Emma se quedó quieta viendo como Justin se encerraba en el baño, tocó sus labios recordando aquella sensación tan placentera que era besarlo. Si la situación fuera otra tal vez ellos podían estar juntos, pero ellos ya tenían una situación, ella estaba casada tenía hijos, tenía una hermosa familia y no la cambiaría por nada.
Regreso a la realidad y salió de aquella habitación, camino por el pasillo hasta entrar a su habitación para encontrarse con sus dos hijos saltando en la cama. Los vio con adoración, aquellos pequeños eran su vida entera.
-¡Mami ven salta!.- gritó Drew riendo.
-Niños no estamos en casa van a decirnos algo.- trató Emma de calmarlos pero los gemelos hicieron caso omiso.
-No seas tan aburrida mamá.- dudó unos instantes pero después accedió. Dejó los zapatos en el suelo y se unió a sus hijos, los tres saltaban y reían como si de su propia cama se tratará.
Esos momentos eran los que Emma quería atesorar por siempre.-Al parecer se divierten.- los tres se detuvieron al escuchar la voz de Justin. Emma se giro y vio a Justin recargado sobre el marco de la puerta.
-Perdon el desorden pero los niños sólo jugaban.- añadió Emma apenada.
-Tranquila Emma no pasa nada, están en su casa no se les olvide.- Justin sonrió y Emma alejó la mirada de el. -Venia a decirles que vayamos a la feria del pueblo, esta todo el día y bueno, se van a divertir, lo prometo.- levantó las manos.
Los gemelos festejaron saltando aún más en la cama y le suplicaban a su madre con la mirada.
-Esta bien, ¿justo ahora?.- bajo a Drew de la cama.
-Justo ahora nena.- Justin le guiñó un ojo y Emma se sintió palidecer, ese tipo de gestos por parte de el le encantaban y su cuerpo y mente reaccionaban estúpidamente a eso.
-Bajamos en unos minutos Justin, gracias.- Justin asintió y salió de la habitación dejando a Emma vistiendo a los gemelos para salir.
Emma se sentía incómoda y feliz al mismo tiempo, su relación con Justin estaba en el limbo, por un momento el le dejaba en claro las cosas y al otro la seducía y ella hacia lo mismo, ambos parecían dos adolescentes de 15 años intentando ser algo más que amigos, pero a última hora ninguno tenía el valor de dar un paso más, al menos Emma sabía que ella no sería la que le pidiera una oportunidad a Justin aunque lo deseara con todo su ser, antes que cualquier otra cosa y persona estaba su familia. No era más una niña, ahora antes que ella debía pensar en dos niños y obviamente en su esposo a quien le debía el mayor respeto y fidelidad aunque lo último no lo haya cumplido
Para la mayoría de las personas la infidelidad es tener relaciones sexuales con otra persona pero no es así, se puede ser infiel de muchísimas maneras aún sin saberlo. Por la mirada, por el pensamiento, por las palabras y por las acciones. Emma aunque quisiera negarlo sabía que había sido infiel por todas ellas.
Bajo las escaleras con los pequeños y vio a Justin sentado en el sofá, quien al notar su presencia, llevó su mirada a los tres.
-¡Estamos listos Justin!.- gritó Amanda contenta.
-Puedo verlo pequeña, te ves hermosa al igual que tu madre.- miró a Emma. -Y tu Drew te ves muy apuesto.- se puso frente al rubio pero este lo ignoró.
-Mi papi me lo dice siempre, gracias.- se limitó a decir, Justin no entendía porque Drew no lo aceptaba y Amanda si.
Los cuatro salieron de la gran casa para ir a la feria, como siempre Amanda era quien hacia de los silencios incómodos un poco más tolerables con sus pláticas sobre muñecas e historias fantasiosas.
Llegaron a una parte del pueblo decorada con globos, luces y banderines de colores. Emma tomó a Drew y Justin a Amanda para caminar entre las personas.
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Querido Justin (2da Temporada)
Fanfiction-En mis planes estaba jamás volver a verte.- dijo Emma, nerviosa. -Pues al parecer el destino tenía un plan distinto al tuyo.- afirmó. SI NO HAS LEIDO LA PRIMERA TEMPORADA HAZLO O DE LO CONTRARIO NO COMPRENDERÁS NADA. Novela totalmente mía, no se ac...