Capítulo 17

459 52 9
                                    

Creo que solo se me ocurre una forma de describir esta situación. Jodida. Muy jodida.

Shen parece creer que podemos hacer algo, pero el tan solo recordar lo ocurrido años atrás logra que un escalofrío recorra todo mi cuerpo. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Ni siquiera recuerdo cuántas veces ha llegado a aparecer esta pregunta en mi mente cuando estoy con él, pero esta es la única vez que no debería. Parece tranquilo, como siempre, pero hay algo distinto. ¿Acaso Jhin ha logrado ponerle nervioso?

Esta idea se plasma en mi mente cuando el pelirrojo desenfunda ambas espadas rápidamente. Una de ellas resultaría totalmente inútil contra alguien como Khada Jhin, lo ha hecho sin pensar, realmente está alarmado. ¿Por qué? ¿Le considera más fuerte que él de repente? ¿Hay algo en el contrario que yo no he percibido? Es durante la "danza" que ambos mantienen cuando me queda claro. Shen no puede esperar al momento justo, no puede esperar a que sea el otro quien vaya a él, no puede tratar a Jhin como lo haría junto a la Kinkou. Tiene algo más importante por lo que luchar, algo que bloquea todas sus estrategias, algo que rompe su equilibrio. Uno de los disparos de Jhin ha alcanzado su brazo, el mismo en cuyo hombro impactó otro ataque enemigo anteriormente. Su sangre alcanza mi rostro, tiñéndome un mechón de color rojo. Está claro por qué Shen tiene miedo.

Yo soy el problema.

Obviamente. Como de costumbre, este imbécil cree que debe cuidar de mí, protegerme. No pienso permitirlo. Doy un par de rápidos pasos hacia ellos, dispuesto a irrumpir en el combate, y es entonces cuando veo que Jhin dirige su arma hacia mí. No me detengo, ni hablar. Puedo hacer más que esto.

-ZED, LÁRGATE.

-¿Irse? No es más que un espontáneo que interrumpe tu constante actuación, ¿cierto?

No contesto a ninguno de ellos. Shen asesta un terrible golpe a Jhin, el cual retrocede notablemente. Sin embargo, no ha sido lo suficientemente rápido como para evitar que este apretase el gatillo. Es ahora o nunca.

La bala del contrario atraviesa mi pecho, creando al impactar un tremendo destello. Y con él, mi sombra se desvanece. Al igual que Jhin.

Shen respira hondo pese a que él ha escapado, pero su "pánico" vuelve cuando mira hacia mí. La bala no me ha alcanzado, pero mi técnica ha logrado hacerme sangrar más que el arma de Jhin. La herida de mi abdomen parece estar discutiendo con mi sombra, realmente ha empeorado de golpe. Esto me hace caer al suelo, encogiéndome entonces. Puedo notar cómo una rosa cae a mi lado, roja como la sangre. Un bonito detalle por parte del asesino.

El pelirrojo se acerca a mí a toda prisa, arrodillándose a mi lado. Realmente está preocupado y se le nota, remarcando lo último. No pensé que quedaría algo de expresividad en él.

-¡¿En qué demonios estabas pensando?!

No logro contestar, tan solo esbozo una media sonrisa. Realmente no puedo hablar ahora mismo. Alzo la mirada hacia él, a punto de hacer un segundo intento de hablar, pero de nuevo soy incapaz. Sin embargo no ha sido a causa del dolor esta vez, sino porque Shen ha llevado una mano a mi rostro, alzándolo un poco, obligándome a mirarle. Automáticamente he abierto los ojos de par en par.

Me ha besado.

La única luz. [Pendiente de Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora