Tenía ganas de saber a donde me llevaba, hasta ahora llevabamos un buen rato sin hablar, solo mirando la carretera, con la música bien alta de fondo.
A veces me paraba a mirarle, con su vista fija y su sonrisa de siempre, y otras veces él me miraba a mi, para ver si estaba dormida, o simplemente por querer mirarme. De vez en cuando cerraba los ojos y me dejaba llevar con el sentido de la música, y cuando los abría le pillaba mirandome, como siempre hacía, despertando algo dentro de mi a cada vez.
Por si nunca os habéis fijado, me encantan los detalles, cada pequeña cosa de algo grande, lo que nadie nunca nadie percibe con los ojos y yo percibo con el corazón, la letra pequeña del contrato, lo que nunca parece demasiado importante, aquello que queda en el olvido y nadie recuerda, de todo eso, es de lo que yo me fijo, porque de lo que siempre se ve es lo de menos, importa el motivo, la manera, el cómo. Y ahora, ahora esos pequeños detalles me hacían más feliz que nunca, me alegraba el corazón, tenerlo cerca me alegraba.
De vez en cuando necesitamos lo que nos hace daño, como cuando tomamos cocaína para olvidar por unas horas y estar bien otras tantas, y que luego, te dejaba un gran vacío, y una gran tristeza en el corazón; él era mi cocaína.
-¿Estás viva?.- Me cortó los pensamientos Jhon, apenas me acordaba que estaba pensando con los ojos cerrados, alejándome de todo lo demás.
-Si, ¿cuándo llegaremos?¿Y a donde vamos?.- Pregunté.
- Ya pronto pequeña ardilla.- Dijo riendo.
Pero yo solo me fijé en el apodo que me había dado, me recordaba a algo y no sabía el qué, era como si eso ya lo hubiese dicho antes, pero mucho antes de conocerle, como si ya lo conociera antes.
-¿Qué te pasa?¿Te acuerdas de algo?.- Preguntó mirandome, como si supiera que tenía que acordarme de algo tras de eso, como si él supiera algo que a mi se me escapaba.
-Nada, tranquilo.- Le mentí.
-Vale.- Dijo un poco desganado, como si aquella respuesta no le complaciera ni un poquito, como si tuviera que recordar algo, pero que no sabía el qué.
Luego me acordé de cuando le conocí, cuando me dijo que yo le recordaba a alguien. ¿Quién es ese alguien?
-¿Te acuerdas de cuando nos conocímos?.-No dejé que contestára.- Me dijiste que yo te recordaba a alguien, ¿a quién?
Él sonrió, supongo que estaba recordando algo especial de ella.
-Una gran compañera, una amiga, y yo me enamoré de ella. La cagué.
-Siempre la cagas entonces.- Dije en broma para destensar el ambiente.
-Sólo la cago con ella.-Dijo, algo que me dejó bastante pensativa, puesto que era mentira, conmigo también la fastidió. Pero preferí callarme lo que pensaba.
-A veces veo ella en tí, cuando sois totalmente diferentes, y a la vez tan iguales. Lo siento por recordarte en ella. Sé que eres única, y que no debo compararte con nadie, y sé que te hace daño. Pero tú no ves lo que yo, tú no ves tus ojos brillar de felicidad, ni tu cara infantil cuando te enfadas, tampoco ves tu nariz arrugada cuando vas a protestar cuando no estás de acuerdo con algo, ni tus mejillas sonrojadas cuando te da vergüenza algo.
-Te fijas en todo vaya.
-Aunque no lo sepas, parece como si te conociera de antes.- Dijo suspirando. Otra vez sentí como si algo se me escapara de la mente, un pequeño detalle de muchas preguntas, algo muy importante.
-No sabes nada de mí.
-Adelante, cuéntame.- Ahora sonreía con esa sonrisa de lado, como si todo mi pasado y toda mi vida él tambien la supiera, cuando no era cierto.
-Siempre me ha costado hacer amigas, pero nunca me han faltado. De pequeña tuve un accidente, y hace tres años tuve otro.
-¿Y no te sientes distinta tras el accidente? ¿Cómo si te faltara algo? ¿Cómo si no fueras totalmente feliz aunque si lo seas?
-A veces creo que no pude disfrutar de los mejores años, sobre que nunca tuve alguien a mi lado, como si esa felicidad no estuviera completa. Y es como que me cuesta imaginarme los últimos meses antes del accidente, al principio pensaba que esos meses serían como toda mi vida, por tanto simplemente lo rellené como mi vida aburrida fue siempre, de mi rutina, supongo que si no me acuerdo es porque siguió siento tal cuál de aburrida como siempre. Pero eso fue al principio, ahora sé que nunca huvo nada de qué preocuparse, puesto que de lo que no me acordaba era de mi rutina simplemente, por eso volví con ella, y me sentí completa, aunque no totalmente feliz porque bueno, mi vida siempre fue asi, y nunca huvo nada nuevo en ningún momento.
-¿Entonces crees que, si no hay nada que recordar, es porque simplemente nada fue lo suficientemente importante?.- Sonaba preocupado, o eso se me hizo a mi.
-¿No crees que si hubiera algo que valiese la pena tendría un vacio enorme?.- Le pregunté como respuesta.
-Me acabas de decir que nunca fuiste completamente feliz.
-Siempre me faltó esa pizca de locura en mi vida, y aunque sea feliz, apuesto a que podría serlo más con un poco de ayuda.-Dije sonriendo mirando mi reflejo en la ventanilla del coche.
-Entonces si crees que nada fue importante, y que no merece la pena recordar nada, sigue tal cuál.- Lo dijo cortante, y seco, como si le hubiese molestado mi respuesta, y eso me hizo pensar por un momento si de verdad algo valiera la pena recordar.
-¿Sabes algo que yo no se?
-Nada importante.- Contestó.
Me callé, me mataba la curiosidad pero tampoco quería saber lo que tuviera que decirme por ahora, si tenía algo que decirme, porque ni siquiera lo sabía. Él era un completo misterio, y yo creo que formaba parte de ese misterio, y no sabía ni por qué, ni sobre qué.
Nunca pensé que pudiera ser el misterio de alguien, pero tampoco creía serlo. O sí.
Me quedé dormida hasta que él me despertó al llegar. Pero tenía los ojos tapados con una venda.
-Dame la mano y no me sueltes, no quiero tropezar.-
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Casette
Teen Fiction¿La chica de los cafés? Eso ya es demasiado cliché. Pegaría más decir...¿la principiante de reportera? ¿Intento inutil de ayudante? No se, cómo veáis. Caroline es la chica en pruebas, eso está claro, la chica de los mandados, del noticiero menos ven...