Parte 11 "Primer acontecimiento"

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Las siluetas de aquellas dos mujeres que se encontraban de pie en aquel campo de batalla resaltaban el valor que ambas tenían al encontrarse ahí. Cualquiera que no conociera el tinte natural del cabello de Fabiola, diría que estaba cubierta de sangre aunque a decir verdad, si lo estaba.

Ambas guerreras se miraron cautelosamente y se estudiaron por un breve instante, fue un momento excepcionalmente corto el cual fue quebrado por un pálido rayo que fue a caer directo sobre la esfera viscosa, lo que produjo una explosión que cegó por unos breves segundos a quienes se encontraban cerca. Pero a pesar de la fuerza del impacto... no ocurrió nada. Nada excepto un leve polvillo que comenzó a reunirse alrededor de la prisión, era tan imperceptible que nadie lo notó. Nadie excepto la celta que sabía que aquello eran millones de partículas eléctricas que se encontraban flotando en el aire y que se reunían en torno a la gran esfera. Ella sonríe.

-¡Bien hecho Cristal! - murmura para sí misma.

Un gancho derecho le da en el estómago dejándola sin aliento

-¡Cada vez estoy más convencida de que mis hermanos pequeños golpean más fuerte que tú! –

-Tu, niñita hablas demasiado. –

- Estas serán las últimas palabras que escucharas.

Fabiola se abalanzo sobre su enemiga y la golpeó en la mejilla con ese puño poderoso, no solo una sino que varias veces. Los nudillos de la celta se incrustaban en las mejillas de su rival, eran verdaderas rocas frías y duras cayendo sobre agua. La extraña mujer sacó una daga escondida y logro dar un corte en el brazo de Fabiola. Esta al ver su herida, se detiene, la mira un poco y acercando su brazo hasta su boca, desliza su lengua por sobre el corte, saboreando así su propia sangre.

-¡Deliciosa!-

-Da igual lo que digas lobita, no puedes vencerme y ¡oh! Lo siento, pero quiero recordarte nuevamente que uno de tus gusanos está muerto y el otro... mmm... déjame ver, si, ese también está muerto.

(Al mismo tiempo en la prisión viscosa)

Pero el estallido del rayo no fue suficiente y la prisión aún seguía ahí. Dentro, cristal tenía su propia batalla mientras era consumida poco a poco. Su rival aprovechando al máximo la habilidad de su compañera que mantenía la jaula, golpeaba ferozmente a Cristal causándole un daño no mayor pero si un poco doloroso.

-Wow, ¡esto sí que esta difícil no crees! – Exclamo Cristal, se notaba una cierta calma en su voz.

-Eres igual de presumida que tus hermanos... recuerdo que la última vez, casi murieron todos.-

-¿La última vez dices? ¡Oh! Ya lo recuerdo (esto lo dijo para molestar a su enemiga) aquella lucha... estuvo bastante intensa y la verdad casi morimos... espera un poco, creo que a pesar de eso, tu bando tuvo bajas, creo que fueron 3 o 4 de ustedes los que se fueron al infierno. -

-Esos solo eran basura, lo que importa es el ahora y tu estas muerta.-

-La basura eres tú, ya que no puedes luchar sola fuera de esta jaula, necesitas a tu querida amiga para que te cubra la espalda. ¿Crees que por tenerme encerrada aquí puedes vencerme así de fácil? No creas que tus golpes me afectan por si solos. Solo me causan daño por el estado doloroso en el que me encuentro, pero aun así yo venceré, solo espera un poco. -

- Te mueres lentamente estúpida, trágate esas palabras sin sentido-

- ¿Crees que no lo sé? Hace mucho que me di cuenta de que esta cosa en donde estamos encerradas me va quitando la vida y que no puedo destruirla porque al parecer desde aquí adentro no se puede escapar. También me doy cuenta de que a ti no te afecta porque ¡claro! Tú eres amiga de aquella niñita que esta allá afuera. -

Ciudad del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora