Te Amé De Más.[R5] (Ross Lynch) *EDITANDO*

Decisión de fuego.

-¿¡Dailey, donde estás!? Courtney me dijo que no entraste a su clase tampoco.

¿Tiene que ir con ella? ¿Tiene que mencionarmela?

-Estoy con Paulina en nuestra casa.- trato de ocultar mi tristeza por mi decisión de fuego.

-Voy para allá.

-No.- suelto rápido.

-¿Qué tienes, amor? Suenas extraña.- de verdad se preocupa.

Si le digo que no tengo nada de todas maneras va a venir, es un terco y aferrado.

Piensa Dailey...

-Estoy en mis días...- cierro los ojos y paso la mano por mi frente. Eso ni yo me lo creo.

Estúpido cerebro.

-Sé cuando estas así y según la última vez, te toca en una semana... Y ni cuando estas en tus días te niegas a que valla a verte, nunca lo haces. - su tono cambia a ser acusador. -¿Por qué me mientes?

Cierro fuertemente los ojos una vez más y me dejo caer en el sillón de la sala.

-Necesito estar a solas un rato. - digo con la voz entrecortada.

No me resigno a perder a mi nena... mi diva. Mi Ross.

Estoy entre la espada y la pared.

-Sólo dime que estás bien y listo. - dice tiernamente.

-Estoy bien. -susurro con un hilo de voz. Cuelgo al instante.

Abrazo mis piernas y recargo la cabeza en ellas.

¿Mi suerte estaba destinada a ser una mierda?

Recuerdo la primera vez que escuché su voz, La primera vez que lo vi, Cuando soñé con conocerlo, Cuando me motivo en momentos difíciles aún sin que él lo supiera, recuerdo el concierto, el Meet & Greet, el primer abrazo, cuando le di mi teléfono...

Cada recuerdo se clava en mi mente y sólo sirven para que me niegue más a perderlo.

Sé que si Ross venía ahora a mi casa averiguaría qué pasa, y eso no le iba a gustar mucho.
O tal vez yo misma se lo hubiera dicho por debilidad.

Desde que lo conozco He pasado cada día preguntándome si soy suficiente para Ross, si él me dejará algún día... Soy yo la que tiene que dejarlo atrás.

Sería idiota si perdiera la oportunidad de estudiar en la mejor academia de Artes del mundo, lo que ha sido mi sueño siempre.

Y sería idiota también si me alejo del chico más extraordinario del planeta.
De entre millones de chicas que lo aman, sólo a mí se me permitió besarlo todos los días y hacerlo feliz con todo mi ser.

No voy a ser un problema para él. No quiero serlo.

En cuanto se lo diga seguro saca alguna idea loca que me beneficia a mi y no a él.
Una idea a la que yo me voy a negar.

Sin darme cuenta mis lágrimas me escurren por las rodillas.

Debería estar feliz, para eso vine a Rowels.

Es la idea de dejar a Paulina, mis amigos, los Lynch, los Ratliff y a mi Ross, la que me desarma.

No sé por qué mi mano se dirige al celular, pero el fondo de pantalla de bloqueo me pone peor... Una foto de mi punto de vista, cuando desperté un día en la cama y Ross seguía dormido.

Desbloqueo evitando la foto y aparece la pantalla de inicio que es una foto de todos los que fuimos al Tour en Times Square.

Me martiriza.