Parte 5 "Rumbo a la ciudad" (1)

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Ya nos encontramos en el inicio de la sinfonía, la verdad estamos ansiosos por llevar a cabo esta tarea. Aun no llega el carro con los prisioneros así que debemos esperar. La noche esta negra como nunca y la suave y helada brisa, pone la piel tensa y delicada.

¿Pero que traes en la mano Emec? -- Dijo Travis. Emec venia lanzando al aire un pequeño bulto más chico que su puño. – Que no ves que es una roca -- mencionó Fuká.

La oscuridad de la noche no dejaba ver que era lo que Emec traía en su mano, Fabiola se acercó a nosotros y mirando con una leve sonrisa al chico, dijo -- pero que rudo eres pequeño, mírate nada mas ¿de dónde sacaste eso? -- -- ¿Qué es Fabiola? Pregunto Travis -- es su trofeo -- respondió ella y al decir estas palabras Emec lanzo el objeto a Travis y este lo atrapo en el aire, cuando lo acerco a sí mismo para verlo, su cara se tornó despiadada y sus ojos se abrieron lentamente. ¿De dónde sacaste esta vértebra? Pregunto Travis. -- ¡una vértebra! -- exclamo Fuká. -- Así es chicos.... Una jugosa y blanca vertebra -- dijo Fabiola. Emec se acercó más y pude ver como en su otra mano venía arrastrando una columna vertebral completa, aun le quedaba sangre pegada y ligamentos frescos. – Vaya......sí que tenías ganas de combatir -- le dije mirándolo.

En eso un búho negro paso silencioso sobre nosotros y a pleno vuelo le quito de las manos el trozo de esqueleto que Emec traía consigo y se lo llevo en la oscuridad de la noche.

Minutos antes cuando veníamos de camino al lugar acordado, algunos delirantes nos salieron al paso, esta vez de se veían más sucios y enojados que de costumbre, la verdad fue divertido, un poco de calentamiento no estaba mal. Jioken se lanzó contra el primero y cambiando en una cobra paraíso, le mordió la cara y le inyecto veneno, el maldito quedo con convulsiones extremas y parecía que sus cuerpo se desarmaría en pedazos producto de los movimientos tan bruscos que hacía. El veneno que Jioken le suministro, de verdad era fuerte.

Mas allá Fabiola corriendo veloz como siempre ni siquiera se detuvo a combatir con los entrometidos. El enano de Travis saltaba feliz por poder luchar. Un delirante ataco a Fuká pero justo en el acto de este para defenderse, una mano abierta salió desde el pecho del delirante, chorreando sangre putrefacta. Fuká dio un feroz golpe a la cabeza del delirante haciendo lo caer y dejando a la vista a Travis que había atravesado desde atrás al infortunado muerto. --- ¡Ese era mío! -- rugió Fuká. Su hermano ni siquiera lo escucho y siguió saltando por ahí. – Eres un gusano -- terminó de decirle.

Uno quiso golpearme pero apreté fuertemente su cabeza y la estrelle en el suelo reiteradas veces haciendo que esta quedara desecha. Mas allá Emec se divertía con dos enemigos más y en vista de que él estaba disfrutando su pelea decidimos adelantarnos y dejarlo solo. -- alcánzanos pronto – le grite y el solo sonrió.

Bueno ahora estamos aquí en el primer punto de intercambio a la espera de los prisioneros. Ya estamos todos y Jioken está escondido en la noche respaldando nuestros movimientos. La verdad aunque lleva poco tiempo con nosotros, se ve que es fuerte y colabora de buena forma. Espero no equivocarme con eso.

Fabiola levantó su nariz y detectó un olor, inmediatamente saltó sobre el muro quedando de pie sobre este. -- Ya llegaron -- dijo. Yo también subí junto con Travis para verlos llegar, allá a lo lejos, bordeando el camino apareció una luz de antorcha que levemente se acerca hacia la entrada, es decir donde estábamos nosotros.

Travis: que te parece, ya llegaron las visitas

Yo: ¿serán los mismos de siempre?

Fabiola: si, pero hay guardias nuevos, su aroma es asqueroso

Yo: ¡bien! ....

Travis: pero mira como vienen, pintados como la muerte, realmente......mmm.....si no los conociera de vista, me darían algo de miedo.

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