- ¿Danielle? Ya es hora de ir a la escuela – decía papá detrás de la puerta.
Abrí los ojos en un instante y me puse de pie caminando hasta la puerta. Volteé y Taemin continuaba durmiendo en el sofá-cama, aunque se había destapado y su camiseta estaba levantada hasta su pecho, dejando ver su bien formado torso y el elástico de sus bóxers. Si papá lo veía dentro de mi cuarto de seguro no le agradaría, tenía que hacer que no se enterara.
- Papá, la puerta se trabó otra vez, abre tú – le pedí desde dentro de mi cuarto.
Abrió la puerta con cuidado y la sujeté poniendo mi cuerpo en el pequeño espacio que dejé abierto, evitando que mirara dentro de mi cuarto.
- ¿Por qué no me llamaste anoche, hija?
- Dejé mi móvil en la cocina, por eso no sentí la alarma esta mañana tampoco.
- Ay, Danielle... está bien, ahora prepárate, saldremos pronto... ¿sabes si Taemin volvió anoche? Me fui a la cama a las diez y aún no llegaba – me preguntó preocupado.
- ¿Eh? – me sentí temblar por dentro – claro, volvió anoche como a las once y subió a su cuarto.
- Oh, qué bien... ¿crees que sería muy impertinente de mi parte entrar a su cuarto a despertarlo?
- Sí, papá... acaba de llegar, no creo que sea algo agradable. Probablemente ya te haya escuchado y solo no respondió, o está en la ducha... dale unos minutos más.
- Tienes razón. Bajaré a preparar el desayuno, luego volveré a por él, si no me contesta tendré que entrar.
- De acuerdo, estaré lista en unos veinte minutos – le sonreí.
Me sonrió de vuelta y caminó hacia la escalera. Cerré la puerta de mi habitación y apoyé mi frente en ella, dando un suspiro porque había logrado persuadirlo. Odiaba mentirle a mi padre, pero no estaba en una posición muy cómoda.
- Eres buena mintiendo.
Me volteé asustada y vi a Taemin sentado en mi cama, calzándose sus tenis.
- Tenía que hacerlo... ¿intenta no hacer esto otra vez, sí?
Se rió de forma burlesca y miró sus pies para atar sus agujetas. Se puso de pie, tomó su sudadera y se acercó a la puerta.
- Ve a alistarte, tenemos que ir a clases – le informé.
- Que molestia – respondió, pasó junto a mí y caminó a su cuarto.
Me duché rápido, arreglé mi cabello y me puse el uniforme de la escuela. Papá me había inscrito en un instituto particular muy caro, donde usábamos uniformes y esas cosas, no era la típica escuela donde todos asistían con ropa de vestir regular. Decía que eso mantenía el orden y disminuía las distracciones, nunca lo entendí pero no me molestaba tampoco. Tomé mi mochila con todo lo necesario y bajé a la cocina.
- Toma tu desayuno para que salgamos – dijo mi padre - ¿sabes si Taemin ya despertó?
- Creo que sí... - respondí dudosa, tomando el tazón de chocolate caliente que la abuela había preparado.
- ¿Te apetece chocolate caliente, Taemin, o prefieres café? – preguntó mi abuela.
Volteé y Taemin estaba parado en el umbral de la puerta de la cocina, con el cabello mojado goteando su ropa. Llevaba una camiseta a rayas negra y blanca y unos jeans ajustados.
- Prefiero café, gracias – le sonrió a mi abuela.
- Pensé que aún seguías durmiendo – le dijo mi padre, pero Taemin no le respondió.
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Not forget, Not forgive ~ Lee Taemin.
Fiksi PenggemarEn ocasiones, el destino o el azar logran marcar la vida de las personas, y aquellas marcas pueden arrastrarse por tantos años, que incluso son capaces de interferir en la vida de otros. El perdón logra sanar las cicatrices, pero el rencor suele man...