Capítulo 20

361 45 8
                                    

Con Kennen en reposo y Zed buscando al ofendido Yasuo, me limito a dejar que la de cabello negro trate la herida de mi hombro. Bueno, todas las heridas que he ido acumulando a lo largo de esta batalla. No pasan más de unos minutos hasta que Zed vuelve arrastrando al otro, agarrándolo por una pierna. Realmente hay mucho que quiero preguntar ahora mismo, incluyendo el por qué está Yasuo en este lugar, pero será mejor limitarme a lo importante.

- ¿Qué vamos a hacer? Quiero decir, ahora además de esas cosas está Jhin. Nuestras posibilidades se reducen.

Lo primero que muestra el peliblanco es una curiosa expresión, la cual deja claro que le sorprende verme preguntar esto. Pero también deja claro que estaba esperando la oportunidad de ponerse al mando, pues justo después forma una sonrisa.

- Está claro que tu querido consejo no va a colaborar con nosotros a estas alturas, así que a partir de ahora jugaremos con mis reglas.

- Solo ha pedido una idea, cara anchoa, no vamos a...

- Está bien. -Añado yo mismo, interrumpiendo a la chica. Las ideas del peliblanco quizá no son siempre las más correctas, pero muchas veces han resultado ser efectivas. - Sorpréndeme.

Pero lo que hace el otro antes de responder es revolverme el pelo, como si buscase recordarme el tono de rojo que se va abriendo paso en mi pelo. Sin decir palabra, me lanza algunos documentos que ha recogido de un discreto armario. Echo un vistazo a estos, deseando que no sea lo que creo que es, pero no tengo tanta suerte.

- ¿Pretendes ir a por ella? ¿Es una broma?

- ¿Qué? No, no pienso acercarme a esa loca. -Resopla, como si fuese algo obvio. - Será Akali quien vaya.

- ¡¿Que yo qué?!

Tras esta pregunta de la de cabello negro, una discusión estalla. Otra vez. ¿Nunca se cansan de pelear? Esperando a que Zed y Akali terminen con esto, dirijo la mirada hacia Yasuo, el cual está sentado en el suelo, y termino por acercarme a él. Por lo menos no está metido en el bucle de gritos.

- ¿Puedo preguntar qué haces tú aquí?

Este da un largo trago a una botella que, de algún modo, no he advertido hasta ahora antes de responder, como si no tuviese el más mínimo interés en hacerlo.

- Es... una larga historia, en realidad.

Ante tal respuesta opto por no insistir, pues no parece que él tenga intención de darme la información que le pido, y termino por mirar de nuevo a los otros dos. Se están tirando del pelo como niños pequeños por lo que, buscando no perder más tiempo, opto por meterme en medio. Ante mi intervención, ambos retroceden un par de pasos, resoplando con cierta indignación.

- Akali, ve a por ella.

- ¿Es en serio, Shen? ¿Vas a hacerle caso?

- No nos queda otra. -Dirijo la mirada hacia el peliblanco entonces.- ¿Qué más tienes pensado?

Este carraspea, como si buscase aclararse la voz, antes de mostrar una sonrisa algo arrogante.

- Ella irá a por la soberana, nosotros a por el otro.

- Ni siquiera sabemos si el otro está en territorio jonio, ¿no marchó hacia Noxus?

A Zed parece sorprenderle el que yo sepa a quién se refería, pero simplemente sigue hablando.

- Hace unos días volvió, quizá veía venir algo así. Lo encontraremos.

- Quieran cooperar con nosotros o no, este ataque también les afecta. -Añade Yasuo.

- Exactamente. Y si no, podemos convencerles. -Akali parece haber aceptado ya las ordenes, aunque no muy segura.

- Yasuo, tú quédate con Kennen. En cuanto se recupere algo más podréis salir, pero no se te ocurra hacerlo antes.

Ante las palabras de Zed, Yasuo se hace el ofendido una vez más. Realmente le ha metido el dedo en la herida, aunque con cierta sutileza. No está nada mal.

- Bien, hay que hacerles salir al campo de batalla, ¿entendido? No aceptéis un no por respuesta.

Pero pese a haber dicho esto, no estoy muy seguro de cómo podría acabar.

La única luz. [Pendiente de Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora