Capitulo 6

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Narra ______:

- Dame una razón para que te deje ir - dijo él mientras hablaba con liviandad y cargaba extrañeza en su mirada, no podía estar más aquí, no podía estar más cerca de él mientras aquellos pensamientos reinaban en su mente y despertaban aquellos instintos en mi ser. Aquellos que me hacían querer correr y tirarme sobre él, gritándole la verdad que había acallado desde el momento en el que me había dicho que me amaba.

-¿Para que me quieren tener aquí? - pregunté entonces con la mirada fija aún en el suelo queriendo encontrar las palabras justas y precisas para que el me dejase ir de una maldita vez, para que no me siguiese atando a esa casa y a los recuerdos que había en ella - Ya les he dicho todo lo que sé, y Jason seguramente ya ha tomado cartas en el asunto y, a diferencia de ustedes, yo ya me he olvidado de todo lo que comprende a ese año en nuestras vidas, hice lo mismo que tú, Justin... - aclaré recibiendo su mirada sobre mí, le miré, su mirada cargaba confusión, como si no entendiera que quería decirle, reí amargamente ante aquello.

-¿Qué demonios has querido decir con eso ______? - inquirió con cierto enojo, pensando que de alguna manera me estaba burlando de él, como realmente lo estaba haciendo.

-Tú no lo has dicho, y él tampoco, pero no soy tonta Justin... jamás lo fui - tal ves aquello fue la verdad más grande que podía haberle dicho en mi vida, yo jamás había sido tonta, jamás había sido aquella chica que ellos dos pensaba que tenían por hermana, y si ambos tenían dos caras yo también las tenía, nada más que ellos conocían una, y fingían que conocían ambas - Sé que existió un momento en el que tú también supiste de todo esto, menos o tanto como Jason, pero tu decidiste volverte el gemelo correcto y le dejaste, por eso él te odia, por eso también lo odias tú a él.

-No te metas con eso, no se te ocurra hablar de eso jamás, ni conmigo, ni con él porque te juro ______ que te irá jodidamente mal - tomó mis muñecas estampándome en la pared mientras su cuerpo hacia presión con el mío, la cerveza había caído, se estaba derramando. Sus ojos inspiraban odio, desdén. No sabía si era dirigido a mí o hacia el propio recuerdo de aquello que había pasado, pero sin querer Justin con ello me había dado a entender que era verdad, que yo tenía razón, que por alguna jodida y maldita razón algo había hecho que ambos se separase, que ambos se odiasen desde ese mismísimo momento, solamente restaba saber que era aquello que había logrado que aquello pasase - Jamás vuelvas a mencionarlo, porque lo que tengo de bueno, también lo tengo de malo pequeña - amenazó en mi cercanía, haciéndome sentir como su aliento chocaba contra mi rostro. La presión que su cuerpo ejercía no me dejaba respirar.

-Sabes que eso no me interesa Justin, tarde o temprano terminaré sabiendo que es lo que sucede, tarde o temprano sé que es eso que hizo que se odiasen, y si se trata de olvidarse de toda esta locura para encontrar el odio de ambos, lo haré... me olvidaré y me iré de su vida, de la de ambos - aquello no era una amenaza, era aquello que haría, si se necesitaba irse, olvidarse de todo no temería hacerlo, para dejar de sentirme así, para dejar que todo finalmente se terminase y que finalmente los tres pudiésemos terminar con nuestras vidas, separados, lejos uno del otro y de nuestros sentimiento. Un movimiento brusco nos separó y él se dio vuelta dándome la espalda, evitando mirarme por alguna razón. El dolor. Supuse yo - No necesito estar aquí, y ustedes no me necesitan más.

-Te encontraremos - advirtió con la voz ronca y distante a la vez.

-Ya lo se... - finalicé.

Había tomado todas mis cosas y me había ido sin más, sabiendo que a tan solo unas casas él me esperaba, sus ojos azules se fijaron en los míos y sus brazos me recibieron cuando caí sobre ellos. Sin duda aquel dolor que el sentía, yo también lo conocía.
Olvidar, tal vez si aquella era la única manera de que ellos pudiesen odiarme entonces lo conseguiría, conseguiría borrarme del mapa para que no me encontrasen, pensaría olvidarme de todo esto de lo que había pasado de todo lo que había sentido por ellos, se los dejaría en claro para poder conseguir aquello que me secaría de en medio. Porque estar en medio de ambos Gemelos destrozaba mi corazón. Sentí que los amaba, a ambos, y por igual me rompía en pedazos, me desplomaba por dentro y la impotencia me ahogaba nuevamente. No quería amarles, no quería que me amaran para que ninguno de los tres saliese lastimado, pero al parecer estábamos destinados de alguna manera a sufrir, a que ese dolor se hiciese presente cada vez que los tres estuviésemos en un mismo lugar, cada vez que en mi mente estuviesen presentes alguno de ellos o ambos, y tal vez sentían aquel dolor a pensar en mi. Hermanos o no, no íbamos a estar juntos, porque algo más que la sangre nos separaba. Tres son multitud, y yo no creo en la poligamia. ¿Tan fácil seria? ¿Tan fácil como olvidar seria aquello que me liberaría de ellos, de los sentimientos que apresaban a mi corazón? Tal vez si, o tal vez se tratase de algo mas complicado de algo que yo tal vez no estaba entendiendo aun.

-¿A dónde iremos ahora? - inquirió entonces Louis, acariciando mi cabello, manteniéndome a resguardo entre sus brazos, mientras las lagrimas fluían por mis ojos. La fragilidad de aquel momento, la fragilidad con la que me había roto al saber que ambos estaban aquí, que ambos sabían de mi nuevamente - Podemos usar los pasajes, pediré que los cambien... - ofreció con una voz preocupada.

-Atlanta - solté con la voz aun entrecortada por el llanto repentino - Debemos ir hacia Atlanta.

Gemelos explosivos [Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora