Hola Liz:
Hemos llegado a la ciudad y tu primera petición no fue ir al hospital, fue ir a visitar Sebastián. Hace mucho tiempo que ambos no lo hemos visto y ahora que puedes moverte (al menos un poco), si es buena idea ir a verlo.
Jane se quedó sorprendida al ver como era la ciudad, al parecer casi nunca la visita, pero cuando mencionaste a Sebastián ella quizo saber quién era.
-¿Y quién es Sebastián?-preguntó Jane.
-Es un amigo mio y lo conocí cuando me mudé a otra ciudad hace unos meses atrás.-dijiste.
-Todo amigo tuyo, es amigo mio, ¡quiero conocerlo!-mencionó Jane emocionada.
-Está bien.-mencionaste mientras íbamos caminando hacia el hospital de Sebastián.
Cuando llegamos al hospital Jane estaba confundida, creo que omitiste un pequeño detalle. No le contaste a ella que Sebastián está en coma. Sin embargo, para que Jane no haga un montón de preguntas, le dije todo lo sucedido con Sebastián mientras tú preguntabas en qué habitación se encontraba, traté de resumirlo lo más rápido posible y así fue como, sin darme cuenta ya estabamos en la puerta de su habitación.
Al momento de entrar lo vimos ahí, conectado a máquinas que le ayudaban a mantenerse con vida, fue duro ver a Sebastián en ese estado.
-Sebastián...-mencionaste mientras tus lágrimas empezaban a caer.
Te aparto el pelo de la cara y acaricio tus pequeños rizos con mis dedos. Antes me pasaba horas, seguramente días, acariciando estos mechones, tranquilizándote. Te aferras a mi camiseta y casi puedo oir el crujir de la tela.
-Qué escándalo he armado.-me dijiste en voz baja.
-No has hecho ningún escándalo, es normal ponerse así, es tu amigo y está en coma.-menciono mientras te abrazo.
Luego de estar llorando por un rato aferrada a mí. Jane se acerca y te dice que es normal estar llorando, que es mejor liberarse de aquellas emociones que solo lastiman, tú le miraste un poco apenada, pero aún así le diste un abrazo.
Minutos después, ya más calmada, decidiste acercarte a Sebastián. Te notaba nerviosa, pero estaba seguro que ibas a poder con esto. Agarraste la silla que estaba en la habitación y te sentaste en ella mientras comenzabas a agarrar la mano de Sebastián.
-Hola Sebas, ha pasado un tiempo desde que te vi la última vez, quien hubiera pensado que nos íbamos a reencontrar en este estado. Yo logré desconectarme por unos días de las máquinas para salvar a mi persona especial que se encuentra actualmente en un gran peligro, incluyéndome, pero eso no es todo, también conocí a una gran amiga, ella fue la que me ayudó a seguir adelante porque yo tenía pensado en rendirme, pero ella me dio su apoyo, al igual que tú me lo diste cuando estaba en esa soledad, y aquí está, te la presento se llama Jane, vino con nosotros para salvarnos de una persona que no nos hace nada bien, de una persona que solo ha jugado con nosotros y piensa hacer cosas peores con tal de salirse con la suya. Así que puede que no venga muy frecuente a visitarte, así que si no te vuelvo a ver, quiero agradecerte por todo el apoyo que me diste en el momento que lo necesitaba, eres una gran persona, así que porfavor despierta pronto.
Aquí todos te extrañamos.-dijiste casi en un susurro.Jane y yo notamos que te dolió decir esas palabras así que ella fue y te volvió a abrazar, su intención fue consolarte y yo no podía quedarme atrás, también te abracé.
Ver a Sebastián en ese estado es muy doloroso, pero me duele más verte llorar por alguien que, siendo sincero, no sé si va a sobrevivir.Att: Esteban, tu novio
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Las cartas que él nunca envió. [EDITANDO] [#2]
SonstigesElla le escribía notas anónimas a Esteban, pero lo que ella nunca supo es que él también le escribía notas a ella, pero era un secreto. Y... ¿por qué era un secreto? Bueno, la respuesta es fácil, él era demasiado cobarde como para dar esas notas. Pe...