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- Sra. Ana Welsh.- se escuchó la voz de Monique en el intercomunicador de mi escritorio, estaba checando los pedidos que habían llegado de la Casa Welsh de Mónaco.

- Dime Monique.- le conteste.

- El Sr. Carrasco de Connor está aquí.- sonreí porque sabía que Alex hacia esto adrede, él podía entrar sin necesidad de anuncios pero le gustaba hacer esto.

- Que pase Monique, gracias.- en seguida de esto Alex apareció en el interior de mi oficina.- Buenas tardes Sr. de Connor.- Alex se rio al escucharme y fue hasta mi escritorio para saludarme.

- Buenas tardes hermosura de Welsh.- dijo dándome un beso en cada mejilla. Tomo asiento después de hacerlo.

- ¿Te encanta hacer eso verdad?

- ¿Qué?

- No te hagas Alex, todo lo pomposo como pedir que te anuncien y usar tu apellido de casado.- una sonrisa pícara apareció en su rostro.

- La verdad es que si, hermosura.- dijo riendo.- es divertido ver como tu secretaria me anuncia y en ese momento te imagino haciendo algún gesto extraño pero lo que más me gusta es escuchar el apellido Connor completar mi nombre.

- ¿Te digo algo?- asintió.- se llama amor.- su sonrisa se acentuó

- Vaya que sí, estos cuatro meses han sido perfectos, ¿Quién iba a decir que el matrimonio acentuaría y haría mejor las cosas?

- Por eso me case.- sonreí.- Por esa cara de seguro les fue bien en la cita con la oficina de adopción.

- Maravilloso hermosura.

- Cuéntamelo todo.- deje a un lado todos los papeles.- ¿quieres un café?- asintió.- Monique podrías traerme un café para Alex y para mí un té por favor.

- En seguida.

- Vaya, vaya, eres toda una jefa.

- No sigas, es difícil pedirle las cosas a Monique, las primeras veces me acompañaba si quería un té. Casandra fue la que me dijo que debía acostumbrarme y saber mandar, me dijo que el hecho de mandar no significaba que estuviera denigrando o faltándole el respeto a alguien, eso y el hecho de que los antojos de Serena no eran tan fáciles de conseguir cuando estaba en la empresa me ayudaron para hacerlo.

- ¿Y vaya que antojos?- sonreí al escucharlo.- Esos tres serán el fin del pobre de Adric.- de nuevo sonreí.

- Son tan hermosos los pequeños. Esos dos serán el fin tanto de Seren como de Adric.

- ¿Y qué hijo no? Sino pregúntatelo a ti o a tu magnifico.- sonreí asintiendo porque era verdad, pero el que nosotros utilizáramos "son el fin de los padres" no era en un sentido malo como podría interpretarse, al contrario era por que como padres podíamos hacer más de lo que estuviera en nuestras manos para el bien y la felicidad de nuestros hijos, no importando lo que fuera desde algo material hasta lo sentimental.

- Ya te quiero ver a ti.

- Pues espero que eso sea pronto, antes de ir a la oficina de adopción, tuvimos cita con la trabajadora social que tu magnifico nos recomendó.

- ¿En serio? ¿Cómo les fue?- me emocione mucho.

- Pues fue la primer cita que tuvimos con ella y nos platicó de la licencia de adopción de todos los proceso.- Monique toco la puerta antes de entrar y puso el café de Alex y mi te frente a nosotros, pregunto si se nos ofrecía algo más, ero negamos y ella salió.

- Continua.- le pedí a Alex.

- Pues fue muy sincera y directa, nos habló como si estuviera hablando con una pareja heterosexual.

Contigo Ahora y SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora