Daryl Dixon, el arquero. #PTWD2016

Capitulo diecinueve: No hay santuario. (Parte uno)

Capitulo diecinueve: No hay santuario. (Parte uno)

"La gente hace cosas cuando tiene miedo"

-Rick Grimes.

Adamit sonrió de lado de una forma extraña....su rostro mostraba melancolía y parecía estar al borde de reír.

—Claro que lo conocí.

A Daryl se le corto la respiración cuando Jessica afirmo aquello. Esperaba que tuviese una reacción más....como las que solía dar Merle con la gente.

Desde que estuvo con Beth en la funeraria, básicamente, el arquero había dado por hecho que Adamit conoció a su hermano. Sin embargo, parecía no estar preparado para aquello.

Jessica sonrió.

—El mejor hijo de puta que eh conocido después de ti. — Bromeo dándole un codazo, Daryl seguía algo confundido.

—No comprendo.—Confeso mientras volvían a emprender marcha. — Todos dicen...Que Merle era un idiota.

Adamit no cambio su semblante.

—Oh, sí que lo era.

El arquero agacho la cabeza, parecía avergonzado.

Los hermanos Dixon no tuvieron un buen pasado. Se notaba con solo ver a Merle y a Daryl, no había necesidad alguna de que el arquero se avergonzara por ello. Todos lo tienen mal en algún momento, o al menos, eso pensaba Jessica.

Merle la había comentado que tenía un hermano, de hecho, no solía hablar mucho de su familia. Ese día, habían ido a saquear un campamento no muy lejos del suyo.

Philip se retiro más rápido de lo esperado con la orden de limpiar el campamento y revisar si olvidaban alguna lata de sopa o un par de aspirinas viejas.

El mayor de los Dixon había encontrado entre las almohadas un poco de "polvo blanco" y ahora Jessica y el estaban sentados dentro de una casa de campaña en silencio. Merle estaba bastante mal.

"Hazlo"

Jessica ya llevaba algo de rato sin prestarle atención, veía amargamente hacia una esquina de la tienda con la mirada vacía. Había matado a una madre que abrazaba a sus dos hijos mientras le pedía clemencia.

"Hazlo"

Detestaba la fría voz de Philip deslizándose por sus oídos, también la había escuchado cuando dio tres tiros limpios hacia la madre y después, sintió la dura mano de Blake en su hombro mientras susurraba una felicitación.

—Oh, cariñito... No me digas que sigues pensando en eso. —Rio Merle abiertamente.

El hombre se encontraba sentado en una vieja butaca viendo el cuerpo de Jessica con deseo. Estaba relajado y sus ojos parecían más apagados de lo normal.

—¿Tu no?

Merle alzo las cejas.

—Pechos de azúcar, yo puedo matar gente sin problemas.

Él le había apodado así cuando se conocieron. Philip había dicho "Se llama Jessica" pero, a pesar de las insistencias, el siguió diciendo: Pechos de azúcar.

Jessica se hecho de espaldas sobre el colchón de dormir y se giro a ver hacia fuera de la tienda, donde aun había varios cuerpos en el suelo.