[Jungkook]
Otra más. Y otra. Creo que era la cuarta bebida que terminaba en mis manos, y eso sin sumarle las bocanadas de alcohol que me acompañaron durante el juego. Me sentía exaltado, frustrado, con ganas de gritar. La conversación con Suga había reabierto heridas que pensaba cicatrizadas ya.
" ¿Y si dice la verdad? ¿Y si no significó nada?"
Levanté la vista, sorprendido al notar como alguien me apretaba el muslo. Era un chico. Cierto, era con el que estaba hablando antes de que Suga viniera a molestar con sus tonterías sobre Jimin. Con sus mentiras y bobadas, pretendiendo que me las creyera. Mentía. Mentía, mentía y mentía. No iba a fiarme otra vez, no iban a jugármela de nuevo.
- ¿Quieres echar un polvo? – pregunté al desconocido, del cual no recordaba ni el nombre. Debí pillarle por sopresa, pero obviamente no pudo esconder esa sonrisa de satisfacción. Era lo que llevaba buscando desde que empezó la conversación, y ahora yo se lo estaba ofreciendo en bandeja de plata. Cierto que lo hacía más por inercia que otra cosa, pero necesitaba descargarme de alguna forma. Otra vez volvía a sentir esa presión en el pecho, ese vacío, esa sensación tan agobiante que solo conseguía hacer desaparecer con una cosa.
Sexo.
Después de lo de Jimin comprendí perfectamente la diferencia entre "hacer el amor" y tener "sexo". Y hacerme caso cuando digo que la hay, porque la hay. Quizás el sentimiento físico es el mismo, después de todo la polla no va a cambiar haya amor de por medio o no, pero si quieres a esa persona el placer se extiende hasta lugares que el tacto humano no puede alcanzar.
Cuando estuve en la cama de uno de los cuartos con ese desconocido, supe de inmediato que esto se iba a limitar a sexo. Cuando comenzó a besarme, a morder mi cuello y arañar mis muslos, cuando apretó mi entrepierna y se deshizo de mi camiseta para acariciar lentamente mi torso, cuando me susurró un "Eres precioso" al oído... supe que no haríamos el amor.
*Flashback*
- Jimin...
- Dime, pequeño.
- Me gustas mucho. No juegues conmigo, por favor.
No vi su expresión, pero a juzgar por cómo afianzó su agarré no debieron sentarle muy bien mis palabras. Confiaba en él, tan solo me daba miedo volver a pasarlo mal. Definitivamente el dolor sentimental era peor que el físico, cien veces peor.
- No lo haré.
Y esas palabras me bastaron para confiar en él.
*Fin del Flashback*
Me reincorporé al recordar ese momento. Ese día tuvimos nuestra primera pelea seria, la vez que se quedó esperándome casi cuatro horas en la calle por la noche. Nuestra primera reconciliación seria.
- ¿Pasa algo?
Levanté la cabeza, sorprendido por las palabras del chico que se encontraba sobre mí. No me miraba con preocupación, más con molestia. Negué varias veces y me acerqué a besarle, atrayéndolo hacia mí, tratando de sacarme cualquier rastro que quedase de Jimin por mi mente.
Seguimos besándonos, tocándonos, guiados por la excitación. Estaba tan sumergido en el placer que me hacía sentir la mano de ese chico sobre mi pantalón, que ni me percaté de la llegada de una tercera persona hasta que esta apartó a mi acompañante, levantándolo de la camiseta y sacándolo de la cama.
- Fuera – La voz de Jimin sonaba más imponente que nunca, y de seguro que si esas palabras estuvieran dirigidas a mí, las seguiría sin dudar. Por ello no me extrañó que el chico con el que me encontraba enrollándome hacía unos segundos, saliera por patas al escuchar las órdenes de Jimin. Cuando se hubo ido, cerrando la puerta a sus espaldas, Jimin me lanzó mi camiseta con brusquedad y se cruzó de brazos, mirándome fijamente.- Póntela y vámonos.