Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.

Capítulo 9 ~ Fuerte y veloz.

Subimos al Mustag de papá y me sentí algo preocupada por su viaje, porque ahora que se iba tendría que esperar a lo menos un mes hasta que pudiera verlo a la cara y preguntarle por su conversación con Taemin anoche. Quizás su actitud con la madre de Taemin no fue la mejor, y por eso lo odiaba tanto, ¿pero qué con todo lo demás?

Un suspiro de Taemin me sacó de mis pensamientos, me giré a observarlo y sostenía el volante de forma muy poco segura, con una sola mano, mientras con la otra acomodaba un cigarrillo en sus labios.

- ¿Piensas fumar dentro del auto? – lo regañé.

Me miró de medio lado y dio una calada a su cigarrillo, mientras guardaba el encendedor en su pantalón de tela color gris.

- Habías estado tan callada, que ya comenzaba a preguntarme qué pasaba contigo – dijo, y dejó salir el humo.

- Estás conduciendo, ¿sabes que puedes hasta provocar una explosión?

Volteó a mirarme divertido y soltó una carcajada.

- ¿Qué? – continuó riendo, mientras sostenía el cigarrillo entre sus dedos - ¿Una explosión?... deberías dejar de ver tanta televisión, Danielle.

- O quizás tú deberías dejar ese maldito vicio.

Paramos ante un semáforo en rojo.

- ¿Siempre eres tan molesta? – me miró fijamente, dando otra calada a su cigarrillo.

- ¿Siempre eres tan irresponsable con tu vida y la de los demás? – respondí a la defensiva.

- El que está fumando soy yo y la ventanilla está abierta para no contaminar tu precioso aire... deja de ser tan dramática.

- Cuando papá se entere...

- ¿Acaso piensas contarle? – me miró levantando las cejas, con una expresión entre sorpresa y diversión.

- Claro... estás fumando dentro de su querido Mustang, esto no va a gustarle nada.

Salimos la carretera y en ese momento me congelé. Taemin movió la palanca de cambio y presionó el pedal hasta el fondo. Las ruedas chirriaron sobre el asfalto y puedo apostar lo que sea a que sacaron humo de él. Me sostuve de la cajuela delantera, mientras mi cuerpo se tensaba.

- ¡¿Qué es lo que pasa contigo?! – le grité desesperada - ¡Ya detente!

- Si planeas delatarme con Derek al menos te estoy dando una buena razón para hacerlo – me respondió sin quitar la vista de la calle, con los brazos estirados sosteniendo el volante.

Debíamos tomar esa carretera recta a lo menos por unos diez minutos, y Taemin sorteaba como si nada los automóviles delante de nosotros, cambiándose a la pista contraria una y otra vez. Subí mis piernas al asiento y abracé mis rodillas rezando para que no nos encontráramos de frente con nada. Abrí los ojos un instante para ver cómo los ojos pardos de Taemin ni siquiera pestañeaban mientras conducía en zigzag y su mandíbula estaba tensa al igual que sus brazos. Lo único que quería era bajarme de ese auto y continuar a pie hasta la escuela. Si con mi padre presente mi flamante hermano hacía lo que quería, sin él aquí definitivamente haría cosas peores, y no me hubiera importado de no ser porque ahora estaba arrastrándome con él.

Dio una vertiginosa vuelta en U y tomó la esquina de la calle de nuestra escuela, volvió a doblar en U para entrar al estacionamiento y por fin redujo la velocidad; llegamos en menos de cinco minutos. Bajé mis piernas al suelo nuevamente y me di cuenta de que estaba temblando. Miré a Taemin y él tenía una sonrisa de triunfo en la cara. Apenas aparcó tomé mis cosas y me bajé del Mustang, necesitaba sentir mis pies en la tierra una vez más. Él bajó también y di rápido la vuelta hasta la puerta del conductor.