03: Papá

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No dejaba de sonreír, verla en el centro comercial había sido lo mejor que le había pasado durante 7 años, durante todo ese tiempo, imaginó el momento en el que la volvería a ver, y sintió lo mismo que la primera vez.

Ese cosquilleo en el estómago, que le indicaba que ella era el amor de su vida. Al verla con sus hijos le hizo arrepentirse enormemente de la estupidez que cometió año atrás, ella podía ser su esposa, ellos podrían ser sus hijos, esa podría ser su familia.

Estacionó el auto frente a su casa y bajo de el, caminó lento hacia la puerta y la abrió, el frío de siempre lo recibió, a pesar de haber pasado años no se acostumbraba a que nadie lo estuviera esperando en casa, a llegar que no hubiera una cena sobre la mesa, un abrazo de Emma no lo iba a atrapar.

Como siempre el ordenó su cena y la comía sólo, toda su vida era en soledad. Fue a dormir y miró la cama con nostalgia, siempre se acostaba en el lado derecho de la cama, el lado izquierdo donde Emma solía dormir estaba intacto como cada noche. Extrañaba sentir su cuerpo por la noche, y a pesar de que la soledad le causaba inquietud nunca, ni una sola vez, buscó otros brazos, otros besos, otro cuerpo en el cual saciarse, el le sería fiel a Emma, por el resto de su vida.

Emma no dejaba de pensar en lo que hace unas horas había pasado, aún no podía creerlo, por más que lo pensaba no le cabía a la cabeza.

El ruido de la puerta abrirse la saco de sus pensamientos, era Ryan quien recién llegaba del trabajo, ella le sonrió y camino hacia su esposo y lo recibió con un beso cálido, como cada día.

-Sin duda la mejor parte del día es esta.- exclamó Ryan echando su cabeza hacia atrás.

-¿Cómo te fue cariño?.- le ayudó a quitarse la corbata a Ryan.

-Fue un poco cansado, es periodo de exámenes y debo revisar trabajos, proyectos de cada alumno.- bufó con fastidio.

Emma camino con el hasta llegar a la sala de estar, de pronto las risas de los gemelos se escucharon desde la escaleras, ambos, al ver a su padre, corrieron hacia el y lo llenaron de besos y abrazos.

-¿Cómo están mis pequeños, se portaron bien?.- desdenó el cabello de sus hijos y estos se rieron.

-Nosotros siempre nos portamos bien papi, ¿verdad mamá?.- Drew vio a su mamá.

-Asi es cariño, tus hijos son unos angelitos.- dijo Emma con ironía, esos niños eran un verdadero terremoto juntos.

La familia estaba reunida en la cena, mientras Ryan contaba como fue su día dando clases Amanda preguntaba que eran ciertos términos matemáticos que su padre decía Drew se mantenía callado y serio.

-¿Qué pasa campeón, no has hablado en toda la cena?.- preguntó Ryan al rubio.

-Nada, es sólo que pensaba en lo que paso hoy en el centro comercial.- dijo de mala gana.

Emma casi se atraganta con un pedazo de carne al escuchar a Drew decir eso, Ryan le dio pequeños golpes en la espalda para que pudiera tragar la carne.

-¿Qué paso en el centro comercial Drew?.- preguntó Ryan dudoso, el pequeño vio a su madre y sintió arrepentimiento de haber hablado. Miró a su hermana y esta acudió a su rescate.

-Por un momento me perdí en el centro comercial, y un señor me ayudó a buscarla, era amigo de mi mamá y nos invitó a comer helado el sábado.- Ryan se sorprendió ante lo rápido que habló su hija.

Emma movía la cabeza en negación y Drew la miraba mientras le decía "lo siento" para ser pequeño el entendía cuando debía hablar y cuando no.

-¿Ya terminaron?.- los gemelos vieron sus platos y asintieron.
-Entonces vayan arriba yo en un momento voy a ayudarlos a arroparse ¿si?.- ambos obedecieron , cuando se fueron Emma miro a Ryan.

