Me cargó sobre su espalda hasta la orilla, subió conmigo las escalerillas que daban a la cocina y entramos a la casa. Yo me sostenía de su cuerpo como un pequeño monito, mi cabeza descansaba en su hombro. El baño de agua fría había sido muy relajante, y continuaba tan ebria que podría haber dormido sobre la espalda de Taemin toda la noche.
- Papá se va a enojar cuando vea el piso mojado – dije risueña, al mirar hacia atrás las huellas de los pies mojados de Taemin y las gotas que caían por todos lados.
- Créeme que el maldito piso es lo que menos me importa ahora – replicó, cargándome escaleras arriba - ¿tienes secadora o algo así? Nuestros uniformes no se secarán solos a esta hora.
- Sí... en el cuarto de... lavado
- ¿Dónde está ese cuarto? – me preguntó quedándose de pie al llegar arriba.
- Al fondo... a la derecha – le respondí, intentando apuntar con el dedo, aunque mis ojos aún no lograban enfocar y mis extremidades no respondían.
Caminamos hasta el cuarto de lavado y yo encendí la luz al entrar, dando golpes a tientas en la muralla. Taemin me dejó en el suelo y se volteó a verme.
- ¿Puedes mantenerte de pie mientras meto la ropa a la secadora?
- Sí... tran... tranquilo – le respondí, dejándome caer sobre la pared para sostenerme. El hipo me cortaba el habla de manera humillante.
Me miró arqueando una ceja y sonrió.
- Quítate esa ropa mojada – me dijo.
Lo miré quitarse la camiseta de la escuela, y su tatuaje nuevamente estuvo frente a mis ojos. Peinó su cabello mojado hacia atrás, mientras estrujaba la camiseta en el lavabo junto a la secadora. Me quedé observando cada uno de sus movimientos por un buen rato. Cuando desabrochó su cinturón y lo quitó de sus pantalones, sentí que mis mejillas se sonrojaban; gracias a Dios estaba lo suficientemente ebria como para que mi cara estuviera roja de antemano.
- ¿Vas a quitarte eso para que pueda secarlo o qué? – me preguntó con el ceño fruncido, la mirada medio levantada.
- ¿P-Puedes voltearte? – le pedí, mirando el suelo, mientras tomaba el dobladillo de mi camiseta.
Me miró con ademán incrédulo, siseó con una media sonrisa y se volteó hacia la pared. Miré los músculos de su espalda marcarse cuando se agachó para quitarse los pantalones. Levanté mi camiseta e intenté quitarla, pero claro, estaba demasiado ebria para ser capaz de quitarme primero el suéter y luego la camiseta. Cuando ya estaba demasiado enredada en mi propia ropa intenté bajarla, pero el agua me hacía imposible volver a mi posición inicial. Comencé a forcejear y choqué con la espalda de Taemin.
- ¡No voltees! – le grité, dándome la vuelta.
- ¿Necesitas... ayuda? – me preguntó.
- Sí – rezongué, mientras pequeños quejidos se escapaban de mis labios.
Lo sentí acercarse a mí por detrás y soltar una risita divertida.
- ¡No te rías!
- Estás enredada en tu propia ropa... créeme que es algo divertido de ver.
Sujetó mi ropa por sobre mi cabeza, ayudándome a sacarla de mis brazos que llevaban levantados un buen rato. Logró quitarme la camiseta y el suéter y fue una sensación agradable poder volver a respirar.
- ¿Puedes sola con lo demás o necesitas ayuda también? – me preguntó estrujando mi ropa.
- Puedo sola – respondí.
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Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.
FanfictionEn ocasiones, el destino o el azar logran marcar la vida de las personas, y aquellas marcas pueden arrastrarse por tantos años, que incluso son capaces de interferir en la vida de otros. El perdón logra sanar las cicatrices, pero el rencor suele man...