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Las invitaciones fueron enviadas desde el México hasta Francia, sería una celebración en la que solo estarían familia y amigos tanto de Stephen como míos pero al parecer algunos estaban en otros países. Las confirmaciones no tardaron en llegar y con ellas una semana después mis papas, Mafe y mi abuelita arribaron a Nueva York. Se quedaron en unas habitaciones de la casa de Casandra.

-          ¿Están listas?- escuche que Bruno le preguntaba, tanto a mi mamá, mi abuelita, Mafe , Paola y Casandra.

-          Si.- las escuche a todas.

Estábamos en mi prueba de vestido. No sabía a donde había ido mi papá con Stephen pero era mejor que estuvieran lejos de aquí, no quería que ninguno de los dos en especial Stephen me viera con el vestido. Una parte de la oficina de Casandra se había transformado en un vestidor, al parecer el hecho de que el vestido fuera una sorpresa también me involucraba a mí, estaba parada sobre un círculo de madera. Quería verme para poder contemplar todo el hermoso vestido pero Bruno antes de ayudarme a ponérmelo me puso una tela sobre los ojos.

-          ¿Lista para ver tu vestido?- asentí al escuchar a Bruno. Sentí como acomodaba algo en mi cabeza, quizás no quería que la tela se me cayera de los ojos, después me tomo de las manos.- Vale Ana, ahora necesito que me prometas que no abrirás los ojos hasta que yo te lo pida.- Asentí emocionada.- Perfecto.- dijo soltando mis manos.- Te quitare la tela de los ojos, recuerda lo que prometiste.- de nuevo asentí y me di cuenta de que la tela ya no estaba sobre mis ojos porque podía ver una luz tenue atravesar mis parpados.- Señoras y jovencitas.- de nuevo escuche a Bruno.- Les presento a la novia más hermosa.- escuche como una cortina se corrió y las reacciones de asombro se podían escuchar.- Puedes abrir los ojos Annie.- dijo Bruno y los abrí lentamente.

Tenía en frente la cara de sorpresa de todas me veían de arriba abajo y asintiendo. Mire a mi mamá y a Casandra las cuales estaban sentadas una al lado de la otra y me dio la impresión de que en cualquier momento alguna lagrima saldría de sus ojos.

Comencé a bajar mi mirada, lo primero que apareció fueron mis manos cubiertas por los guantes, las acerque a la parte de arriba del vestido que era encaje puesto por encima de la tela del vestido y es que el vestido tenía dos tipos de escotes. La tela hacia un escote de corazón perfectamente marcado pero arriba de este abarcando todo el vestido había encaje, este estaba desde la mitad de mi cuello gracias a un cuello redondo dejando los hombros al descubierto. Mi mano desciendo hacia el pequeño borde que se veía en mi vientre, era verdad lo que Casandra me había dicho sobre disimular mi pancita y es que me sorprendía que el vestido fuera más o menos de un corte sirena y que no me viera mal en él. Los bordados que había sobre el encaje eran hermosos y eran detalles que hacían que el vestido luciera más.

-          ¿Voltea un poco hacia tu derecha Annie?- me dijo Bruno y lo hice. Me quede sin palabras cuando mire mi reflejo en un espejo de cuerpo completo que había en la oficina. Una gran sonrisa se proyectó también en el espejo.

-          Me veo hermosa.- dije llevándome una de mis manos a la boca. Voltee a ver a todas que asentían con una enorme sonrisa.

-          Te ves como una princesa Annie.- dijo Mafe y esto hizo que mi sonrisa se acentuara mas.- Yo también quiero ponerme mi vestido mamá.- reímos un poco al escucharla.

-          Pronto pequeña, los vestidos de las damas no tardan en llegar.- le dijo Casandra.

De nuevo mire mi reflejo y no pude evitar que algunas lágrimas de felicidad se resbalaran por mis mejillas.

-          Eso quiere decir que es el correcto.- dijo Bruno y yo asentí con una enorme sonrisa.- Esperemos que Stephen también encuentre el indicado.- voltee a ver a Bruno.

Contigo Ahora y SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora