Capitulo 8

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"El árbol de cerezos"


No se movía de su posición, sus brazos estaban cruzados por abajo de su pecho. Su sonrisa con un toque de maldad me tenía perturbada, sus ojos penetraban los míos con gran intensidad, solo con su mirada me tenia inmóvil, pero estaba segura que si se me acerca solo unos centímetros lo mandaría a volar sin rechistar

–– Te acercas un poco mas y no respondo--Me coloque en una extraña pose de pelea... bueno creo que eso era

Alzo sus brazos como si lo apuntara con una pistola, pero aun no borraba su sonrisa, es como si me dijera que de alguna forma el gano

–– No te pongas a si linda, no vengo a pelear –– Bajo sus brazos

–– ¿Qué quieres? --Pregunte aun desconfiada

–– Solo vengo a advertirte algo--Pauso--Por cierto mi nombre es Albert, es un gusto conocerte Alex –– Sonrió

–– ¿Advertirme, qué cosa? Y ¿Cómo sabes mi nombre? –– Por alguna extraña razón me tranquilice, lo que hizo que mi cuerpo volviera a su posición y dejara la extraña pose de pelea

–– Solo que serás mía muy pronto –– Sonrió –– Igual que tus perlas y con respecto a tu nombre digamos que una amiga me lo dijo –– Comenzó a caminar, adentrándose en la habitación

–– ¡Ni lo sueñes, no me iré contigo y no te daré las perlas! –– Grite

Aun alejándose de mí, alzo su brazo derecho moviéndolo en forma de despedida. ¿Quién se cree? ¿Seré suya? ¡POR FAVOR! Me hablo sobre una amiga... ¿Quién será?

–– ¡Alex! ¿¡Estas bien!? –– El grito de Ryan me despertó de la imagen de Albert desvaneciéndose en la sombra

–– ¡Ya voy! –– Respondí, aun sin quitar mi vista del lugar donde Albert se fue

Me sentía algo confusa, perturbada y extraña, por alguna razón el me hacía sentir de esa manera, como si le tuviese lastima o algo parecido, no se la razón pero también me da algo de nostalgia como si lo conociera de toda la vida

–– ¿Conseguiste la perla? –– Chris se me acerco

–– Si, aquí esta –– La mostré

–– ¿Te pusieron alguna prueba o algo parecido? –– Rick novia mi brazo a cada lado para observar la perla

–– Solo me la entrego y ya

–– Vaya, eso se llama suerte –– Rio –– Damián había dicho que era cascarrabias y que debíamos convencerlo para que entregara la perla, pero ya veo que era todo lo contrario, ese señor no sabe ni donde está parado –– Josh reía cada vez mas fuerte

Aunque me causaba algo de risa el comentario de Josh, no podía reír, ese encuentro con Albert me dejo algo triste ¿Pero porque?

–– ¿Alex? ¿Qué te pasa? –– Keith movió un poco mis hombros

–– No es nada –– Mentí con una sonrisa

Mentí porque no quería preocupar a nadie, ya teníamos bastante con las búsquedas de las perlas y las extrañas criaturas que siempre interferían

–– ¡Chicas, apúrense, debemos ir a la aldea de la tierra! –– Grito Ryan

–– ¡Ya vamos! –– Respondió Keith –– Vamos Alex

Asentí

Comencé a seguirlos, pero tenía mi vista perdida pensando en las palabras del líder de Dark, no sabía si los chicos hablaban conmigo porque simplemente estaba sorda, ni si quiera los ruidos de las aves o las hojas cuando chocan con otras, nada, no oía nada, solo la voz de Albert, que se repetía una y otra vez en mi cabeza

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