[Namjoon]
Ya habían terminado las clases y me dirigía en dirección al aula de Zico para ir a tomar algo con él y los demás, en los cuales supuse que se incluiría Jin. Al entrar me sorprendí de ver solo a mi hermanastro hablando con la profesora, y por qué no decirlo, estaban demasiado juntos para que fuera una conversación formal. Tosí lo suficientemente alto para llamar la atención de ambos. La profesora al verme adoptó una expresión más seria y se alejó unos pasos de Zico, quien me miró con cara de "Acabas de interrumpirme. Eres el idiota más inoportuno que conozco" a lo que yo le respondí mirándole con cara de "Me la suda tu rollo con la profesora. Yo vine a ver a Jin y no está, así que mueve el culo y llévame con él".
La profesora salió del aula, despidiéndose educadamente de ambos y seguidamente subió Zico hasta la puerta.
- ¿Los demás?
- Se fueron a la cafetería – antes de salir me golpeó levemente el hombro, sin borrar su expresión de molestia.- La próxima vez te quedas esperando en silencio.
- ¿Mientras tú ligas con la profesora? – Mi hermanastro asintió y yo solté una carcajada. Ese tipo nunca cambiaría.- ¿De qué hablabais?
- De la fiesta
- No me digas que la invitaste...
- Sí que eres listo, hermanito – sonrió y palmeó mi espalda varias veces mientras yo le fulminaba con la mirada.
- ¿Puedes dejar de invitar a todo el jodido mundo a la casa de nuestros padres?
- Estate tranquilo, que es una fiesta. –Exactamente eso era lo que me preocupaba. Ya había estado en fiestas de casas ajenas y me podía hacer una idea de cómo terminaban las viviendas. Cuando Zico me convenció dijo que él se encargaría de toda la limpieza, pero a pesar de todo no podía imaginarle con una bayeta y una escoba.- Además, me dijo que no.
- ¿Eh?
- La profesora, idiota.
- Ah, eso. Ya me lo temía.
Me miró sonriéndome irónico y levantó una ceja.
- ¿Lo sabías por qué eres un cerebrito?
Le respondí con una sonrisa igual de forzada que la suya.
- No. Lo supuse porque es una fiesta a la cual asistirán el ochenta por ciento de sus alumnos y la cual podría costarle el trabajo.
Zico rodó los ojos pero no me respondió. Seguramente él ni se había planteado esas cosas, tan solo pensó en lo bien que podría pasarlo y punto. Era una persona que solía pensar poco en las consecuencias, sobre todo si no le afectaban directamente a él. Cambiamos de tema y se puso a hablarme de un local que iban a abrir dentro de poco y que tenía buena pinta. Le estuve escuchando todo el camino hasta que salimos al jardín del campus.
- Pensé que fueron a la cafetería – declaró el rubio, percatándose de la escena que me había distraído. En medio del césped estaban todos los demás, entre ellos Jin, quien le hacía cosquillas a Yukwon mientras este se revolvía sobre la hierba. –Joder Rapmon, no sé cómo Jin te aguanta con lo celoso que eres.
- No soy celoso – respondí intentando aparentar desinterés.- Tan solo me molesta que no sea yo la persona que está con él ahora mismo.
- Tú estás disfrutando de mi divina presencia, no seas codicioso – le miré con cara de asco y él rió.- Además, mira que tener celos de Yukwon... ¿No te das cuenta que la princesa y él son la cosa más pasiva que existe? – Imitó la forma de dos círculos con sus manos y las chocó varias veces – Son incompatibles.