Capítulo 26

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Ya llevo una semana en el hospital ya es Jueves y por fín me darán de alta.

-Hola amor, buenos días- dijo Angel entrando por la puerta.

Todos los días sin excepción alguna mi pequeño venía a verme, se quedaba a dormir en la misma habitación y se bañaba aquí. No me quería dejar sólo ni un solo segundo.

-Hola amor- dije sonriendo.

-¿Listo para salir?- preguntó muy felíz.

-Es lo que más anhelo- dije de la misma manera.

Pasaron varias horas y por fín ya estaba en casa. Quería dormir pero aguardaria hasta la noche para dormir con mi pequeño.

-Amor, no se te olvide en una semana entras a la universidad- dijo sonriendo de lado.

-No amor, entramos- dije riendome.

-Es igual- dijo haciendo un ademán con la mano.

Yo sólo reí y negué con la cabeza.

Ya en una semana iniciaba las clses y aveces quería pero no entrar a la escuela.

***

-Genial primer día de clases- dije como todo un niño pequeño.

-Así es campeón- dijo Frida sonriendo.

-Prepárense para tres años más de estudio- dijo Ángel bufando.

Todos reímos y llegamos a la escuela.
Fuimos a buscar las listas en dónde nos indicaba el salón que nos tocaba.

-Me tocó el 1a- dije sonriendo.

-A mí el 4i- dijo Frida rodando los ojos.

-Y a mí el 1b- dijo Ángel algo triste.

-No estaremos juntos- dijo Frida.

-Ánimo nos veremos en receso y en alguna clase que nos toqué juntos- dije intentando subirles el ánimo.

Sonó el timbre y nos dirigimos cada uno a su salón, por suerte la primera clase a Ángel y a mí nos tocaba relativamente cerca, solo nos separaba un salón.

-Amor- dijo Ángel llamandome.

-¿Qué sucede amor?- pregunté curioso.

-Te quiero- dijo sonriendo.

-Te quiero más chaparro- dije sonriendo también.

Llegamos a nuestros salones y antes de entrar a mi salón jale a mi pequeño y le di un beso.

Me correspondió el beso y se sonrojo.

-Cualquier cosa que suceda no dudes en decírmelo amor- dije dándole otro beso.

Éste asintió con la cabeza y entró a su salón, avance al mío y entré.

-Oye chico, tu y el otro chavito se ven muy lindos- dijo una chica rubia cuando me senté.

-Emm pues muchas gracias- sonreí tímidamente.

Entró el profesor y nos dio su clase era historia.

Pasaron las clases y tocaba receso, salí lo más apresurado posible en busca de mi Ángel.

-Por fín te encuentro- dije abrazandolo por la espalda.

-Y yo a ti- dijo riendo.

-Vamos a comer algo- dije tomandole de la mano.

Mientras caminábamos directo a la cafetería, los estudiantes nos miraban con ternura, otros con odio o asco y a otros les daba igual.

No Todo Es Color De RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora