Capitulo nueve: Aislamiento.
Olía jodidamente mal.
Jessica estaba exhausta, le dolían los brazos y el hombro le volvía a sangrar como si recién le hubiesen retirado la flecha. Seguramente, a Hershel no le haría gracia tener que volver a vendarle.
Pero quizá no le culparía. Había sido una tarde de locos, y si ella no hubiese ayudado a mantener a los caminantes a raya, quizá estuviesen en peores condiciones. Claro, si es que se podía estar en una situación más jodida.
Cuando las rejas parecían no dar para más y los caminantes estaban más hambrientos que nunca, Rick había tenido una idea: Los cerdos eran una amenaza a causa de las recientes enfermedades y si necesitaban deshacerse de ellos, ¿Por qué no matar dos pájaros de un solo tiro?
Había puesto a todos los cerdos en la camioneta mientras Daryl estaba en el volante. Si lograban captar la atención de los caminantes con ellos, Jessica, Maggie y los amantes de las rejas podrían darle un estándar de vida más largo a las rejas. Quizá dos miserables días, pero de algo serviría.
Afortunadamente, todo había salido más o menos bien y Rick podría dormir un poco esta noche.
"Pobre hombre" pensó Jessica. A diario lidiaba con bastantes cosas y parecía al borde de darse un tiro; Jessica no lo culpaba: Si ella tuviera que mantener en pie una comunidad, seguramente hubiese preferido ser desayuno para caminantes.
Después de que se detectara la enfermedad que había acabado con Patrick y Charlie se habían encontrado dos infectados más: Karen, que era novia de Tyreese y David, del equipo de los amantes de las rejas.
Así que ambos habían sido llevados a celdas de contención en un lugar que Jessica jamás había visitado hasta que llevo el almuerzo a ambos. Eran celdas feas y estaban en un lugar que daba escalofríos: Una fortaleza de soledad y muerte.
Al día siguiente, cuando era hora de desayunar, Jessica se había ofrecido para llevarles el desayuno a ambos y lo que había visto le había dejado totalmente en Shock.
El cuarto de ambos estaba hecho un desastre, como si hubiese habido una pelea. La pieza estaba totalmente vacía y la única seña de ellos era un rastro guinda que Jessica estaba pisando.
Asqueada, retiro los pies de ahí y después de unos segundos reparo en que aquello no era simplemente un charco de sangre: Se trataba de un camino guinda. Un sendero de muerte y con un olor putrefacto.
Parecía como si alguien les hubiese dejado inconscientes de un buen golpe y luego los hubieran llevado a rastras por un estrecho pasillo que a Jessica no le daba buena espina.
Adamit comenzó a adentrarse entre aquel pasillo mientras el olor a podrido iba haciéndose cada vez más insoportable. Mientras más caminaba, mas horrorizada se ponía.
El camino de sangre le indicaba de forma tétrica hacia dónde ir, pero cuanto mas avanzaba, más nauseas sentía. Su cuerpo dio dos arcadas y se recargo en la pared para intentar evitar el vomito. Detestaba volver el estomago y el olor a gasolina no estaba de su parte.
El sendero guinda se dirigía hacia un patio, el cual, Jessica jamás había estado. Era pequeño y seguramente conducía hacia los botes de basura, el olor a muerto y gasolina aumento.
Cuando Adamit abrió la puerta casi se va de espaldas con lo que vio:Un par de manos pequeñas estaban cubiertas de sangre mientras sus ojos verdes veían con orgullo su obra de arte. Estaba feliz, se le notaba.
Los mismos ojos vacios le miraban con satisfacción. Como cuando un niño saca la mayor nota en clase y se lo presume a sus padres, eran unos ojos demenciales, horrendos.
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Daryl Dixon, el arquero. #PTWD2016
FanfictionSobrevivir. Un concepto bastante sencillo, pero una acción bastante complicada. Mas allá de ver Discovery Channel o ser parte de los Scouts, es tener que hacer cosas inhumanas para mantener a salvo a los tuyos, ingerir cosas que jamás creíste comer...