CAPÍTULO 4 - El pub irlandés

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El salón estaba lleno de ropa y zapatos por todas partes. Habíamos comprado muchas cosas. Demasiadas cosas. Las clases particulares de castellano que dábamos Bianca y yo, y las de irlandés que daba Irina (las becas de Erasmus no te dan ni para chuches) no iban a ser suficientes para cubrir los gastos de hoy, ni de lejos. Pero en fin, era una ocasión especial. Iríamos a pedir al metro si fuera necesario. 

Nos habíamos probado ya nuestros respectivos armarios enteritos y parte de los de las otras. Todo era o demasiado casual, o demasiado arreglado, o demasiado cualquier cosa. Cualquier excusa era buena para no encontrar el outfit perfecto. Habíamos hasta mirado las revistas que teníamos de moda para pillar ideas, pero evidentemente no nos quedaba igual...ni remotamente parecido. Hasta que Irina decidió poner alto a la crisis de moda y nos hizo entrar a todas en razón.

 - ¿Qué estamos haciendo? ¡No vamos a una pasarela de moda, por Dios! Nos hemos gastado una cantidad de dinero que no quiero recordar en ropa (aunque no siento pena por ello) por unos chicos. Vale, son One Direction, pero creéis que ellos van a ir de compras para quedar con nosotras en un pub? - dijo con voz de general que anima a su cuadrilla.

- No... - respondimos nosotras avergonzadas.

- Pues fuera esas caras largas y poneros algo con lo que os sintáis guapas. He dicho - y dio por acabado su mini discursillo.

- Tienes razón - dije yo, toda emocionada - pero que sepáis que no pienso devolver nada de lo que me he comprado.

- No, yo tampoco tengo la intención - dijo Bianca riendo.

- Ahora vamos a comprar algo comestible, porque la cinta aislante a la plancha no me tira mucho, la verdad, y tengo hambre - dijo Irina pasándose la mano por la barriga.

 Asentimos y fuimos a comprar para hacer la comida. Preparé unos macarrones al pesto, que me salían bastante bien y nos pusimos las botas. Después, con toda la ñoña nos sentamos en el sofá a ver lo que llamamos “teleflins”, es decir las típicas películas que hacen una detrás de otra y que son siempre, o casi siempre, románticas. Era ya casi una tradición de los sábados y/o domingos. Sí. Somos un poco vagas. Pero unas vagas románticas al fin y al cabo. 

Hacia las ocho o así cambiamos de nuestra encarcarada posición y nos levantamos del sofá. Nos preparamos unos sándwiches para cenar y nos fuimos a la cama. Aún estábamos cansadas de la juerga casera del día anterior. Además, el día siguiente iba a ser un gran, gran día.

La mañana siguiente transcurrió lenta no, lo siguiente. Intentábamos buscar algo con qué entretenernos, pero estábamos nerviosas y ansiosas por que llegara la hora. Yo no podía evitar mirarme el reloj que le había cogido a Irina compulsivamente, así que me lo quitó y se lo puso en el bolsillo como castigo para que no lo miráramos ninguna de las tres. Ella era la mami del grupito.

Para no comernos más el tarro decidimos ir a comer fuera. Sí, este iba a ser el finde más derrochador de la historia, pero la ocasión lo requería. La casa parecía hacerse más y más pequeña por minutos y nos estábamos ahogando. Para no gastar tanto con la comida decidimos ir al chino que había dos calles más abajo. Sin ducharnos ni nada y con lo puesto, es decir básicamente chándales de esos cutres con los que pillan a las famosas tirando la basura, nos dirigimos al restaurante. 

Supongo que por la ansiedad, pedimos bastante comida. Lo pusimos en plan buffet libre y picamos un poco de todos los platos. Yo me pasé con la ternera con cebolla y mi aliento era vamos, explosivo. Pero bueno, teníamos tiempo de ir a casa y acicalarnos debidamente, lo que incluía una limpieza exhaustiva de los dientes. A él le gustaba mi sonrisa, pues iba a tener sonrisa. O eso creía yo hasta que se me ocurrió mirar el reloj de la pared con forma de gatito de esos que suben y bajan la patita. Casi me atraganto con un rollito de primavera al ver que era muchísimo más tarde de lo que creía. Habíamos estado dos horas comiendo y eran casi las cuatro de la tarde.

London Adventures - Fanfic Harry Styles (& One Direction) Versión en CastellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora