Parte 13.

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Me tomé un café antes de entrar en la oficina, hoy todo estaba más tranquilo pero igualmente se notaba el estrés diario. Nada más terminar fui a la oficina donde aún no habían llegado las chicas, conque puse música de fondo y empecé a trabajar en noticias que poder redactar para la revista.

Llevaba un rato trabajando cuando Anna y Alice entraron por la puerta riendo y saltando, nada más verme se acercaron y me dijeron que la revista estaba siendo un éxito y que acababan de estar con la directora.

-Y si, entre los tops 10, la idea que tuviste de entrevistar a ese cantante fue la bomba, hizo una canción y aunque tal vez sea flor de un día encanta por ahora a todo el mundo, por lo que todos quisieron comprar nuestra revista para conocerle un poquito más.- Me decía Alice muy feliz.

-Nos ha dicho la directora que te demos la enhorabuena, que vuestra charla ha surtido efecto y que espera que no te tuerzas.- Comentó Anna mientras se sentaba en su silla para encender el ordenador.

-Me alegro de que le haya gustado entonces.- Hasta ahora no había apartado la vista del ordenador, puesto que justo habían llegado cuando estaba escribiendo un post nuevo en el blog.

-¿Qué te sucede nena? Necesitamos celebrarlo esta noche ¿no?

-No me sucede nada, pero en cuanto a lo de esta noche no creo, necesito seguir trabajando en el blog, me estoy quedando atrás en seguidores, me cuesta llevarlo al diario, tengo la cabeza en otra parte.- Respondí mientras daba un sorbo al café que me había servido hacía unos minutos.

-Pues lo siento cariño, pero no voy a permitir que tu mala cabeza no te deje venirte de fiesta con nosotras, conque esta noche a las nueve nos vemos.

-No tengo ganas de ir a la discoteca.- Suspiré.

-Y no iremos.- Dijo Anna por primera vez.- El amigo del primo de mi sobrino da una fiesta en su casa y va a ir todo el mundo, vive a unos veinte kilómetros de la ciudad conque mejor pasamos a por ti a las ocho.

-¿Pero como os digo?, el problema no es donde sea la fiesta, si no mis ganas de ir a una...- Suspiré cansada, realmente no tenía ganas de nada. Solo quería dormir y centrarme en mi trabajo.

-Bueno chica como veas, si cambias de opinión háblanos al WhatsApp y te decimos a que hora pasamos a por ti.

**

Estaba en la cocina de casa cuando mi movil sonó, miré quien me llamaba y era mi madre.

-Hola mamá.- Dije sonriente, aún sabiendo que ella no podía verme.

-Hola desconocida, ¿cómo te va la vida?.- Que exagerada era, siempre pensaba en todo menos en lo que hacía, pero si que esta vez me había pasado en hablarle, tal vez porque tenía la cabeza en otra parte, quien sabe.

-Me va muy bien mamá, estoy llevando un blog y además soy la redactora de una revista.

-Lo del blog ya lo sé, lo vi en tus publicaciones del Facebook, creo que tu prima te empezó a seguir, yo lo haría, pero sabes que no tengo tiempo.- Nunca tiene tiempo para mis cosas.

-Y ya me imaginaba mamá, no pasa nada.- Nunca pasa nada.

- ¿Y que harás hoy? ¿Saldrás por la ciudad?.- Me preguntó con su curiosidad de siempre.

-Pues no, mis compañeras de trabajo saldrán pero no tengo ganas.

-Hija ya hablamos de eso, no todo es trabajo, sal, diviértete, haz alguna locura.- Me lo decía como siempre me lo dijo, ella, la mujer que me tuvo tan joven, la mujer que me crió sola sin ayuda de nadie, todos dirían que tengo mucho que agradecerle, por eso tal vez no se lo digo a nadie, porque yo soy distinta, y odio como lleva su vida mi madre, nunca podría ser un ejemplo a seguir para mí.

-Vale.- Le dije como siempre le decía, mejor no llevarle la contraria, eso era algo que tenía ganado hace mucho tiempo.

¿Saldrás entonces?.- Dijo incansable.

-Que si mamá, perdón tengo que colgarte, tengo muchas cosas que hacer.- Me excusé, odiaba los momentos incómodos, y este para mí era uno de ellos.

-Venga hija, besos, llámame pronto, no me olvides tan...- Y corté, le dejé a mitad de frase.

Me duché y llamé a Anna, cierto que no tenía ganas de salir, no tenía ganas de nada, pero tampoco quería quedarme en casa sin hacer nada, pensando y haciéndome tener dolor de cabeza a mi misma, tenía ganas de dejar la amargura por unas horas, dejar la mente en blanco y disfrutar por un rato, aunque fuera bajo el efecto del alcohol, puesto que sin él no podía dejar de pensar en todo, en el otro día.

-Caroline ahora justo no puedo hablarte, pasamos a por ti a las ocho, adiós nena.- Eso fue lo poco que escuché de Anna, y colgó, de fondo se escuchaba a mucha gente, mucho ruido, no se que estaba haciendo, pero seguro era más divertido que lo que yo pudiera hacer en toda mi vida.

Fui directa al armario para ver la ropa que me pondría, y como siempre, nada se veía perfecto para la ocasión, conque terminé poniendome unos vaqueros rajados y una camisa blanca normal, con unos tacones rojos y una americana amarilla, me puse unos aros y me hice un moño mal hecho.

Estaba preparada cuando me llegó un mensaje, de él.

-Voy a tu casa, en cinco minutos llego.

- ¿Y si no estoy en mi casa?

- Sé que estás.

-¿Ahora me rastreas?.- Esto se me hacía raro.

-No lo sabia, pero ahora si, espero que estés preparada, cuanto menos tardemos en irnos mejor, quiero despejarme y estar contigo.

-Pensaba irme a una fiesta en diez minutos, conque lo siento.

Tenía ganas de estar con él, y posiblemente terminaría dejando todo para estar con él, pero quería hacerle sufrir un poquito, no había nada de malo en ello, ¿no?.

-Está fácil, diles que has quedado con un chico sexy y de seguro te dejan tranquila.

-Por favor si sigues así tu ego no te dejará respiras.- Dije riendo.

-Si dices que has quedado conmigo no te dejarán, querrán llevarte a la fiesta, por eso te dije lo otro.

-¿Y si no quiero ir contigo?

-Tarde, te obligo.

Ahí dejé de hablarle, con una sonrisa tonta en la cara, para llamar a Anna y decirle, justo le dije que había quedado con él, y vaya si no llevaba razón, fue mencionarle y desearme suerte para terminar colgándome.

Justo en ese momento sonó una moto en la calle, y nada más salí, le vi a el montado en ella, con mi casco en la mano.



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