Al llegar al aeropuerto, me sentía mas perdida que cuando había subido al avión, rápidamente marque el numero de Nate.
-¿Llegaste? -Pregunta-
-No, el avión se averió y estoy perdida en una isla con señal y wifi.
-Ja ja, muy graciosa -Dice y sonrío un poco-
-Ya los extraño.
-Y nosotros a ti, pero dale una oportunidad, ¿Donde estas? -Intenta cambiar de tema rápidamente y creo que eso es mejor-
-En el aeropuerto, espero por algo como un cartelito o algo así, ya sabes como en las películas -Nate ríe-
-Bien, ¿Ves algo? -Me paro de puntitas de pies para buscar hasta que algo me sorprende-
-Creo que lo veo. -Digo divisando un papel con mi nombre-
-¿Y? -Pregunta un poco entusiasmado-
-Creo que mi padre es chofer, o por lo menos así es como esta vestido, me acercare. -Aviso un poco nerviosa- Deséame suerte.
-Suerte.
-Te quiero.
-Yo te quiero mas. Llámame cuando llegues.
-Eso haré.
En ese momento me acerco con lentitud y miedo, al señor que podría llegar a ser mi padre.
-Soy Eco. -Digo-
-Oh señorita, no se esperaba mas que una cabellera roja de una Tyler.
-Frunzo mi ceño sin comprender- ¿Es usted mi padre?
Lo que pasa en la siguiente media hora, es lo mas raro que me ha pasado en mucho tiempo, resulta que Juan, como dice que se llama al presentarse, es chofer, pero no mi padre. Es uno de los choferes de mis padres, jamas he viajado en limusina, pero es lo que hago, hasta que estaciona frente a un portón eléctrico que es atendido por un señor dentro de una cabina, el terreno es gigante y aun no me lo creo cuando llegamos a la casa. Podría ser del tamaño de mi casa mas la de Nate y multiplicado.
-¿Donde estamos? -Pregunto demasiado bajo como para ser oída mientras veo por la ventana- ¿Mis padres trabajan aquí? -Intento alzar un poco mi voz para ser escuchada, cuando nos asomamos lo suficiente, como para poder observar a una señora junto a un señor y tres chicos en la entrada. Juan baja sin palabras y abre la puerta, rápidamente se asoma una mujer de cabellera rojiza e impresionante ojos azules, que me estrecha en sus brazos, dejándome sin palabras-
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-¿Como ha estado? -Pregunta Natan-
-Es mas grande de lo que imaginaba, tienen caballos, estancias, limusinas, y ojos azules -Nate ríe un poco, pero noto en su voz un poco de nerviosismo- Ya quiero irme. -Admito-
-Pero si es tan hermoso...
-¿Crees que eso cambia algo? -Pregunto un poco ofendida-
-Dales una oportunidad.
-Eso haré, pero de todas formas quiero irme. Siento que no saldrá nada bien de aquí, yo no puedo llamarlos "papa y mama" y menos a mis hermanos, no quiero que me hablen solo por compromiso. -En ese momento tocan la puerta- Dame un segundo. -Pido parándome para abrir, pero tardo mas tiempo del que me hubiese tomado en mi pequeña pero perfecta habitación de mi casa. Todo allí era grande y exagerado. Al abrir la puerta me encuentro con Tobías, uno de mis hermanos menor, eran tres chicos parecidos a mi, pero mas altos y con mas modales de los que podría conseguir en años- ¿Si? -Pregunte-
-Mamá, ha dicho que si prefieres almorzar en tu habitación estará bien.
-Bien, Gracias. -Intento sonreír y parecer un poco confiable, porque no quiero parecer una mala hermana mayor, el no tiene la culpa que una desconocida pase a arruinar el perfecto trió masculino de su familia-
-Bien... -Repite y me mira- Estoy feliz de que estés nuevamente entre nosotros, sé que yo no había nacido y no nos conocimos, pero eres una bendición, buscamos mucho y mis padres se han esforzado cada día desde tu partida para hallarte. Tenemos mucha suerte.
-Gracias Tobias -Admito- Disculpa que se me haga un poco difícil la adaptación. Pero noto que tu familia es encantadora. -Tobias me dedica una pequeña sonrisa y se va, dejándome la cabeza echa un desastre, cuando tomo el teléfono nuevamente, me siento en casa-
-¿Todo va bien? -Pregunta-
-Ya no soy hija única.
-¡Enhorabuena! -Se burla y río un poco-
-Tengo tres hermanos.
-Cuéntame sobre ello.
-El mayor se llama Lucas, tiene 18 años, luego sigo yo, Tobias de 16 y el menor, Noah que tiene 10.
-Suena como una familia grande.
-Tú tienes hermanos también, ¿Como haces? -Pregunto un poco preocupada, colocando los pies sobre la cama-
-Tengo un hermano varón de 6 años Eco, las demás son mayores y mujeres.
-Suspiro-
-Es una buena oportunidad para ti, yo te llamare todos los días y lo sobrellevaremos, ¿Bien? -Pregunta dándose cuenta que estoy sintiéndome un poco triste, era increíble que me conociera tanto aun estando tan distanciados-
-Te extraño mucho Nate, quiero mi casa, quiero a mi tía, y a ti. -Comienzo a llorar un poco sin darme cuenta-
-No llores, por favor -Pide, pero no puedo parar- Eco... cielo... -Escucho un pequeño suspiro, e intento contener mis lagrimas- Siempre he estado para ti, y no poder secar tus lagrimas... Me hace sentir impotente.
-Lo siento.
-No, Eco, yo lo siento. -Seco mis lagrimas- Siento no poder estar ahí contigo.
-Es mi culpa, perdón, debería ser mas fuerte.
-Eres fuerte Eco, y lo enfrentaras, y pasara el tiempo y podremos vivir con ello. -Promete- Siempre estaremos juntos, pase lo que pase.
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Hola! En modo de disculpa por no haber estado actualizando tanto, les traigo este capitulo LARGO, o eso me parece jajaja, Y obviamente también va en modo de Agradecimiento, a TODOS Y CADA uno de ustedes!
Porfavor dejen comentarios, amo saber si les ha gustado, adoro leerlos, tanto como sus mensajes privados, y obviamente debo volver a agradecer su apoyo que es increíble!
No tengo mas que palabras de agradecimiento!
Les desea lo mejor de lo mejor, Nahir.
Pd: Tengan un Hermoso día!