Capítulo 16

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-Jacob ya parate- dijo Lau tirandome de la cama.

Ella siendo tan sutil como de costumbre.

-Ya entendí gracias- dije mientras me ponía de pié. -¿Qué hora es?- pregunté tallandome los ojos.

-La hora de irnos a París- dijo mientras brincaba.

-Entonces son las 4 am ¿cierto?- dije jalando mi cobija hacía el baño.

-Si, ahora apurate- dijo mientras buscaba su ropa.

Así es hoy nos iríamos por fin, papá ya se encontraba bañandose y yo decidí entrar a tomar una rápida ducha sólo metí mi boxer y mí pantalón aún no sabía que playera ponerme.

-Jacob muévete, quiero bañarme también- gritó Laura desde el otro lado del baño.

-Weona, acabó de entrar- grité mientras me tallaba el cuerpo.

Sí, cuando digo rápida ducha, es muy rápida.

-Es todo tuyo- dije cuando salí del baño.

Sólo traía mí boxer y mí pantalón puestos y la toalla en el cuello.

-¿Desde cuando estás tan bueno hermanito?- preguntó Lau mientras tocaba mí abdomen.

-Desdé que cumpli 16- dije riendome.

Lau entró al baño y bueno ya saben se tardó 30 minutos disque arreglandose. Me puse una camiseta de malla blanca y una sudadera blanca.

Ambos bajamos y ya teníamos todo listo, papá y la mamá de Lau ya estaban abajo esperandonos.

-Tardan mucho chicos, vámonos que el avión nos dejará- dijo la mamá de Lau.

Todos asentimos y pensé que iríamos en al auto de papá.

-¿Papá y tú coche?- pregunté cuando no lo vi.

-Debe estar llegando a nuestra casa- dijo muy felíz.

-Genial- dije mientras caminábamos. -Ahora debo caminar y sudare- dije molesto.

-No seas niña Jacob- dijo papá riéndose.

En éso se detuvo un taxi enfrente de nosotros, todos subimos y fuimos al aeropuerto.

Llegamos a esté y todos bajamos.

-Vamos que ya casi sale nuestro vuelo- dijo Lau corriendo y todos fuimos atrás de ella.

Ya estábamos dentro del avión, y seguimos las indicaciones que dio el piloto, apagamos nuestros aparatos electrónicos y nos quedamos sentados.

***

Ya habíamos llegado a París, el aire era fresco, se sentía bien.

-Vamos a casa- dijimos todos al unísono.

Papá pidió un taxi y le dio la dirección de lugar. Pero me sorprendí ya que papá habló en Francés. No lo veía venir.

Llegamos a donde papá dijo y todos bajamos.

-Frida, Laura ahí está su casa- dijo papá mientras señalaba una casa muy bonita y grande.

Las dos gritaron de emoción, abrazaron a papá y salieron corriendo hacía su nueva casa.

-Anda ve- dijo papá el cual notó que veía la otra casa aun más grande.

Salí corriendo con las llaves en la mano y abrí la puerta.

-Bienvenido a casa hijo- dijo papá llegando atrás de mí.

-¿Cómo la conseguiste papá?- pregunté viendo tan sólo la sala, que ya estaba toda amueblada.

No Todo Es Color De RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora