Capítulo 1 ~El desconocido.

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- ¡Danny!

Escuché mi nombre a lo lejos a lo menos unas cinco veces antes de poder reaccionar y darme cuenta de que era mi padre. Cuando sentí los pasos subir corriendo por la escalera, logré al fin abrir los ojos.

- ¡Danny!

- Papá...

Mi voz apenas era un susurro, tenía la boca seca y sentía mi cuerpo débil.

- Hija, ya son las... – miró su reloj – son las una y treinta de la tarde, ¿no crees que deberías estar despertando?

- Es mi último día de vacaciones papá... déjame aprovecharlo – me quejé como una niña.

- Por lo mismo, deberías haber despertado temprano para regular tu sueño.

- Para eso existen las alarmas, papá...

- No quiero quejas si mañana debo despertarte con un balde de agua fría...

Me senté en la cama mirándolo desafiante.

- No serías capaz...

- ¿No? – me miró retándome, aunque no aguantó mucho tiempo y se largó a reír – bueno, como sea. Ahora iré a comprar el alimento para el mes, la despensa está casi vacía. Cuando vuelva te quiero levantada y vestida para almorzar, ¿de acuerdo?

- Sí, papá – bostecé – solo cinco minutos más – me hundí nuevamente en el calor de mi cama.

- Ay... - suspiró – no sé qué voy a hacer contigo – rió – te veo en dos horas – se acercó a besar mi frente y luego cerró la puerta de mi cuarto.

Papá siempre había sido muy cariñoso conmigo, pero se había vuelto el doble de atento desde que mamá se fue. Yo era pequeña, tenía solo 5 años, así que no recuerdo bien, y ni mi padre ni mi madre quisieron contarme mucho sobre los detalles de por qué se divorciaron; solo sé que mi madre no podía mantenerme y que mi padre ganó mi tuición gracias a que su empleo como publicista le proporcionaba un buen pasar. Mamá volvió a California y yo viajaba a veces a verla, me llamaba, me enviaba regalos y algo de dinero, pero nunca más volvió a pisar Minnesota.

Fue así como crecí junto a mi padre y mi abuela paterna, Marie, quien lo ayudó mucho criándome cuando él estaba fuera de la ciudad trabajando. Me sentí un poco abandonada por mi madre, aunque no la culpaba, ella tendría sus razones para actuar así. Siempre que hablábamos acerca de mamá el rostro de mi padre se llenaba de tristeza y de una incomodidad que nunca logré descifrar. Muchas veces pensé que quizás la había engañado, pero conociéndolo sabía que no era posible, y que además esa actitud incómoda y su mirada perdida tenían un trasfondo mucho más serio... de todos modos nunca quise preguntar.

Los maullidos de Lori, mi gata, me despertaron, seguidos de sus ronroneos, su lengua raspándome la cara y el peso de su cuerpo descansando sobre mi hombro.

- Ya entendí, Lori... es hora de levantarse.

Ella solo me respondió con un maullido y se estiró sobre mí, para luego dar un ágil salto al suelo. Había encontrado a Lori un día mientras volvía de la escuela. Caminando por la acera junto a mi mejor amiga IU, divisé a una gata amamantando a sus bebés recién nacidos. Nos acercamos a mirarla, e IU se ofreció para llevar a los felinos a la veterinaria de su padre, buscarle un hogar a los gatitos bebé y esterilizar a la madre. Llamó a su padre y él pasó a buscarnos. Logramos entre los tres meter a la gata y sus bebés dentro de una pequeña jaula y subirla a la camioneta, y cuando estaba a punto cerrar la puerta para marcharnos sentí un débil maullido.

- ¿Qué ocurre Danny? – preguntó IU.

- ¿Escuchaste eso?

- ¿Qué cosa?

Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora