Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.

Capítulo 2 ~ La carta.

Los minutos se me hacían eternos sentada en el sofá de la sala, esperando junto a Lee Taemin a que mi padre llegara. Quería devorar mi sándwich, pero me parecía de mala educación comer sin ofrecerle nada al invitado sorpresa.

- Hmm, ¿ya desayunaste? – pregunté nerviosa.

- Claro que sí, son las dos de la tarde – me respondió con tono antipático.

Ya no sabía si le temía o lo aborrecía por su actitud odiosa.

- Entonces no te molesta que coma mi sándwich, ¿verdad?

- No – se rió de mí con expresión de superioridad.

Solía ser una persona tranquila, que no caía ante provocaciones ni el mal ánimo de los demás, así que le sonreí ignorando su falta de simpatía y tomé mi sándwich, dándole una gran mascada. Masticaba rápido y volvía a atacarlo, intentando acabarlo lo antes posible, mientras tanto sentía los ojos de Taemin mirándome fijamente. En menos de cinco minutos había comido todo mi desayuno, me limpié los labios y volví a acomodarme en el sillón un poco más relajada; ahora por lo menos no tenía hambre.

- Y... ¿por qué buscas a mi padre? – le pregunté algo insegura.

Me miró unos instantes estudiándome.

- ¿No sabes quién soy, verdad? – me preguntó muy serio.

- Para ser sincera, no, no lo sé – respondí.

- Entonces quizás hay cosas que tu papi no te ha contado – disparó mirándome con los ojos entrecerrados.

- ¿A qué te refieres? – le pregunté sin entender del todo.

- No seré yo quién te diga el motivo por el cual estoy aquí, pregúntale a tu padre, parece que te debe un par de explicaciones – disparó, y estiró sus piernas, volteando sus ojos hacia la calle.

Me quedé mirándolo más que intrigada por sus palabras. Hablaba con papá acerca de cualquier cosa, así que sabía que si le preguntaba no tendría problema en contarme sobre Lee Taemin o lo que tuviera que ver con él, había mucha confianza entre nosotros.

Escuché el auto de mi padre frenar hasta estacionarse en el garaje y di las gracias por no tener que soportar un segundo más la incomodidad de la presencia de Taemin y la poca certeza sobre quién era o qué quería. Caminé hacia la puerta y bajé trotando las escaleras.

- Papá...

- Cariño – se acercó y besó mi frente.

- Hmm – algo insegura de qué decir, intenté articular las palabras – alguien vino a buscarte hace como una hora.

- ¿Quién? – no paraba de sonreírme.

- No sé, es un chico, le dije que volviera más tarde pero se negó, así que lo dejé entrar para esperarte.

- ¿Qué? – sus ojos se abrieron enormes y su ceño se frunció – Danny, te he dicho un millón de veces que no abras la puerta a extraños ni los dejes entrar a la casa – su expresión denotaba algo de miedo.

Comenzó a caminar rápido hacia la casa, yo detrás de él intentando seguirle el paso.

- Lo sé, pero me sentí mal de hacerlo esperar solo afuera.

- ¿Y quién es? – preguntó mientras abría la puerta.

- Lee Taemin – respondí.

El caminar de mi padre se detuvo cuando pisó la sala. Taemin continuaba allí, aunque ahora estaba de pie, con sus manos dentro de los bolsillos de sus jeans, mirando a mi padre con expresión de disgusto. Mis ojos pasaron de Taemin a mi padre, quien sin decir nada solo lo miraba fijamente, con esa rara expresión de incomodidad que a veces se apoderaba de él.