Debía decirle la verdad el siempre era sincero con ella, no podría ocultarle algo así, esto definitivamente le traería problemas.

-¿Y bien cariño, a que hombre se refería Amanda?.- Ryan siguió disfrutando la cena mientras Emma buscaba las palabras correctas.

-Pues... a alguien... Un viejo amigo... Ryan no quiero que te molestes, pero tampoco quiero mentirte.- Emma bajo su cabeza y Ryan la tomó del rostro y beso su frente.

Ryan era un hombre comprensivo, atento y sensato, no se enojaba por estupideces sin sentido, pero esta no era una estupidez, era algo serio.

-Vamos preciosa, no me molestaré en absoluto, sólo dime la verdad tal como es.- apretó la mano de su esposa y sonrió.

-Justin, Justin es el hombre del que hablaba Amanda, el la ayudó a buscarme sin saber quien era su madre, Justin obviamente me saludo y ahora los niños piensan que somos amigos, Amanda lo invitó a comer hoy pero el no pudo y a cambio le ofreció a ella y Drew llevarlos a comer un helado.- el semblante de Ryan era serio, su mandíbula estaba totalmente apretada.

Se sentía la tensión entre ellos, Ryan no estaba enojado con Emma, tampoco con Justin, tenía miedo, de que el y los niños supiera la verdad y perder a su familia.

-Muy bien.- suspiró hondo. -Los niños no tienen la culpa de lo que hicimos Emma, y aunque me duela, Justin tampoco.- agachó su cabeza.

-Ryan, en verdad lo siento, me hubiera gustado evitar a toda costa toparme con el, pero ahora que el los ha conocido, será muy difícil, aunque puedo negarle la salida el sábado por el helado.- se mordió las uñas nerviosa.

-No, eso no, Emma tu y yo sabíamos que esto podía pasar algún día, no podemos seguir ocultando esto, aunque me duela con todo mi ser, yo amo a esos pequeños con todo mi corazón.- una lágrima resbaló por la mejilla de Ryan, Emma inmediatamente la limpió.

Emma admiraba a Ryan, su gran fuerza, su gran madurez, el gran amor que le había dado a ella y a los niños era algo por lo que estaba agradecida con el.

-Tu eres el único padre que ellos conocen, el que ha estado junto a ellos cada cumpleaños, el que les ha contado cuentos cada noche, eres tu, no Justin.- apretó fuerte su mano en forma de apoyo.

-Lo se, y es así porque no le dimos la oportunidad a Justin de serlo.- se levantó de su silla y se fue.

*Flash Back*

-Casate conmigo Emma, te dare todo, te haré feliz, te haré olvidarlo.- dijo Ryan mientras le besaba la mano.

-Ryan... estoy embarazada, y este bebé es de Justin.- Emma lloró más fuerte.

-¿Se lo dirás?.- Emma lo miró confundida. -¿Le dirás a Justin que estas embarazada?.- añadió.

-No, no creerá que es suyo y no voy a exponer a mi hijo a lo mismo que el me ha hecho.- acarició su abdomen que ya estaba abultado por el embarazo.

-El merece saberlo.- le levantó la cara para mirarla.

-Y yo merecía una oportunidad, ¿por qué yo le dare algo que el no me dio?.- dijo Emma.

*Fin del flash back*

Desde ese día Ryan se había hecho cargo de los niños, les dio tanto amor como protección, el era el padre que aquellos inocentes merecían, merecían un hogar lleno de amor, estabilidad y felicidad, no uno donde su madre fuera maltratada por su padre.

Ahora que se habían conocido no podía separarlos, a fin y al cabo, Justin era su padre.

¡Feliz año nuevo!
Capítulo largo y sobre todo con mucho drama, ¿Qué les parece la actitud de Ryan y Emma? ¿Les esta gustando la novela? Espero y si:')

Las amo muchísimo chicas! Gracias por todo, Ustedes forman parte de mi 2015 y lo harán de este año también, les deseo lo mejor!

40 mg y 30 comentarios para seguirla❤

Querido Justin (2da Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora