Capítulo 10 ~ Problemas.

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Cuando Taemin cerró la puerta detrás de él me quedé pensando unos segundos. Papá se había ido y me había dejado con él. Sus actitudes eran temerarias y sin duda le daba igual si estaba yo a su lado cuando hacía ese tipo de cosas. Fumaba mucho, maldecía como nadie, y no le importaba dejarme sola en casa cuando se suponía que debía cuidarme, aunque de todos modos ahora estaba dirigiéndome la palabra; lo que decía no era exactamente lo que hubiera esperado, y probablemente no tenía interés alguno en ser más delicado conmigo, pero era algo al menos. Había dejado de insultar a mi padre, y al parecer las cosas estaban más calmadas, no sé si porque le prometió algo a cambio de dinero o simplemente porque él no estaba en casa.

Di un largo suspiro mientras Lori daba un salto al sofá de un cuerpo delante de mí.

- Debo ir a tomar una ducha, ¿me acompañas, nena?

Soltó un maullido y la tomé en brazos, se revolvió en ellos y se quedó patitas arriba mirándome. Llegamos a mi habitación y la dejé en la cama, me quité el uniforme y me dirigí al baño a darme una ducha. Mientras me enjabonaba cada vez la ansiedad aumentaba más, ahora sí que estaría sola en casa, sin mi padre, sin mi abuela y sin Taemin. No sé por qué tenía tantas expectativas al respecto, pero sentía que nada sería igual después de este día. Gracias a Dios mi padre había viajado a Japón, eso me daría más tiempo para estar tranquila junto a Sehun, aunque de todos modos hubiese vuelto del trabajo pasadas las once de la noche.

Volví a mi cuarto con una toalla anudada alrededor de mi cuerpo, y comencé a rebuscar en mi closet algo para ponerme. Me cambié a lo menos cinco veces sin lograr decidir qué sería lo indicado, pero ya que quería ir lento me decidí por unos jeans negros y una camiseta larga color carmesí. Me arreglé el cabello, me maquillé un poco y me tiré sobre la cama. Tomé uno de los libros que mamá me había regalado por mi cumpleaños y continué leyéndolo, aunque el nerviosismo no me dejaba y no lograba concentrarme en mi lectura. Miraba la hora cada cinco minutos, y me asomé a la ventana un par de veces. Eran casi las 8:30 de la tarde y Sehun aún no aparecía por mi casa. Me dejé caer de boca sobre la cama, enterrando mi cara en la almohada, pensando que probablemente se le había hecho tarde y había decidido no venir. Cuando estaba a punto de quedarme dormida, sonó el timbre de mi casa.

Bajé corriendo las escaleras y me arreglé ante el espejo que estaba al lado de la puerta, tomé aire, intenté parecer calmada y abrí.

- Hola, cariño – se acercó y me besó con ternura – te traje esto, pensé que te gustaría.

Sacó la mano que traía escondida detrás de su espalda y me entregó una caja de bombones rellenos. Estaba segura de que mis mejillas se habían sonrojado, así que solo miré a otro lado y le di las gracias. Lo dejé pasar y nos sentamos en el sofá. Prendimos la televisión y nos acurrucamos viendo una película. Le pregunté acerca de sus clases de matemáticas y él sobre cómo había ido mi día y cómo iban las cosas con Taemin. Mientras le respondía, Sehun bajaba las yemas de sus dedos por mi espalda, trazando dibujos sin sentido, y sus ojos estaban clavados en mis labios. Sentí que me estremecía por completo y no pude terminar de hablar.

Sehun me miró a los ojos unos instantes y luego se acercó lentamente para capturar mis labios, y luego de darme un largo beso, tomó el control remoto y apagó la televisión. Se acercó cada vez más a mi cuerpo, obligándome a quedar recostada en el sofá. Su cuerpo se apostó sobre el mío y comenzó a besarme otra vez. Sus manos acariciaban mis brazos, y bajaban a mis costillas, mi cintura y mis caderas. Los gemidos salían uno tras otro de mis labios cuando sentía su aliento tibio juguetear en mi cuello. Se incorporó unos instantes y me miró a los ojos.

- ¿Estás lista, Danny?

- S-Sí – respondí automáticamente, sin pensarlo mucho.

Juntó sus labios con los míos otra vez y sus manos levantaron mi camiseta, atacó mi cuello con sus besos mientras sus manos masajeaban mis senos, esta vez con mucha más delicadeza que antes. El tacto de sus manos frías en mi pecho caliente me hizo suspirar, y sentí mis pantaletas mojadas cuando su pelvis comenzó a presionar la mía. Besó mis senos con dulzura y apoyó su frente en mi pecho, mientras sus manos bajaban a desabotonar mi pantalón. Sentí como mi piel se volvió de gallina ante el toque de sus dedos, cuando sus índices se deslizaron en la orilla de mis jeans negros y comenzó a bajarlos por mis piernas. Lo ayudé a quitármelos, sintiéndome nuevamente paralizada. Sehun se incorporó en el sofá, desabrochó su cinturón y bajó el cierre de su pantalón. Se posicionó sobre mí nuevamente, separando mis piernas para ubicarse entre ellas. Bajó lentamente sin apartar sus ojos de los míos y logré sentir su erección sobre mí. Estaba caliente y dura, y comenzó a frotarla arriba y abajo contra mí. Cerré los ojos comenzando a gemir, mientras él descorría un tanto mi sujetador y besaba mis senos. Mis manos se enredaron en su cabello y me dejé llevar unos instantes, hasta que su movimiento arriba y abajo se volvió más intenso. Su miembro forzaba mi entrada por sobre la ropa, y la fuerza con la que se movía comenzó a causarme dolor.

Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora