Capítulo 15

455 46 7
                                    

-¿Cómo que cuánto tiempo? ¿A qué viene eso ahora?

¿Cómo decirlo delicadamente? Probablemente no sea algo relevante en esta situación, pero me está resultando complicado mantener la compostura ya como para tener que ocultárselo.

-Tío.

-¿Vas a decirlo ya? Si no te apuras se cansarán del culebrón, y no me apetece acabar cubierto de rojo.

-De eso va el tema.

Tarda no más de un par de segundos en darse cuenta; las raíces de su pelo han perdido ahora el falso negro que las cubría, comienza a verse un rojo que no es lo que se dice discreto. Supongo que maté a su padre, pero los genes del melenas siguen en pie. Bueno, en realidad no recuerdo porqué Shen decidió cubrir ese color, pero no le quedaba tan mal.

-¡¿De verdad crees que mi pelo es algo importante ahora?!

-Bueno, esas raíces duelen un poco a la vista. ¿Quieres un sombrero?

No recibo respuesta alguna del contrario -aunque no habría sido muy buena- ya que una piedra me golpea el brazo. Parece que un rival se ha cansado de esperarnos. Me separo un poco del azabache... bueno, no me veo capaz de volver a llamarle así, con una mano en alto.

-Vale, ¿quién ha sido el gracioso?

Uno de los enemigos alza la mano, parece cabreado. Lo único que logra es que un shuriken atraviese su frente.

-¿Alguien más? Intentamos mantener una conversación.

Soy yo entonces el que se lleva un golpe, aunque es Shen quien me lo da.

-Entendido. Volvemos a lo nuestro.

Una vez más se oye el sonido de mis cuchillas, mas no llegan a alcanzar a nadie, pues un kusarigama se me adelanta. Un par de golpes de Akali han logrado superar mi puntuación y la de Shen, mas no la de la rata. Un largo camino de enemigos claramente electrocutados en el suelo es todo lo que se ve alrededor del yordle. Creo que no volveré a meterme con él por un largo tiempo.

-¿Ya... está?

-Ni de coña.

La respuesta del pelirrojo no me ha sorprendido lo más mínimo, ya antes de que los otros dos se acerquen me aseguro de cubrir al contrario con aquello que cubría mi propio rostro. Obviamente es algo que extraña a la chica.

-¿Por qué lleva...?

-Le han dado un golpe. Uno terrible. Su cara parece un trasero ahora mismo. Era esto o darle mis pantalones.

-Tampoco me habría molestado lo de los pantalones.

Me aseguro de dar un último golpe al estómago del contrario cuando Akali y el yordle se alejan, esperando a que les sigamos. Parece que nos va a tocar a nosotros limpiar la capital.

La única luz. [Pendiente de Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora