Volvió a la hacienda lo más rápido que pudo, aún sentía el coraje recorrerle el torrente sanguíneo por culpa de su madre. Nunca había conocido esa faceta tan cruel e inhumana de ella, tan fría y despiadada con unos pequeños que bien podrían ser sus nietos.
Sólo una cosa lo tranquilizaba en ese momento, saber que Drew y Amanda podrían ser sus hijos, eso cambiaría su vida por completo.Tendría una familia, un niño al cual enseñarle fútbol y una niña para llenarla de cualquier clase de niños, tendría una familia con la mujer que amo durante casi toda su vida, aunque eso no le garantizaba que estuvieran juntos. Tal vez sólo compartirían la custodia, ella seguiría casada con Ryan, aunque por el momento aquello no le inquietaba en lo absoluto.
Llegó a la hacienda tiempo después, miró a lo lejos a los gemelos jugando en el jardín felices mientras Emma les tomaba fotos. Se acercó sin que ellos se dieran cuenta disfrutando de aquella escena, que para el, era el paraíso mismo. Al darse cuenta de su presencia Drew se quedó quieto y callado, causando que Emma y Amanda se giraran a ver.
-Sigan divirtiéndose ignoren que estoy aquí.- dijo Justin disculpándose.
-No interrumpes nada y lo sabes.- añadió Emma. - Saliste muy temprano y supongo no haz desayunado ¿Verdad?.- Justin agachó la cabeza y sonrió. -Vamos.- dijo Emma mientras caminaba hacia la casa.
-Puedo hacerme de desayunar sólo Emma.- esta lo ignoró y comenzó a prepararle un desayuno. Justin seguía con su mirada todos los movimientos de Emma atento, dándole la oportunidad de poder apreciar su belleza, su ceño se fruncía levemente de vez en cuando, sus facciones no habían cambiado casi nada pero por alguna razón el la encontraba más hermosa que nunca.
-Espero que te guste.- le puso el plato lleno de comida frente a el. Inmediatamente recordó aquellos dias en los que Emma le preparaba el desayuno cada mañana sin falta.
-Extrañaba tus desayunos Emma.- se llevó un bocado a la boca.
-¿Los extrañabas? Siempre los dejabas intactos cada mañana, o siempre les encontrabas hasta el defecto más pequeño Justin.- el se sintió mal consigo mismo al recordarlo.
-Nunca hablamos de lo que paso Emma, nunca dijimos como nos sentíamos, tal vez este sea un buen momento.- Emma lo miró sorprendida.
-No hay mucho que decir Justin, sufrí demasiado, te llore noches, te extrañe días, tomamos caminos diferentes, por un momento pense que no podría ser feliz, pero no fue así, llegó Ryan, después mis hijos, ellos son el claro ejemplo de que podía ser feliz.- suspiró.
-Te fue mejor a ti.- río sin humor.
-Me quede solo odiandome por ser tan idiota, miraba una y otra vez tus fotografías, cada que tocaban a la puerta la abría con la ilusión de que fueras tu, leí tu carta millones de veces, y cuando te volvi a ver, sentí que la vida me estaba dando una segunda oportunidad.- le sonrió.-¿Segunda oportunidad? Tu y yo no tenemos eso Justin, creó que estamos bastante grandes como para segundas oportunidades.- Su semblante era duró. Como si le costará decir aquellas palabras.
-Nunca es demasiado tarde Emma, mientras estés vivo nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo.- le insistió.
-¿Qué estas tratando de decir Justin, a que va todo esto?.- lo enfrentó.
-¿Volverias a estar conmigo Emma? Si tuviéramos la oportunidad ¿Regresarias a mi lado.- Emma se quedó callada ante el, mirándolo incrédula.
-Volveria a estar contigo, pero lamentablemente no hay oportunidad, ni la habrá.- le dijo para después irse de allí, dejándolo sólo. Vio como se alejó. Comió el desayuno rápido. Antes de subir por las escaleras miró a través de la puerta al ver que Emma se encontraba ocupada subió a hacia la habitación donde dormían ella y los niños. Entró con cuidado, debía encontrar algún cabello de alguno de los gemelos, buscó por cada cajon con la esperanza de encontrar algún cepillo. El sonido de la puerta hizo que se exaltará. Era Amanda quien lo veía confundida.
-¿Qué haces Justin?.- dijo la pequeña acercándose a el.
-Buscaba una goma para el cabello, para Nata.- dijo nervioso, la niña camino hacia un cajón y sacó en una caja muchas gomas para el cabello.
-Puedes tomar una.- le señaló las gomas.
-De hecho Nata quería una como la que traes en el cabello.- Amanda se llevó su mano a la cabeza y comenzó a quitar la goma, Justin rápido se acercó a ella a ayudarle y Justo cuando se la iba a quitar le arrancó un mechón de cabello.
La niña chilló de dolor.-Eso dolió.- se frotaba la cabeza.
-Perdoname pequeña, gracias por la goma.- le guiñó un ojo y salió casi corriendo de la habitación. Entró a su habitación y metió el mechón rubio en una pequeña bolsa de plástico.
Pensó que esto era una verdadera locura, que se estaba ilusionando demasiado y que si ellos no eran sus hijos sufriría bastante. Siempre soñó con tener una familia junto a Emma, poder criar a sus hijos juntos hasta que estos fueran mayores e hicieran su propia familia, había dos posibilidades, que fueran sus hijos y ser feliz, o que no lo fueran y llevarse una muy gran decepción. Amaba a esos dos pequeños y amaba a Emma, como se ama los días lluviosos, como se amaban los ancianos cuando eran jóvenes, como ama una madre a su pequeño recién nacido, la amaba con cada parte de su ser.
Mil disculpas si es corto, pero fue lo mejor que pude escribir.
40 mg y 30 comentarios.
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Querido Justin (2da Temporada)
Fanfiction-En mis planes estaba jamás volver a verte.- dijo Emma, nerviosa. -Pues al parecer el destino tenía un plan distinto al tuyo.- afirmó. SI NO HAS LEIDO LA PRIMERA TEMPORADA HAZLO O DE LO CONTRARIO NO COMPRENDERÁS NADA. Novela totalmente mía, no se ac...