Capitulo 10

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"La ultima perla"

Estábamos cerca de la aldea del aire, pero antes de llegar, hicimos una parada para comer algo, ya que muchos comenzaban a quejarse. Fui con Keith a buscar algo que comer, lo que encontramos rápidamente ya que nos encontrábamos en un bosque rodeado de arboles con frutas, tomamos las suficientes, peras, manzanas y algunas moras que estaban a la mano.

Regresamos con los chicos, lo cuales sonreían al ver la cantidad de cosas que traíamos para comer. Las colocamos en el suelo y todos comenzaron a comer, agarre una manzana y disfrute cada bocado.

-- ¿Listos para seguir? --Dijo Josh

Eso no me lo esperaba, ¿Josh quería seguir caminando?... Vaya la comida puede llegar hacer mágica en este lugar.

--Sigamos--Dijo Chris levantándose

Ya no me molestaba tanto el hecho de estar con Chris, al contrario, me comenzaba a sentir más segura, estar con él era tan agradable.

Lo único que me inquieta es el hecho de que cuando Albert se me acerca me siento extraña, como si necesitara estar con él, es algo que no puedo explicar con palabras, es más, es algo que ni siquiera se explicarlo, porque ni yo misma lo entiendo.

Camine hasta llegar al lado de Chris.

-- ¿Pasa algo? --Pregunto sonriente

--Nada--Sonreí--Solo quería estar contigo

El mordió un poco su labio inferior y se me acerco más, dejando que nuestros brazos se rozasen. Por supuesto que no nos tomamos de las manos, creo que eso sería muy pronto, también porque los chicos están detrás y sería algo incomodo. Aun así coloque mi cabeza que reposara en su hombro, cerré un poco mis ojos sintiendo la enorme brisa pasar por mi cabello y jugar con él.

--Ya llegamos--Keith Se detuvo y miro al vacio

Abrí mis ojos y observe a donde Keith miraba.

--No hay nada ahí--la mire confundida

Ella sonrió aun mas, alzo una de sus cejas y camino al bosque, para mi sorpresa ella se desvaneció.

¿Por qué me sorprendo? ¡Estoy en Atalanta!

--Bueno, díganme... ¿A qué extraña dimensión se fue? --Mire el lugar donde ella desapareció

De repente ella asomo su cabeza, dejando solo la visibilidad de ella --Es como si fuera una cabeza flotante--pensé asombrada. La cabeza flotante de Keith se reía por mi expresión seguramente.

Ella saco su mano y nos llamo, invitándonos a pasar, todos entramos y al igual que ella desaparecimos del bosque.

Nos encontrábamos en la aldea del aire, llena de arboles majestuosos, con sus casas pequeñas y jardines con flores, un lugar hermoso sin duda alguna. Caminamos un poco, y yo quedaba embelesada por cada cosa que veía --Definitivamente, esta es mi aldea favorita-- llegamos a una gran casa de color marfil, Keith toco la puerta insistentemente y un pequeño niño moreno de piel, con ojos grandes y verdes, con su cabello alborotado y negro, abrió la puerta; Keith lo abrazo inmediatamente, el pequeño le correspondió el abrazo con una gran sonrisa.

-- ¡Teit! --Grito el pequeño

Un niño de tal vez nueve años.

--Santi--Le sonrió-- ¿y tu mamá?

Santi arrastro a Keith dentro de la casa, ella seguía al niño, volteo y nos invito a pasar a todos, lo cual procedimos hacer. Una casa enorme y muy bien decorada, con flores, portarretratos y muchas alfombras perfectamente ubicadas.

AtalantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora