Lizeth, mi anónima:
Hoy tuve una pelea con mis amigos solo por ti, porque ya te dije, tú eres la persona que me motiva a romper mis miedo internos y poder arriesgarme.
Entre tantos golpes y patadas, yo los vencí, ellos terminaron en el piso muy lastimados, estaba feliz, así que grité tu nombre, creo que tú lo escuchaste porque te acercaste a la ventana del hospital y me viste, estabas confundida y yo de la emoción ingresé al hospital.
Con toda la adrenalina que tenía entré a la habitación en donde te encontrabas y te abracé, al fin te tenía en mis brazos, y no pensaba soltarte jamás, tú me correspondiste el abrazo con lágrimas en los ojos.
Nos mantuvimos así por un largo tiempo, luego te susurre al oído
—Te quiero, Lizeth, siempre te quise, nunca me olvide de ti, únicamente fui un tonto y te hice daño porque yo no sabía tu verdadera identidad, así que te pido una segunda oportunidad, porque ahora te conozco y quiero arreglar todo el daño que te provoqué.—
Luego de eso no aguanté más y me puse a llorar, eran lágrimas por ti, porque quería que tú perdonaras a este tonto que no supo hacer bien las cosas, tú solo me víste, me sonreíste y me dijiste que si me perdonabas, ese fue el mejor día de mi vida.
Después de tanto tiempo, hoy te conocí cara a cara, mi pequeña Lizeth, al fin puedo estar contigo.
Att: Esteban.
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Las cartas que él nunca envió. [EDITANDO] [#2]
DiversosElla le escribía notas anónimas a Esteban, pero lo que ella nunca supo es que él también le escribía notas a ella, pero era un secreto. Y... ¿por qué era un secreto? Bueno, la respuesta es fácil, él era demasiado cobarde como para dar esas notas. Pe...