015: Estan aquí (Penúltimo)

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Habían pasado semanas desde la última vez que la vio, ya había mandado la muestra de cabello de Amanda al laboratorio era cuestión de días o incluso menos para que le llegaran los resultados y eso se lo comía vivo había cosas buenas y malas. Si salía positivo, el reclamaría el derecho de estar con sus hijos como siempre debió ser, tendría una familia a la cual cuidar y darle amor pero eso significaba quitarle a aquella pequeños la estabilidad emocional que Ryan y Emma les habían dado. Tendrían dos papás para un niño eso sería confuso, desordenaría a toda la familia Butler a costa de reclamar su derecho como padre.

Si el resultado era negativo todo seguiría normal, los gemelos con sus padres viviendo cada día tranquilamente y el destrozado, fuera cual fuera el resultado alguien saldría herido; Ryan, Emma, Amanda, Drew o el. Pero era una duda que debía sacarse. También llegó a pensar si ellos eran sus hijos ¿Se enojaría con Emma? El rogaba a Dios que si llegara a pasar que le controlara su ira en ese momento, no quería cometer la misma estupidez de hace años, le costó perderla para siempre.

Cientos de papeles estaban regados frente a el, necesitaba salir de ahí cuanto antes o terminaría colapsando. Retiró la silla y salió hacia la puerta, camino varias calles hasta llegar a una plaza con árboles y juegos infantiles. Camino viendo a todos lados parejas de novios, niños rogándole a sus padres quedarse otro poco algo que llamó su atención fue una pareja de ancianos que veían a dos niñas jugar con muñecas, Justin los miró con detenimiento, los ancianos eran esposos, ambos traían sus anillos, y estaban tomados de la mano. El hombre le susurró algo a su mujer y se levantó con cuidado, Justin pudo notar que el anciano iba hacia el.

-¿Se te ofrece algo muchacho?.- Justin lo miró confundido.

-¿Disculpe?.- le dijo con tranquilidad, el anciano hizo una mueca.

-No dejas de mirarnos a mi y a mi familia, es un poco incómodo muchacho.- señaló hacia donde estaban las niñas y la anciana.

-No quería incomodar sólo los veía a usted y a su esposa, me hubiera gustado llegar a eso con la mujer que amo.- sonrió triste.

-¿Y por qué no? Eres joven y supongo que ella también ¿o te gustan grandes?.- Justin rio por la broma.

-Nos divorciamos hace años por una estupidez mía, la culpe de todo, me encerré en mi mundo y cuando menos me di cuenta la perdí, ahora ella tiene una familia.- bajo la cabeza. -Nunca podré llegar a eso con ella, ni con alguien más porque yo imagine eso con ella.

-No te ofrendas pero eres un idota.- le golpeó el hombro. -Pero mi mujer y yo pasamos por algo parecido.- le dijo.

-¿En serio?.- le preguntó sorprendido.

-Cuando teníamos 17 yo me fui a vivir un poco lejos, casi no nos veíamos, y obviamente había más mujeres, mi mujer se dio cuenta que yo andaba detrás de otra y me dejó, pense que era el final de todo pero años después nos volvimos a ver y dejame decirte muchacho cuando tu destino es estar con alguien, lo estarás pero no cuando ustedes quieran.- el hombre le dio una sonrisa y caminó hacia su esposa.

Justin siguió caminando a paso lento, cuando iba a marcharse de aquel lugar escuchó una voz a sus espaldas.

-¡Más rápido papi!.- era Amanda quien estaba en hombros de su padre. Emma estaba sentada en el pasto con Drew viendo a Ryan.
Se acercó más para poder ver a la familia de cerca.

-Yo también quiero.- exigió Drew molesto.

-Entonces ven campeón.- le guiñó un ojo Ryan, el niño corrió feliz hacia su padre y este hizo lo mismo con el. Era una familia unida, feliz, sana. Y el se estaba interponiendo en eso, se sentía culpable pero si la oportunidad de que el pudiera hacerle caballito a esos dos pequeños estaba frente a el, la tomaría, no tomaría el lugar de Ryan, solamente le daría el amor que no pudo darles durante tanto tiempo. Pero como siempre el miedo se apoderó de el, sólo eran posibilidades. Su teléfono vibro, lo sacó y contestó la llamada sin dejar de verlos.

-Habla Justin.- dijo secamente.

-Señor soy Amy.- la voz aguda de su secretaria sonó por la otra línea.
-Perdón que lo moleste pero los análisis de ADN que usted solicitó ya están aquí.- Justin se quedó helado al escuchar aquello.

-Voy para aya.- guardó el celular tembloroso, miró a los gemelos por última vez y se fue de ahí.

El corazón le latía a mi por hora, la verdad había llegado a el en un sobre y estaba a unos cuantos minutos, su vida cambiaría para bien o para mal ese mismo día.

Si ustedes fueran yo ¿como harían que terminara la historia?

Lo se es muy corto pero el siguiente capítulo que es el último esta muy largo y además cargado de un millón de emociones.

Si para la noche tiene 50 mg y 30 comentarios subo el último capítulo.

Querido Justin (2da Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora