Capitulo 1

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                                                                                     Un Desconocido 

Entre abrí los ojos, podía notar como los rayos del sol se colaban por entre las cortinas intentado entrar – Quiero seguir durmiendo – Pensé. Mientras colocaba mi cómoda almohada sobre mi cabeza; luego sentí como la puerta se abría y varios pasos golpeaban la dura madera de mi habitación

– Sé que están ahí – exclamé, aun somnolienta

– ¡FELIZ CUMPLEAÑOS AL! – Gritaron con emoción

Quite la suave almohada de mi cara para contemplarlos. Lentamente me fui levantando aun con los ojos entreabiertos hasta por fin quedar sentada al borde de la cama, aun con sueño me dedique a sonreírles, hasta que alguien interrumpió mi momento y me lanzo de nuevo a la cama

– ¡Ryan! – Exclamé

– Feliz cumpleaños hermana – Dijo el sonriéndome.

Sus hermosos ojos cafés me miraban con detenimiento y con emoción; su cabello alborotado me había lastimado un ojo; le sonreí mientras me sobaba el ojo lastimado

– Gracias pequeño – Respondí entre burlas

  – No soy pequeño, casi tengo tu edad... bueno solo soy un año menor que tu– Dijo el 

 Mamá y papá se sentaron a mis costados, mientras que Ryan estaba acostado detrás de mi; papá sostenía en sus grandes manos un pastel y su respectiva vela

– Ya son 18 años Al – dijo papá colocando el pastel casi sobre mi rostro

– Gracias, pero ustedes sabían que no era necesario comprar el pastel, después de todo no iba hacer alguna fiesta– dije mirando el gran pastel

– Tienes que entender que los 18 años es una edad importante, aquí es donde tu futuro empieza – dijo mamá alzando la comisura de sus labios y con una mirada de diversión

– ¿Qué mi futuro empieza? – Pensé. Pero si tan solo son 18 años, ¿a qué se refería con eso? No es que me vaya a casar y que esté pensando en mudarme de una vez, todo eso toma su tiempo, además aun estoy estudiando, o es que. .. ¿Ellos quieren que me vaya pronto?, no creo, mi padre me sobre protege demasiado como para permitirme ir a esta edad... ¿O sí?

– Al vas a llegar tarde a la universidad – dijo Ryan

– ¡Es cierto! – grité

Al levantarme de la cama toda exaltada por la hora, mama prendió la vela como insinuándome a que si no la apagaba no iba a salir de la habitación, con gran rapidez la apague, le di un beso a los tres que aun reposaban sobre mi cama; corrí hasta el baño donde me desvestí lo más rápido que pude, una vez a dentro la ducha exhale, abrí la manija y deje que el agua cayera por mi cuerpo...

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– Hasta que por fin llegas, te estaba esperando Alex

– Lo siento Keith, pero ya sabes cómo se pone mi familia – dije en tono burlón y con una gran sonrisa

– Por cierto ya son 18 años, ¿Qué piensas hacer? – preguntó con una sonrisa un tanto maliciosa

– Te dije que no quería hacer nada

Ella sonrió como dándome a entender que ya lo sabía, pero quería que yo cambiara de opinión, no quería hacer nada, la verdad nunca me gusto celebrar mi cumpleaños, tal vez los de ryan, mamá o papá, pero los míos la verdad no mucho

AtalantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora