Capítulo 5

562 56 2
                                    

-¿No éramos ... más que compañeros?
Está cerca; demasiado cerca, y esa pregunta tan solo logra incomodarme. Es decir, más.
-Exacto. Solo compañeros.
Le miro de reojo una vez más, y él me devuelve tal acto de forma indiferente, con una ceja alzada. No dice nada.
- ... ¿Verdad?
Aún así no me da una respuesta. Se echa un poco hacia atrás, dejando ahora unos centímetros entre nosotros. Si lo que busca este imbécil es ponerme nervioso... lo está consiguiendo.
-No puedes moverte con tu sombra, y además estamos desarmados. ¿Alguna idea para salir de aquí?
-Si la tuviese no seguiría a tu lado, imbécil.
Se ha alejado un poco más, sentándose de tal forma que sus propias manos le quedan bajo las rodillas. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? ¿No tiene sentimientos a caso? Nunca he logrado comprender lo que pasa en esa cabeza suya; ni antes ni ahora.
-¿No puedes hacer... eso que haces siempre?
-¿La unión?
- ... Creo que sí. ¿No había un nombre mejor?
-¿No crees que si pudiese ya lo habría usado?
Veo cómo pega un tirón a las cadenas, bastante fuerte, aunque no busca romperlas. Recibido, necesita las manos para usar esa técnica, cómo no.
Tras esto se me queda mirando, como si esperase algo, mas no logro comprender qué. Desvío descaradamente la mirada, tratando de evitar que vea mi rostro durante un rato. No quiero que sepa cómo me siento. La herida ha creado una nada disimulada mancha carmesí en mi ropa, y el dolor que me causa no cesa ni un solo segundo. Además, Shen no hace más que incomodarme, se comporta de forma...
¿A quién pretendo engañar? Está exactamente igual que siempre, igual que en aquellos años, no puede evitarlo.
-Zed.
No pienso girarme. No pienso dirigirle la palabra, tan solo puedo pensar en la forma de contener el miedo y lograr salir de aquí. Me muerdo el labio, tratando de evitar cualquier quejido ante la sensación que me invade. Esto me está frustrando, me agobia, me bloquea. Siento cómo una lágrima está a punto de descender por mi rostro cuando algo corta por completo mi burbuja de frustración.
-Te quería entonces, y aún hoy te quiero.
Me toma unos segundos ser capaz de contestar, buscando una explicación a lo que acaba de decirme.
-Shen, no volveré, éramos buenos amigos. O por lo menos lo parecía, pero no...
-No lo entiendes.
Claro que lo entiendo, pese a que realmente no quiero entenderlo, y él lo sabe. ¿De verdad cree que esto va a ayudar ahora?

La única luz. [Pendiente de Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora