Casette

Parte 2

-¿Preparada para la aventura?.- Me dijo graciosa.

-Emmm, no.- Dije entre risas.- Pero no hay marcha atrás.

-Muy bien, me caes muy bien, ahora te presentaré a tu nueva jefa, te diré un par de consejos, cabeza alta, y no titubees, son fallos de primerizas, entre ellas yo, si lo haces mal estás perdida, es un buen trabajo, pero necesitas alguna que otra pista para continuar y alcanzar el exito, puede parecer abrumador, pero una vez que te acostumbras, es facil. Conque no te me desmoralices.

-Tranquila, sentimientos fuera, cabeza alta, habla clara, y autoestima por el cielo.

-Así me gusta nena, ahora entra, te esperaré en la puerta, te estaré escuchando.

Cuando entré, bueno, todo consejo se fue de mi mente, aquel despacho parecía grandioso, ejercía fuerza en mí misma, era desmoralizador, ahora entendía sus palabras.

-Buenas, Carol ¿verdad?

-Llameme Caroline por favor.- Dije intentando aparentar más de lo que era, cabeza alta, me repetía.

-Carol, me gusta, bien, me llamo Rose, directora, mando en toda persona que veas trabajando en este edificio, seras mi pupila, pero avanzarás independientemente, y por favor, deje a un lado las amistades, somos meramente relación jefa-aprendiz, no equivoques términos.

-Sí, ¿cuándo empiezo en trabajar?.- Dije aparentando una seguridad que por supuesto, no tenía.

-Perseverante, así me gusta.- Dijo mirandome altivamente.-Irá con la recepcionista a su nuevo despacho, que compartirá con otras tres becarias, solo hay un puesto de trabajo en juego, conque competiréis para ello.

-Esa parte no se me fue comunicada.- Dije, con una voz que dejaba a la luz el cabreo que se me había echado encima en dos segundos, cosa que tal vez no me beneficiaría.

-No me venga con escusas tontas. si tanto deseas trabajar para Comunity&Work no le importará tener este altibajo, además, si pensabas dar el cien por cien de tí, no tendrás ningun problema, a menos que alguna becaria trabaje al cientoveinte por cien, no se si me entiendes.

-Comprendo.-Dije calmandome, conseguiría este trabajo si o sí. Me dejaría la piel para ello.

-Pues bien, no se que hace ahí todavia si quieres conseguir el trabajo.

Dicho esto, me fuí.

-¿Abrumadora?.- Dijo Laureen con una sonrisa.

-Sobre todo eso.- Dije riendome.

-Lo has hecho muy bien, has marcado territorio.

Nos dirigimos hasta el tercer piso, sin ascensor, la suerte me acompañaba en todo momento, habrá pensado que he cogido unos kilitos a base de comida precalentada.

Mi despacho consiste en tres mesas, supongo que para las tres becarias que somos, una cafetera al fondo, para seguir trabajando y dejar el insomio a un lado, y un corcho, para cada una, allí estaría toda mi planificación.

-Espero que te sea cómodo.

-Estoy viendo aquí un futuro, estresado, pero futuro.

-Me alegro por ello, supongo que el trabajo viene dado de la mano con el estrés, al menos este.- Dijo sonriendo como hacía siempre en el poco tiempo que la conocía.-Te dejo, en breve vendrán tus compañeras, una es Alice y la otra es Anna, Alice es castaña, ordenada, planificada, trabajó en grandes empresas anteriormente, no la conzco en persona, pero parece ser buena contrincante, y Anna es un torbellino, risas, bromas, pero buena en su trabajo, no se lo toma en serio, pero el poco tiempo que hecha lo aprovecha al máximo, la conozco de esta mañana, anda por el edificio desde antes que tú, parece una gran muchacha.

-Gracias por el informe, ibas bien para detective chica.

-Era mi segunda opción.- Dicho esto me guiñó el ojo y se fue por la puerta dejándome en la sala de trabajo que utilizaría de ahora en adelante.

Estaba en el ordenador mirando la predicción del tiempo pues no me habían dicho que hacer cuando llegó por la puerta la que supuse que era Alice.

Llevaba una coleta mal hecha y unos vaqueros, un jersey azul claro con una camisa de cuadros abajo, llevaba una carpeta debajo el brazo y un boligrafo que daba vuelta entre sus dedos en la mano, a simple vista se veía lo trabajadora que era, sobresaliente en todo, se notaba a legua.

-Hola, soy Alice, un gusto.-Dijo dejando las cosas en la mesa enfrente a la mía y dandome un abrazo.

-Hola, soy Caroline, igualmente.- Dije cortada por su muestra de cariño, no estaba demasiado acostumbrada a dar abrazos a desconocidas.

-Me han dicho que tenemos tambien a otra becaria ¿cierto?

-Sí, me dijeron que vendría ahora, se llama Anna.

-No me gusta la impuntualidad, espero que solo sea por hoy.- Dijo mirando un reloj precioso que tenía en la muñeca izquierda.

-¿Te han dicho que debemos hacer hoy? No me gusta estar parada sin hacer nada.-Dije cambiando el tema, no me gustaría que hubiera peleas un primer día.

-A mi tampoco, me han dicho que nos han puesto la tarea al lado de la cafetera.- Dijo encaminandose a la cafetera, que al lado tenía unos papeles en los que no me habían fijado hasta ahora.- Pone que debemos crear un blog de algo que nos guste, e intentar que nos sigan y nos lean, tal vez ser un ejemplo a seguir, no se, son el tipo de retos que ponen a principiantes para comprobar cuan carismática es o cosas por el estilo.

-Vale, ¿de que lo vas a hacer?

-Podemos ser amigas, compañeras, pero no dejaremos de ser rivales.

-De acuerdo, yo lo haré de libros, ¿y tú?.- Dije esperando que ahora pudiera decirmelo, intenté sonreir con mi mejor sonrisa para convencerla.

-Eres carismática, y segura de tí misma.- Dijo simplemente.

-Y tú muy observadora.- Le dije antes de reir.

-Lo haré de baile, breakdance, ballet, no se, me gusta el sentimiento que transmite el baile, y creo poder proporcionarselo a unos cuantos seguidores.

-Vale, interesante idea.

-¿Por qué piensas hacerlo de los libros?.- Dijo curiosa.

-Porque los libros son...- Antes de poder seguir la puerta se abrió se par en par, entrando un deslumbrante chica besando a algún trabajador del edificio, cuanta pasión.

Me quedé con la boca abierta, sin poder dejar de mirar, sorprendida, ni en las películas me hubiese permitido ver una escena tan morbosa, siempre fui de mente inocente, pero en cambio, Alice se veía seria, sin apartar la mirada, pero parecía no sorprenderle, era algo natural en verdad, pero ella miraba distinto, como si le molestase aquella escena.

-¿Vas a acabar tu exhibición de sexo o podemos seguir trabajando en lo que nos han mandando?.- Dijo ya aburrida de lo que pasaba ante sus ojos. Increíble.