Hola Liz:
Al salir del hospital, decidimos acompañar a Jane hasta la casa de su amigo Adrián.
Cuando llegamos a esa casa, estábamos un poco congelados por el frío que empezó a hacer de repente, pero nos daba igual. Nos daba absolutamente igual. Jane tocó el timbre y esperamos una respuesta.
De pronto, la puerta de la casa se abrió y salió Adrián ya que Jane gritó su nombre lo más fuerte posible.—¡Adrián!—
—¡Jane!—sonrió Adrián mientras la saludaba.—¡Qué sorpresa! No te esperaba verte por aquí.—
—Vine para quedarme unos días contigo, ¿puedo?—preguntó Jane.
—¡Claro!—exclamó Adrián.—Pero...¿quiénes son estos chicos que han estado contigo Jane?—
—Son mis amigos, ya te cuento como los conocí.—mencionó Jane.
En ese momento Jane le hizo un resumen rápido de como nos conoció y le contó también él porqué de su llegada a la ciudad. Adrián quedó muy sorprendido después de haber escuchado todo lo que dijo Jane y nos dejó pasar a su casa.
Al ingresar veía como Jane hablaba contigo Lizeth y yo me quedaba ahí sin decir ni una palabra, pero creo que se dio cuenta Adrián que empezó a hablarme.
—¿Puedo hacerte una pregunta?—me preguntó Adrián.
—Sí, dime.—
—Esa chica que está a lado de Jane es tú...—mencionó mientras me miraba con intriga.
—Es mi novia, se llama Lizeth.—
—¡Oh! Es tu novia, creí que solo era una amiga tuya.—sonrió de repente.
Es que como de costumbre, Jane se olvidó de un pequeño detalle, otra vez. Se olvidó de contarle a Adrián que nosotros somos novios.
—Por cierto, no nos hemos presentado, soy Adrián. Un gusto.—dijo mientras me extendía su mano.
—Esteban.—respondí mientras hacíamos un apretón de manos.
Desde ese momento me comencé a llevar muy bien con Adrián, incluso había momentos en que sentía que lo conocía de toda la vida. Hasta Jane y tú se rieron un poco cuando vieron que nos llevamos muy bien, pero por primera vez podía decir que he conseguido amigos y muy buenos amigos.
Luego de pasar un rato disfrutando, Jane le dijo a Adrián que si podía quedarse con él por un tiempo hasta resolver unos problemas que tú, Lizeth, y yo teníamos. Adrián le preguntó de qué problema se trataba y Jane le contó sobre Antonella.
Adrián se sorprendió de escuchar eso y dijo.
—No puedo creer que hay gente así en este mundo, no es justo que ella les haya amenazado de esa forma, si quieren yo también puedo unirme a ustedes, porque no puedo creer que estén atacando a Lizeth y a Esteban, cuando ellos no tienen nada que ver, ellos solo se aman, acaso, ¿eso es ahora un delito?—
Jane abrazo a Adrián y le preguntó si podía unirse a nosotros. Él aceptó.
—Chicos no me siento muy bien, creo que lo mejor es que regrese al hospital.—mencionaste mientras te dirigías hacia la puerta.
—Está bien Lizeth.—dijieron Jane y Adrián al mismo tiempo.
—Espera, yo te acompaño, ya es de noche y salir sola es peligroso.—mencioné mientras me dirigía también hacia la puerta.
Caminamos desde la casa de Adrián hasta el hospital, afortunadamente no estaba muy lejos.
Al llegar, una enfermera nos recibió y te regañó por haber salido del hospital sin avisar, mencionaba que la reputación del hospital es importante entre otras cosas que no venían al caso.Luego, te llevó hasta tu habitación y me dolió ver como esa enfermera empezaba a traer algunas máquinas a tu cuarto, te dieron vitaminas para que no te desmayes, pero mientras sucedía todo eso, tú ya no tenías esa mirada triste, al contrario, se te veía preparada y lista para lo que sea.
Realmente aprendiste a superar todos tus miedos y estás lista para lo que sea.
Estoy orgulloso de ti, Lizeth.Att: Esteban, tu novio
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Las cartas que él nunca envió. [EDITANDO] [#2]
AcakElla le escribía notas anónimas a Esteban, pero lo que ella nunca supo es que él también le escribía notas a ella, pero era un secreto. Y... ¿por qué era un secreto? Bueno, la respuesta es fácil, él era demasiado cobarde como para dar esas notas. Pe...