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- ¡Feliz Cumpleaños Annie!- gritaron y lanzaron confeti todos mis amigos diseñadores, junto con Alex y Seren cuando entre a la oficina. Me sacaron una gran sonrisa y ya se me había hecho raro no ver a nadie en sus oficinas.

La oficina tenía un gran letrero que decía "Feliz Cumpleaños" en inglés y español, había globos de colores, serpentinas y mucho confeti por todos lados, pero más en la mesa junto a un gran pastel de chocolate.

- Acércate hermosura.- dijo Alex y lo hice.- Ya sabes lo que tienes que hacer antes de soplar las velas.- asentí y cerré un momento los ojos, mi único deseo era que las discusiones con Stephen pararan, sabía que en los matrimonios las había pero estas discusiones eran por cosas ajenas a nosotros. Sople tan fuerte como pude y las velas se apagaron completamente.

- ¡Bravo!- se escuchó decir a todos y después comenzaron a abrazarme.

- Es hora de tus regalos.- dijo Seren e hice una mueca al escucharla. No quería que nadie gastara su dinero para comprarme algo, me bastaba con tenerlos conmigo.- No me hagas esa cara porque el primero no es mío.- mire a Alex.

- Ni mía hermosura.- alzó las manos

- Ellos tienen razón.- se escuchó la voz de Bruno y lo encontré en la puerta de la oficina.- Felicidades Annie.- me abrazo.- Ahora mientras cortan ese delicioso pastel vamos por tu regalo.- me otorgo su brazo, Seren y Alex se veían muy emocionados, asintieron y yo tome el brazo de Bruno. Salimos los cuatro de la oficina directo al elevador.

Las miraditas y sonrisitas entre Seren, Bruno y Alex comenzaban a incomodarme un poco mientras subíamos en el elevador, este se abrió en el piso de Casandra, recordé que ella quería darme mi regalo hace unos días, quizás ella sería la primera. Me sorprendió cuando dimos la vuelta antes de llegar a la oficina de Casandra, ahora nos encaminábamos a la oficina que Stephen ocupo en aquella ocasión cuando estuvo una temporada en la empresa, me sorprendió no ver a la Barbie secretaria pero inmediatamente pensé en Stephen y en que se las había ingeniado para darme una sorpresa en mi cumpleaños.

- ¿Crees que puedas mantener los ojos cerrados Annie?- me pregunto Bruno

- ¿Por qué?

- Atrás de esta puerta está tu regalo hermosura y no queremos que lo veas hasta que te digan.

- Mejor pongámosle algo en los ojos, conozco a Annie y sé que los abrirá antes de tiempo.

- No, mis pestañas se lastimaran.- la vanidad hablo por mí y Bruno se rio.

- Está bien Annie, confiare en que cerraras los ojos y no los abrirás.- asentí.- Ahora cierra los ojos.- me ordeno Bruno y yo lo hice. Escuche que abrieron las puertas y como una mano me empujo para que pasara, las puertas se volvieron a cerrar y quería ver que sorpresa me tenía Stephen esta vez, nunca había conocido esta oficina por dentro y estaba ansiosa.- Ya puedes abrirlos.- dijo Bruno y lo hice.

- ¡Bienvenida a tu oficina!- dijo Casandra y mire alrededor ¿había escuchado bien? No había ninguna señal de Stephen es más los únicos que nos encontrábamos adentro éramos Bruno, Casandra, una joven y yo- Mire confundida a Casandra.- Es tu nueva oficina Annie y no se aceptan devoluciones.- de nuevo mire a mi alrededor y comencé a caminar.

Era una oficina hermosa, todos los muebles eran blancos y algunos con cristal, por ejemplo la sala tenía su mesa de cristal con un jarrón de flores de diferentes colores y al lado de ella una mesa con cuatro sillas como para tener pequeñas reuniones, por toda la oficina había fotografías que mientras más las miraba más las reconocía, todas eran mías con Stephen, Stan inclusive había fotos que me había tomado con mi familia en México y con mis amigos Seren y Alex, me llamo ver la atención una de la primera vez que sali en la semana de la moda de Paris a agradecer los aplausos hacia mi colección, todas las fotos eran en blanco y negro con marcos de color negro, el escritorio principal era de madera y tenía sobre su mesa un cristal grueso, arriba de este cristal una computadora, un garrón lleno de alcatraces, dos portarretratos en uno estaba aquella foto de mi familia que desde un principio tenía en mi escritorio y en el otro estaba la foto de la portada del primer artículo de Liam y cosas de papelería. La silla principal del escritorio era de piel blanca mientras que las dos para los invitados eran sillas al estilo imperio igual todas de color blanco, detrás del escritorio lo que sin duda llamaba mucho la atención de la oficina era una gran ventana que nacía del suelo y terminaba justo en el techo, era una hermosa vista de la ciudad.

Contigo Ahora y SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora