London Adventures - Fanfic Harry Styles (& One Direction) Versión en Castellano

CAPÍTULO 15 - L.A. (segunda parte)

- Irina... ¿qué hay de desayunar...? - murmuré entre unas sábanas que, a medida que iba recuperando la conciencia me parecían menos familiares.

Poco a poco abrí los ojos y ordené las ideas de mi despeinada cabecita. Estaba en Los Angeles, en un hotel, con mis amigas. Oh, sí, y con One Direction. Pero un rugido feroz provinente de mi barriga me interrumpió los pensamientos.

Miré el reloj de la mesilla de noche. ¡¿Las 2 del mediodía?! Maldito jet lag. Me duché rápidamente y me vestí para ir a buscar a mis amigas. Pero no estaban en sus habitaciones. Empezaba a estar cansada del rollo bella durmiente, ya no quería serlo mas. Bella sí, durmiente no. Bajé a recepción con la esperanza de encontrarlas allí, pero no.

Me estaba poniendo nerviosa cuando al pasar por delante del comedor vi de reojo una mesa repleta de comida, y dos chicas a su alrededor, comiendo como si no lo hubieran hecho en semanas. Mis chicas.

- Bueno, gracias por avisarme, y tal - dije, con tono borde para que vieran que estaba enfadada.

- ¡Oh! Encima que te dejamos dormir - me contestó Bianca, con un croissant en la boca y mirándome como si fuera una desagradecida.

- Pues no. Bien que os habeis avisado entre vosotras - repliqué.

- Alguien se ha despertado gruñona esta mañana - dijo Irina.

- ¿Mañana? ¡Son casi las 3 de la tarde! Tengo hambre - dije, abatida, diendo la discursión por acabada.

Comimos como cerditas durante un buen rato, hasta que decidimos salir a que nos diera el aire. Tremenda mala idea.

Se podría decir que prácticamente no llegamos a salir de la puerta giratoria de cristal. Dimos la vuelta entera. Nada más sentir un poco de brisilla, se nos vino encima una oleada de chicas gritando. Nos asustamos tanto que casi nos caemos al suelo. Desde dentro las observamos. Eran fans de los chicos. Y por alguna razón nos habían relacionado con ellos. Algo no iba bien.

- Oh, oh... - dijo Irina, con el móvil en la mano y cara de haberse comido un limón.

- ¿Qué pasa? - dije, confundida y asustada a la vez.

Bianca le quitó el móvil y ya eran dos con cara de limón.

- NO, no no no no no. No puede ser - dijo.

- ¿Me vais a decir qué está pasando? Me estoy asustando - dije.

Me pasó el teléfono y lo primero que vi fue "One Direction se lleva a sus chicas misteriosas a L.A.". Era un post en el blog de Perez Hilton, e iba acompañado con fotos. De nosotras.

Me faltaba el aire. Había unas cuantas fotos del día que volvíamos de la playa, en el párquing del restaurante de carretera. Aquellas chicas nos habían conseguido pillar, a pesar de que intentamos taparnos. Después había algunas fotos del día anterior, en el aeropuerto, con Paul. Pero bueno, este hombre tenía que haber trabajado en la CIA porque esto no era normal. Viendo el título no quise leer el resto del artículo.

- Bueno, ¿y qué hacemos ahora? - dije - no podemos salir a la calle, nos van a comer.

- ¿Y si llamamos a los chicos? - sugirió Bianca.

- Me sabe mal, estan trabajando - contesté.

- ¿Y a Paul? - preguntó Irina.

- Yo no tengo su teléfono - dijo Bianca, y me miró a mi.

- Yo tampoco - dije.

- Pues preguntemos en recepción - dijo Irina - igual nos dicen algo.

Nos acercamos al mostrador, y un hombre de pelo canoso, con una sonrisa amable nos preguntó qué deseábamos. Preguntamos por Paul, o por algún miembro del equipo de los chicos. Le enseñamos las llaves de las habitaciones, para que viese que ibamos juntos.