agradezcas, lo hubiera hecho con cualquier niño, pero Amanda debes prometerle a tu madre no volver a desaparecer de esa forma, hay hombres malos que les gusta robar niñas bonitas.- Justin se agachó a la altura de la niña, y ella estaba fascinada con aquel hombre que la había rescatado.

-¿Te sabes mi nombre?.- exclamó Amanda sorprendida, Justin río y asintió.

-Asi es y también se el tuyo.- apuntó al gemelo de Amanda, el niño totalmente celoso de aquel hombre desconocido para el se burló.

-Tu no sabes mi nombre, no eres ningún mago.- Drew se cruzó de brazos y miró hacia otro lado molesto.

-Claro que lo se, y no es porque sea mago, pocas personas tienen el poder de adivinar cuando otra persona se llama igual que el.- se acercó ahora al rubio, Justin sabía que estaba celoso, al ver a sus dos mujeres platicar con un extraño y eso le resultó adorable.

-¿Te llamas Drew?.- miro el niño sorprendido a Justin pero después recobró la postura de molesto.

-Justin Drew Bieber, un placer jovencito.- le tendió la mano al pequeño y este accedió, le caía bien Justin pero debía mantenerse fuerte ante su hermana y su madre.

Emma veía la escena con ternura, por un instante sintió que aquellos pequeños y Justin eran una sola familia y esa sensación le encantó, pero no era posible, lo sabía y se lo recordaba cada día si era necesario , cuando tenía ganas de correr a buscar a Justin y pedirle un nuevo comienzo.

-Yo creó que debemos irnos niños, no he terminando la comida y se hace tarde.- tomo a los gemelos de las manos dispuesta a irse, Justin sólo los miraba. Amanda se soltó de su brazo y fue hacia Justin para aferrarse con sus pequeños brazos a este.

-¡Que Justin venga con nosotros!.- Emma se sorprendió ante la gran aceptación que su hija tenia por el, no sabía que contestarle por dentro se moría de ganas y le agradecía a su hija por haber dicho eso pero ella sabía que eso estaba mal.

-Me encantaría ir con ustedes a comer, pero yo tengo mucho trabajo y su madre debe estar muy ocupada, que te parece pequeña si mejor el sábado los llevo a ti y a tu hermano por un helado, eso si tu madre acepta.- ambos niños veían a su madre inquietos por la respuesta que daría.

Emma tuvo que pensarlo bien, sabía que sus hijos a su lado no correrían peligro, pero dejarlos ir significaba abrir un nuevo vínculo con Justin y la sola idea le aterraba tanto como le gustaba.

-Siempre y cuando hagan sus deberes.- Amanda salto de alegría y Drew por un momento celebró.

Justin al igual que los gemelos estaba feliz, el no quería llevarlos por un helado para hacerse a Emma, en verdad les había simpatizado los gemelos, aunque pensándolo mejor era una gran excusa.

-Te dejó mi número Emma, para que llames el viernes y confirmar eso.- Emma guardó la tarjeta en su bolso rápidamente.

-Hasta luego Justin gracias de nuevo.- le sonrió Emma para después darse la vuelta con sus hijos.

-De nada y ¡Emma!.- gritó fuerte, Emma giró su cabeza para verlo mejor.

-Verte de nuevo a sido lo mejor que me ha pasado estos 7 años.- lo dijo dándole la sonrisa más grande que tenía.

-¿Cuentas el tiempo?.- le dijo ella burlándose.

-Cada día, cada minuto lo he contado.- le guiñó un ojo, Emma se estremeció por completo y se dio cuenta de algo; el seguía teniendo el mismo efecto sobre ella.

EN MULTIMEDIA: AMANDA Y DREW

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(Alejandra Santoyo)