32

8.3K 649 40
                                    

Trate de calmarme un poco cuando note que estábamos a punto de llegar a la casa de Casandra, no quería preocupar a Stan al verme así, aun me temblaban las manos.

- ¿Lo encontraron?- pregunto Paola inmediatamente cuando entramos a la casa. La acompañaban Derek y Bruno.

- ¿Dónde está Stan?- pregunte sin contestarle a Paola.

- Está en la habitación de Stephen.- dijo Derek

- ¿Qué pasa Ana porque estas así? ¿le paso algo a Stephen?- preguntó Paola pero inmediatamente fui hasta las escaleras.

- Ahora hablamos porque se vienen grandes cambios para la familia.- dijo Casandra.

- ¿Qué cambios mamá? No nos espantes.- fue lo último que escuche que decían en el recibidor.

Mientras más me acercaba a la habitación que había sido de Stephen escuchaba la voz de mi pequeño Stan, al parecer estaba jugando. La puerta estaba entreabierta y me quedé un momento ahí observándolo a él y a la habitación, era la segunda vez que la veía. Estaba igualita como si los años no hubieran pasado en ella, solo faltaban algunas de las fotos que teníamos en nuestra casa.

- Crees que te saldrás con la tuya Lex Luthor.- efectivamente estaba jugando, estaba de rodillas y de espaldas a la puerta así que no podía verme, tenían en sus manos dos personajes a Superman y Lex Luthor mientras otros juguetes y carros lo rodeaban.- ¿Dónde está Luisa?- agito a Superman.- No te diré.- hizo su voz más grave y agito al personaje calvo. Con el personaje de Superman golpeo al de Lex Luthor y este salió volando.- ¡dímelo o hare que mí T-Rex te devoré!- no pude evitar reír cuando dijo eso y cuando tomo un juguete de un T- Rex, no recuerdo a un dinosaurio en ninguna película o caricatura de Superman pero la imaginación de mi pequeño era impresionante, el volteo hacia la puerta.- ¡Llegaste Mamita!- soltó sus juguetes, se levantó inmediatamente y corrió hacia mí.

- Si mi amor, ya estoy aquí.- dije abrazándolo muy fuertemente.

- Ven mamá te enseñaré lo que Julián me compro en el museo.- me jalo con su pequeña mano hasta donde hace unos momentos estaba jugando, me arrodille igual que él lo había hecho.

- A ver.- le dije emocionada.

- Me compró estos libros de dinosaurios, un dije y este es un T. Rex.- me dio su dinosaurio.- Sabias que era el carnívoro más temido de ese tiempo aunque tenía manos muy pequeñas.- negué un poco y me reí al ver como ponía sus manos como si fuera un T-Rex.- Si lo leí en este libro.- me dio uno de sus libros.- Mamá tenemos que volver a ir pero esperemos a que regrese papá quiero enseñarle todo el museo yo mismo ¿Cuándo volverá?- no pude evitar sentirme triste cuando Stan menciono a Stephen

- No se mi amor pero dime ¿te gusta estar aquí?

- Me gusta que la abuela haya hecho una habitación de súperhéroe para mi.- sonreí al escucharlo.- ¿Por qué mamá?

- Porque en lo que esperamos a que tu papá regrese pasaremos un tiempo acompañando a tu abuelita y a tu tía Paola en esta casa.

- ¿Y nuestra casa?

- Ahí estará solo que, qué tal si tu abuelita está en peligro o tu tía.

- Podemos dejarles a Omar y nosotros irnos a nuestra casa, y la tía Paola tiene al tío Derek.- no pareció gustarle mucho al idea.

- Te prometo que solo será un tiempo.- bajo la mirada un poco.

- Está bien mamá pero aún mi fiesta de cumpleaños será en nuestra casa ¿verdad?

- Por supuesto.- de nuevo alzó la mirada.- aún faltan unos meses pero podemos comenzar a organizarla ¿de qué quieres que sea este año?- se quedó un momento pensativo pero yo ya sabía la respuesta.

- ¡De dinosaurios!- dijo emocionado.- me quiero disfrazar de explorador y quiero que mi papá también se disfrace.- Stan tenía muy presente a Stephen en cada momento de su futuro pero al ver y escuchar lo de hace rato no creo que Stephen lo tuviera a él.- ¿Qué tienes mamá?- me dijo acariciándome con su pequeña mano mi mejilla, justo como lo hacía Stephen, una lágrima salió.- No llores mamá, sé que extrañas a papá yo también lo hago.- inmediatamente lo abrace.

- No te preocupes mi amor es solo que le ayude a Julián a cortar unas cebollas antes de venir a verte.- fue lo único que se me ocurrió decirle.

- Entonces promete que ya no cortaras cebollas porque no me gusta verte llorar.- dijo limpiándome un par de lágrimas.

- Te lo prometo mi amor.- dije dándole un beso en la mejilla.

- ¡Ya se! Cantemos para que no llores.

- ¿Qué quieres que cantemos?

- Esa canción que me cantabas para antes de dormir, no recuerdo su nombre.- lo tome entre mis brazos y comencé a cantar.

- The colors of the rainbow so pretty in the sky, Are also on the face of people going by...

- No es esa mamá había otra y se canta en español.- me quede pensando.

- Witsi Witsi araña...

- Si es esa.- dijo y comenzó a cantar conmigo.

- subió a su telaraña, vino la lluvia y se la llevo, salió el sol, se secó la lluvia y witsi witsi araña otra vez subió.- mientras repetíamos la canción me percaté de que el sueño lo estaba venciendo, había tenido un día ajetreado, así que lo cargue y lo recosté en la cama, me puse al lado de él y continúe cantando mientras acariciaba su cabello negro, no sabía por qué se acordaba de esta canción solo se la había cantado en algunas ocasiones y sin que Stephen se diera cuenta, porque no le gustaba que se la cantara.- Mi pequeño no dejare que nadie nos separa.- dije y observe que Stan se movía, de nuevo comencé a cantar hasta que el sueño nos venció a ambos.

Contigo Ahora y SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora