Nota #37

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Hola Liz:

No puedo pensar nada más que no seas tú, únicamente te subieron a una ambulancia y nos fuimos, era inevitable no preocuparse por ti, todo esto me hacía sentir que tenía el corazón en la boca.

Me quedé esperándote por mucho tiempo mientras tú te hacías los chequeos.

Luego de varias horas, finalmente saliste de aquellas revisiones y corriendo te fui a abrazar, me tenías muy preocupado que no aguanté abrazarte de esa manera.

Pero me di cuenta que no era el único nervioso, tú también estabas temblando, probablemente también de la preocupación de los resultados, por lo que te dije que es mejor sentarnos a esperar.

Tú respiraste profundamente y aceptaste mientras tus manos temblaban, realmente esto me pone los nervios de punta.

Att: Esteban, tu novio

Las cartas que él nunca envió. [EDITANDO] [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora