Capítulo 18: Vuelta

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[Jimin]

Estábamos tumbados en la cama, Jungkook recostado sobre mi brazo, dormido, pegándose más hacia mí cada vez que se revolvía. No podía dejar de mirarle, de observar su delicado rostro, sus labios entreabiertos, dejando escapar pequeñas bocanadas de aire con cada respiración. Era la calma personificada.

Después de lo último no habíamos vuelto a hablar, tan solo nos echamos en la cama y dormimos, o al menos él se durmió, porque yo no podía siquiera cerrar los ojos. Aún seguía con cada detalle de lo ocurrido hacía unas horas grabado en mi mente, eran demasiadas cosas. Primero los malnacidos de la escuela, luego Jungkook quitándole importancia al asunto, declarándose, yo enfadado arrastrándole a casa, besándole, desvistiéndole... Definitivamente era demasiado para que mi mente pudiera analizarlo. Ahora solo quería observarle y relajarme, con eso ya me notaba más calmado.

No sé cuánto tiempo pasó, pero en un momento escuché la puerta abrirse. Supuse que era Hope, y efectivamente su voz no tardó en inundar la casa.

- ¡¿Jiminnie, puedo entrar?! –Apreté los dientes con frustración y respondí un "sí" lo más bajo que pude. No quería despertar a Jungkook por nada del mundo. Me sentía en el paraíso en ese momento. –Mickey estaba sentado frente a la puert...

Durante unos segundos lo único que se escuchó fue el repiqueteo de las patas del perro chocando contra el piso. Rodé los ojos y recé internamente para que al animal no se le ocurriera subirse sobre la cama y amenazar el sueño de mi Jungkookie... pero de poco sirvió. El perro no tuvo mejor idea que saltar sobre el colchón y coger un hueco entre Jungkook y yo. Al menos, para mi suerte, el menor no dio signos de haberse despertado, por lo que me giré a Hope más aliviado.

- ¿Llevas en la cama desde que me he ido? –preguntó insólito.

- Algo así. –Enarcó una ceja y se apoyó en el marco de la puerta, observando a Jungkook. Comenzaba a ponerme nervioso. Además de que no me gustaba que lo mirase tanto. -¿Vas a quedarte mucho rato ahí viéndonos o prefieres una foto?

Rodó los ojos y negó varias veces, provocándome una ligera risa. Las expresiones de Hope eran lo mejor del mundo, después de Jungkook y cualquier cosa relacionada con él, claro. Para mi alivio terminó marchándose, cerrando la puerta tras de sí. Solté un suspiró y me pegué más a Jungkook, intentando apartar al estúpido perro que seguía insistiendo en hacer de nuestro espacio su cama personal.

- ¿Jimin...? –Bufé en voz baja al notar como el moreno se despertaba y desperezaba, incorporándose. Fulminé a Mickey con la mirada, a quien no le podía importar menos mi enfado, pasándolo por alto y colocándose sobre Jungkook. Comenzó a lamerle la cara y él empezó a reír.- Ash, Mi-Mickey aparta... - soltó una carcajada y se revolvió, zafándose totalmente de mi agarre. De mala gana me incorporé yo también, sentándome en la cama y dándoles la espalda a ambos. Mi momento de gloria había pasado, siendo sustituido por un perro. Qué triste.

Para mi sorpresa, a los segundos noté como alguien me abrazaba por la espalda, y como obviamente no iba a ser Mickey, solo me quedaba una opción. Jungkook me besó el cuello y se quedó recostado en él.

- Jimin – me giré lo suficiente para tenerle cara a cara. Parecía preocupado, nervioso. Apartó la mirada, centrándola en nuestras manos, las cuales teníamos agarradas, entrelazadas. Él no dejaba de jugar con mis dedos, quizás usándolos como método de distracción. De cualquier forma se veía tan adorable como siempre. Besé su frente y sonreí.- Perdóname...- levantó la vista y le miré extrañado. En todo caso sería él quien tenía que perdonarme a mí. Yo solo le había hecho daño. Por mi culpa Jungkookie ya no era Jungkookie.- Perdona por cómo me he comportado últimamente. He sido un idiota.

- Pero si fui yo quie...

Me interrumpió cubriendo mis labios en un breve beso. Quise intensificarlo, pero él se apartó para seguir hablando.

- Te creo.

-...

- Y te quiero.

- ...

- Y te pido que vuelvas conmigo – volvió a agachar la vista, avergonzado. Cada vez que hacía eso sentía miles de cosas revolviéndose en mi estómago. Era tan malditamente tierno que me hacía perder cualquier pizca de autocontrol. Se apoyó en mi hombro, formando un puchero, y aún sin mirarme añadió. –Por favor...

Levanté su rostro, sosteniéndolo con una mano, y sonreí. Podía morir en ese momento del alivio que sentía, de la felicidad y tranquilidad que me invadían. Con esas palabras Jungkook había llenado esa parte de mi interior que llevaba tantos meses vacía.

- ¿Para qué preguntas cuando ya sabes la respuesta?

Abrió los ojos e inconscientemente apretó el agarre de mi mano.

- ¿Eso es un sí?

Volví a sonreír y le besé, respondiéndole sin necesidad de palabras.

Puzzle (BTS Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora